jueves, 31 de mayo de 2012

El aumento discriminatorio de las tasas universitarias aprobado por el Gobierno de España está más que justificado: un caso de estudio


El Ministro Wert incluyó en el Real Decreto-ley 14 /2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo una medida que ha sido criticada sin fundamento. Se trata del aumento discriminatorio (positivo) de las tasas universitarias en función del número de veces que se ha matriculado el alumno en una misma asignatura.

El objetivo que busca está medida no es más que el aumento de la eficiencia de un servicio público mediante la fijación de umbrales en los precios públicos para aproximar gradualmente su cuantía a los costes de prestación del servicio, tomando asimismo en consideración el esfuerzo académico del alumno, de ahí la discriminación.

Si nos centramos en las enseñanzas de Licenciatura (y en las nuevas de Grado), donde verdaderamente está el problema, el Real Decreto establece que los precios públicos y derechos los fijará la Comunidad Autónoma, dentro de los límites que establezca la Conferencia General de Política Universitaria, que estarán relacionados con los costes de prestación del servicio, en los siguientes términos:
  • Los alumnos pagarán entre el 15 por 100 y el 25 por 100 de los costes en primera matrícula (de cada asignatura matriculado). [1]
  • entre el 30 por 100 y el 40 por 100 de los costes en segunda matrícula.
  • entre el 65 por 100 y el 75 por 100 de los costes en la tercera matrícula. 
  • y entre el 90 por 100 y el 100 por 100 de los costes a partir de la cuarta matrícula.
Utilicemos un caso de estudio real y que cada uno juzgue la justificación de la medida.

En el primer cuadro adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se muestra la distribución de los alumnos por el número de veces que se ha matriculado de un grupo al azar de una asignatura obligatoria (“Economía Mundial”) de la Licenciatura de Administración y Dirección de Empresa (ADE) de la Universidad de Valencia (curso 2011-12). [2]


De los 83 alumnos matriculados a comienzo del curso, 2 estaban en séptima matrícula (7 años), 3 en quinta matrícula (5 años) y 5 en cuarta matrícula (4 años). Estos tres grupos, suponían nada menos que el 12,04% de los matriculados y deberían haber pagado el 100% del coste con la nueva normativa. Pero es que otros 14 alumnos estaban ya en tercera matrícula (tercer año) y representaban otro 16,87% de la clase (deberían haber pagado entre el 65 y el 75% del coste). En la actualidad -sin la aplicación del nuevo Decreto Ley- todos estos alumnos que menos se esfuerzan están pagando algo más del 15% del coste real, frente a los que aprueban en primera matrícula que están pagando el 15% del coste real.

En el segundo cuadro aparecen las notas obtenidas por los alumnos de este Grupo en la primera convocatoria, correspondiente a enero de 2012.


De los 83 alumnos matriculados, 31 no se presentaron (el precio público sólo cubre el 15%, les resulta “barato”) y 25 están suspendidos (supongo que a estos les resulta también “barato”). Si sumamos los no presentados y los suspensos, son nada menos que el 67% del Grupo. [3] 

Pocas veces se tiene conciencia del coste real de los servicios públicos, en relación a lo que pagamos por disfrutar de ellos. La educación es un derecho, ¿pero hay derecho a infrautilizar ese servicio “no presentándose” y “suspendiendo”? Suspendiendo o no presentándose hasta 12 exámenes porque cada matrícula da derecho a 2 exámenes, y un alumno en séptima matrícula ha podido suspender hasta 12 veces. 

La subida de tasas ayuda a racionalizar la utilización del recurso y evitar su despilfarro. 

Un sistema de tasas más eficiente desde el punto de vista redistributivo sería aquel que transfiera el dinero “extra” recaudado con la nueva normativa a los alumnos que demuestren excelencia (sobresaliente y notables) a través de becas salario-renta más generosas que las actuales (mayor equidad del servicio público). 

Juzguen si la nueva normativa de tasas universitarias está justificada. 
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[1] Recordemos que la matrícula anual incluye dos convocatorias de examen.
[2] Entre todas las Licenciaturas y los nuevos Grados hay un total de 20 Grupos de esta asignatura en el curso 2011-2012. Hemos escogido un Grupo típico "medio" que es el más común, dejando los extremos, que los hay también. 
[3] El coste por alumno y año de media en la Licenciatura ADE de la Universidad de Valencia es de 4000 euros y la matrícula actual de un curso completo sólo cubre 600 euros de media (el 15% de media, el 85% restante es una beca generosa y “encubierta”).

domingo, 27 de mayo de 2012

Un nuevo riesgo para la economía de EE.UU.: la acumulación de los préstamos a los estudiantes universitarios


Cuando parecía que la economía americana comenzaba a recuperarse del alza de la morosidad de los préstamos de la vivienda, ahora surgen temores en la prensa, en la opinión pública y en los medios financieros  especializados de que una nueva bomba de relojería se este gestando con la acumulación sin límite de los préstamos a los estudiantes (en su mayoría con garantía del Gobierno Federal de EE.UU.) y con el aumento de la morosidad.

La Reserva Federal de Nueva York ha presentado recientemente las estadísticas de préstamos estudiantiles que aparecen en el informe más amplio sobre el crédito y de la deuda de los hogares de los EE.UU.: el Quarterly Report on Household Debt and Credit, febrero de 2012.

El infome revela que el saldo vivo de préstamos estudiantiles pendientes asciende en el tercer trimestre de 2011 a 870.000 millones de dólares, superando el saldo vivo total de las tarjetas de crédito (693.000 millones de dólares) y el saldo vivo de los préstamos concedidos para las compras de automóviles (730.000 millones de dólares). Con el aumento constante de la matrícula de la universidad y de otros gastos a los que tienen que hacer frente los estudiantes universitarios norteamericanos, los analistas esperan que esta tendencia al alza de los préstamos estudiantiles continúe en el futuro. [1]

De los 241 millones de norteamericanos que tienen concedido algún tipo de crédito,  el 15,7% tienen un préstamo estudiantil (37,8 millones). Sin embargo, los préstamos estudiantiles no están distribuidos por igual en la población de EE.UU.

En el primer gráfico (hacer clic para verlo más grande) se muestra la distribución por edades de los 37 millones de norteamericanos que tienen (o han avalado) un préstamo estudiantil. La mayoría de los préstamos se acumulan, como parece lógico, en la población con menos de 30 años (39,6% del total) y entre los 30 y 39 años (26,9% del total).  El resto es de suponer que son los padres. Esta claro que la carga financiera de los préstamos universitarios recae sobre la población más joven de los EE.UU., mucha de la cuál ya tiene (o va a tener) problemas para pagar sus hipotecas. 


En el segundo gráfico se muestra la distribución del montante total del saldo vivo de los préstamos estudiantiles entre los diferentes cohortes de población. El 66% de los préstamos (580.000 millones de dólares sobre el total de 870.000 millones de dólares) se concentran en la población más joven, la franja hasta 39 años.


En el tercer gráfico aparece la distribución porcentual de los préstamos entre los 37 millones de personas en función de la cuantía de la deuda. Destacar que el 43,1% de los prestatarios tiene un préstamo vivo de hasta 10.000 dólares, el 29,2% tienen un préstamo entre 10.000 y 25.000 dólares y el 16,5% tienen un préstamo entre 25.000 y 50.000 dólares.


Finalmente, el préstamo estudiantil medio alcanza en la actualidad los 23.300 dólares, un 25% son préstamos de más de 28.000 dólares, un 10% de los préstamos son de más de 54.000 dólares y un 3,1% alcanzan cuantías de más de 100.000 dólares.

¿Cuál es la tasa de morosidad de los préstamos estudiantiles en EE.UU.?

La Reserva Federal de Nueva York estima que de los 37 millones de norteamericanos que tienen (o han avalado) un préstamo estudiantil a finales del tercer trimestre de 2011, un 14,4% (5,4 millones de personas) han tenido al menos un pago en mora del crédito. La cantidad en mora se situaría en 85.000 millones de dólares, lo que supone un 10% del total del saldo vivo de préstamos estudiantiles, y representa similar tasa de morosidad media que los otros tipos de créditos de los hogares, lo que incluiría hipotecas, préstamos para la compra de automóviles y préstamos de tarjetas de crédito.

Pero la morosidad va en aumento desde el inicio de la crisis financiera internacional. Por ejemplo, la Asociación Nacional de Abogados del Consumidor de EE.UU. -National Association of Consumer Bankruptcy Attorneys (NACBA)- ha presentado recientemente un informe demoledor en el que alerta del problema. El informe de la NACBA muestra, por ejemplo, que:
  • 4 de cada 5 abogados de la Asociación manifiestan que los clientes potenciales con deuda de préstamos estudiantiles se han incrementado "significativamente" o "algo" en los últimos tres o cuatro años. 
  • El 95% de los abogados manifiestan que la mayoría de sus clientes no tienen ninguna posibilidad de obtener una moratoria, dada la excesiva carga que en la actualidad les supone el préstamo estudiantil.
  • Los préstamos a los padres para la educación universitaria de su hijos han aumentado un 75% desde el año académico 2005-2006. Los padres atendidos tienen un promedio de 34.000 de dólares en préstamos estudiantiles, y esa cifra se eleva a unos 50.000 dólares en un préstamo "estándar" con un plazo de de amortización de 10 años.
  • Por último, el informe revela que, por ejemplo, de los estudiantes graduados en 2005 ("Class of 2005"), los que empezaron a devolver el préstamo al año siguiente de la graduación, el 25% del total acabó con un préstamo impagado, y un 15% del total ha entrado en mora en algún momento de la vida del crédito.
Nuevamente la historia se repite: "El mercado de préstamos estudiantiles es demasiado grande para quebrar" repiten los analistas financieros (Too Big to Fail, como España e Italia en la zona del euro).
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[1] La Administración Obama aprobó recientemente una ley (The Health Care and Education Reconciliation Act of 2010) en la que se incluye una reforma de los préstamos estudiantiles (junto a una reforma sanitaria) con el objetivo de facilitar la concesión de nuevos préstamos y la devolución de los mismos.

lunes, 21 de mayo de 2012

Los tipos de los bonos de deuda pública indiciados con la inflación de EE.UU. en niveles récord negativos: ¿una nueva QE3 en el horizonte?


En los últimos años, la emisión de bonos indiciados a la inflación (o protegidos contra la inflación) ha experimentado un fuerte crecimiento en los principales mercados de deuda pública. Los bonos indiciados más populares en los mercados financieros internacionales son los emitidos por el Tesoro de los EE.UU. Se trata de los bonos de deuda pública conocidos como Treasury Inflation-Protected Securities (TIPS). 

La característica principal de los bonos indiciados es que su rendimiento se encuentra protegido ante la inflación futura, ya que se compensa al comprador tanto en los cupones como en el capital invertido (al vencimiento) por la pérdida de poder adquisitivo ocasionada por la inflación. De este modo, mientras en los bonos de deuda pública "convencionales" su rentabilidad vendría determinada por el tipo de interés nominal en los bonos indiciados a la inflación la rentabilidad vendría determinada por los tipos de interés reales.

En la literatura económica se ha sugerido desde mediados de la década de los noventa el uso de los bonos indiciados para medir el tipo de interés real y las expectativas de inflación de los mercados financieros. Dicha descomposición tiene como justificación teórica la conocida ecuación de Fisher, la cual determina que el rendimiento nominal de un bono se puede aproximar por la suma del tipo de interés real requerido y la tasa de inflación esperada como promedio durante el periodo de vida del título hasta el vencimiento: R= rπe. Por ello, los bonos indiciados son uno de los instrumentos (junto a los "swaps" de inflación y las encuestas de expectativas macroeconómicas) que utilizan los bancos centrales para el seguimiento de las expectativas de inflación a largo plazo dentro de su estrategia global de política monetaria.

La Reserva Federal de EE.UU. ha introducido desde el inicio de la crisis financiera internacional de 2008 medidas de política monetaria "no convencional" que en su conjunto se conocen como la estrategia de flexibilización cuantitativa (o quantitative easing, cuyo acrónimo es QE). La instrumentación de la QE se centra en una política de compra masiva de activos para proporcionar líquidez aumentando las reservas bancarias excedentarias. Esta estrategia de política monetaria "no convencional" se ha desarrollado en tres fases:
  • Fase I: La primera ronda de flexibilización cuantitativa (QE1) tuvo lugar en plena crisis financiera global desde finales del 2008, cuando la Reserva Federal compró activos tóxicos (básicamente, instrumentos financieros respaldados en hipotecas). La QE1 se inició en diciembre del 2008, fue reforzada en marzo de 2009 y culminó en abril de 2010.  
  • Fase II: La segunda ronda de flexibilización cuantitativa (QE2) se anunció en agosto de 2010, se hizo efectiva desde noviembre del 2010, culminó en junio de 2011 y se introdujo para comprar deuda pública federal.
  • Fase III (actual):  En su reunión del 21 de septiembre de 2011 la Reserva Federal aprobó un nuevo instrumento de política monetaria no convencional: el Maturity Extension Program (MEP) o "Programa de Extensión del Vencimiento" (PEV) que tiene como objetivo inicial la ampliación del vencimiento medio de sus tenencias de valores. A través del PEV la Reserva Federal está comprando 400.000 millones de bonos del Tesoro con vencimientos de 6 a 30 años hasta junio 2012 y, simultáneamente, está vendiendo en el mismo periodo una cantidad igual de valores del Tesoro con vencimiento de 3 años o menos. El plan de la Reserva Federal deja por tanto inalterado el saldo total de deuda del Tesoro en su balance al sustituir deuda pública a corto plazo por deuda pública a largo plazo. El objetivo es rebajar los tipos de interés de las emisiones de la deuda a largo plazo. Ahora ya no se trata como con la QE1 y QE2 de aumentar el tamaño del balance de la Reserva Federal sino de incrementar la duración media de los vencimientos de la cartera. [1]
Es en en este contexto de política monetaria "no convencional" donde se ha desarrollado una de las múltiples anomalías monetarias derivadas de la crisis financiera internacional: la aparición de rentabilidades negativas en los bonos indiciados contra la inflación.

En el primer gráfico se muestra la senda temporal de la rentabilidad de los bonos de deuda pública "convencionales" a 5 años y la rentabilidad de los TIPS equivalentes a 5 años (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande). En el segundo gráfico hemos representado el diferencial  o "spread" entre el bono convencional y el TIPS.



Con más detalle, estás rentabilidades negativas aparecieron por primera vez (desde el comienzo de la emisión de TIPS en enero de 2003) a finales de septiembre de 2010, justo después del anuncio del inicio de la QE2. Y está tendencia no ha hecho más que consolidarse tras la aprobación del programa PEV en septiembre de 2011. Finalmente, desde comienzos de 2012 los inversores siguen anticipando los efectos que sobre el aumento de la inflación puede tener la continuidad de la política monetaria "no convencional" de la Reserva Federal de los EE.UU. tras el final de la PEV (junio de 2012), con la posible introducción de una tercera ronda de flexibilización cuantitativa (QE3). [2] Por este motivo en los mercados de bonos de deuda pública americana se está anticipando el repunte de la tasa de inflación y ello esta provocando el aumento de la demanda de los bonos indiciados a la inflación o TIPS con rentabilidades cada vez más negativas.

Los tipos de interés negativos son en teoría "imposibles" en los bonos de deuda pública convencional, porque ello implicaría que el inversor recupera menos dinero del que ha invertido. Sería más lógico dejar el dinero en la cuenta corriente sin remuneración alguna. Sin embargo, sí son posibles tipos de interés negativos en los bonos indiciados con la inflación, ya que en este caso la remuneración no es el tipo de interés nominal (R) sino el tipo de interés real ( re).

Por ejemplo, con los últimos datos disponibles correspondientes al 17 de mayo de 2012, los bonos de deuda pública convencionales a 5 años tenían una rentabilidad del 0,74% (R), mientras que la rentabilidad de los bonos equivalentes TIPS a 5 años era del -1,13% ( re). Esta rentabilidad negativa supone que los inversores que adquieren estos activos demanda una rentabilidad "segura" (o se "conforman" con una rentabilidad) de 1,13 puntos porcentuales por debajo de la tasa de inflación media esperada hasta el vencimiento del TIPS. En definitiva, si se cumple el Efecto Fisher, los mercados estarían anticipando que la tasa de inflación americana se podría situar en los próximos 5 años en una media de al menos el 1,87%  (πe ).

En definitiva, el aumento de las rentabilidades negativas de los TIPS a 5 años indicaría un aumento de las expectativas inflacionarias (a través de un aumento del diferencial positivo entre la rentabilidad del bono convencional y la rentabilidad del bono indiciado con la inflación) y, en última instancia, estaría alejando nuevamente la aparición de un periodo de deflación en la economía de EE.UU.

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[1] Popularmente se le conoce como "Operation Twist".
[2] Tras la última reunión de la Reserva Federal del 24-25 de abril de 2012, Ben Bernanke declaró en la posterior rueda de prensa que "La Fed tiene intención de mantener una política monetaria altamente expansiva por el futuro cercano y cuenta con la capacidad y voluntad de tomar nuevas medidas en caso de ser necesario" ["Our intention is to maintain a highly accommodative stance of policy for the foreseeable future, and we remain able and willing to take further action if necessary", página 5], lo que en mi opinión deja la puerta abierta a una nueva ronda de flexibilización cuantitativa, QE3. Aquí pueden ver el vídeo de la rueda de prensa del Presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke:

lunes, 14 de mayo de 2012

Ranking 2011 de Facultades de Economía según la producción científica elaborado por Tilburg University

El Ministro de Educación, Cultura y Deporte José Ignacio Wert, afirmó el pasado 13 de abril en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que no había ninguna universidad española entre las 150 mejores del mundo. Pero estaba equivocado, al menos en el área de Economía hay tres.

Una de las divisiones de la empresa Thomson Reuters, Thomson Scientific ISI, se ocupa de elaborar bases de datos de la producción científica a nivel mundial. La más conocida es el Journal of Citation Reports Web, base de datos que ofrece un medio sistemático y objetivo para evaluar de manera crítica las revistas científicas más importantes del mundo. En concreto, JCR Web permite medir la influencia y el impacto de las investigaciones realizadas (a nivel de revistas y por áreas de investigación) y muestra las relaciones entre las revistas que citan y las que son citadas.

El CentER for Research in Economics and Business de Tilburg University (Holanda) ha publicado su tradicional Ranking mundial de Facultades de Economía correspondiente a 2011. El ranking se elabora con los puntos acumulados por cada Facultad en relación al número de artículos publicados en las 68 principales revistas científicas del área de Economía indexadas en la base JCR Web.

En el primer cuadro (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) aparece el ranking de las 50 primeras Facultades de Economía a nivel mundial. El orden viene determinado por la puntuación acumulada por las publicaciones de sus profesores en las revistas científicas escogidas para el período 2004-2011.


El ranking lo encabeza la Universidad de Harvard, EE.UU., con 1231 puntos, mientras que la primera universidad europea es la London School of Economics, Reino Unido, que se sitúa con 606 puntos en el puesto número 9. La sorpresa es que si aparece una Facultad de Economía española en el Top 50 mundial: se trata de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, que ocupa el puesto 46 con una puntuación acumulada de 231 puntos, y en tendencia ascendente.

Si ampliamos el ranking tenemos también bien situadas varias Facultades de Economía españolas:
  • En el Top 100 mundial aparecen la Universidad Carlos III de Madrid en el puesto 51 (con 213 puntos) y la Universidad Autónoma de Barcelona en el puesto 93 (con 143 puntos). 
  • En el Top 200 mundial aparecen la Universidad de Alicante en el puesto 156 (con 82 puntos) y la Universidad de Barcelona en el puesto 181 (con 70 puntos). 
  • Y en el Top 300 mundial aparecen tres Facultades de Economía: la Universidad de Valencia en el puesto 242 (con 51 puntos), la Universidad del País Vasco en el puesto 283 (con 40 puntos) y la Universidad de Vigo en el puesto 295 (con 38 puntos). 
En el segundo gráfico aparece el ranking de  las 50 primeras Facultades de Economía de Europa. Aquí es donde debería el Ministro Wert y las Universidades españolas centrar sus esfuerzos para escalar más en el ranking europeo.


El ranking europeo lo encabeza la London School of Economics, Reino Unido, mientras que la primera universidad española es lógicamente la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona que se sitúa en el puesto número 13.  Y en el Top 50 europeo también se colocan en puestos destacados la Universidad Carlos III (puesto 15) y la Universidad Autónoma de Barcelona (puesto 33).

Si ampliáramos el rango al Top 100 de Europa entrarían en el mismo la Universidad de Alicante (puesto 53), la Universidad de Barcelona (puesto 70) y la Universidad de Valencia (puesto 96).

En el último gráfico presentamos el ranking de la Facultades de Economía españolas. Las Universidades que no aparecen en el ranking es porque sus profesores no han publicado ni un sólo artículo en las 68 revistas internacionales de prestigio seleccionadas en el periodo 2004-2011.


En el Top 10 español hay dos grupos bien diferenciados: las Facultades de Economía que juegan la "UEFA Champions League" en Europa (Universidad Pompeu Fabra, Universidad Carlos III y Universidad Autonóma de Barcelona) y las que juegan la "UEFA Europa League" (Universidad de Alicante, la Universidad de Barcelona y la Universidad de Valencia). La distancia entre los dos grupos de excelencia está aumentando con el tiempo, pero también es verdad que la distancia entre el segundo grupo y el resto de Facultades de Economía españolas aún se ha ampliado más.

El Ministro Wert incluyó en el Real Decreto-ley 14 /2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo una medida que va en la buena línea de premiar la excelencia de los profesores que dedican parte de su tarea universitaria a la investigación, y que la misma es reflejada en la publicación en revistas revistas científicas del área de Economía indexadas en la base JCR Web y que es, en última instancia, ya recompensada económicamente con la obtención del complemento de productividad de la actividad investigadora (sexenio) otorgado por la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora.

Esta medida "discriminatoria" premia a los profesores con éxito probado en su producción científica y se concreta ahora en la reducción horaria de la actividad docente respecto a los que no han dedicado parte de su tarea universitaria a la actividad investigadora. En concreto, en el Real Decreto-ley se establecen tres grupos:
  • La dedicación docente se establece como máxima en 16 créditos [1] para los Catedráticos de Universidad con cuatro o más sexenios de investigación (estando el último en vigor) y al resto de profesores universitarios funcionarios con tres o más sexenios de investigación (estando el último en vigor). 
  • La dedicación docente aumentará como máximo a 32 créditos para cualquier profesor universitario funcionario que no haya sometido a evaluación el primer período de seis años de actividad investigadora, que haya obtenido una evaluación negativa de dicho período, o que hayan transcurrido más de seis años de la última evaluación positiva.
  • Finalmente, en el resto de casos la actividad docente queda fijada como hasta ahora, un máximo de 24 créditos.
Esta debe ser la primera medida pero no la última de una amplia lista. Las próximas podrían ser las siguientes:  i) aumentar en gran medida la retribución asignada a los complementos de productividad de la actividad investigadora o sexenios (y con mayor cuantía para cada tramo acumulado); ii) establecer el distrito único universitario nacional, para que los mejores alumnos vayan a las mejores universidades (con becas de movilidad generosas). Ello implicaría una competencia entre universidades para captar a los mejores alumnos; iii) establecer que solamente las universidades con carácter más investigador impartan estudios de postgrado (Máster y Doctorado). Para tal fin, bastaría con exigir determinado número de sexenios de investigación al conjunto (y también individualmente) de los profesores que vayan a impartir su docencia en postgrado; iv) reducir el número de años de los Grados (de los cuatro actuales a tres como ocurre en la mayoría de los países de la Unión Europea) para liberar recursos con el objetivo último de establecer titulaciones de postgrado de mayor calidad.
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[1] Una asignatura en un Grado tiene normalmente 6 créditos.

miércoles, 9 de mayo de 2012

El desempleo es la variable de ajuste


El semanario de información económica argentino El Economista me ha hecho una entrevista en la que contesto a una serie de preguntas sobre el origen de la crisis económica en España, los errores cometidos en el pasado y las perspectivas de la economía española en el contexto de los problemas de la eurozona, entre otras cuestiones de actualidad.

Aquí esta el enlace con la entrevista completa en la edición on line.

Como pueden imaginar no me preguntaron por el asunto YPF.

lunes, 7 de mayo de 2012

El proceso de desapalancamiento de la economía española: un significativo avance pero insuficiente, 2007-2011

La crisis financiera internacional y la posterior crisis económica tuvieron su origen en un exceso de deuda del sector privado, tanto en EE.UU. como en otros países de la zona del euro. Y la economía española es una de las que están en peor posición relativa dentro de la zona del euro respecto al endeudamiento.

Nadie sensato discute ya que el elevado endeudamiento constituye el principal obstáculo para la recuperación de la economía española. Y esto es así, tanto por el nivel elevado de endeudamiento privado, de las familias y de las empresas (no financieras y financieras), como de las AA.PP.

El problema subyacente es que la mayor parte de los pasivos financieros de hogares y empresas no financieras tienen su contrapartida en los balances (como activos financieros, claramente deteriorados por la crisis inmobiliaria) de una parte del sector instituciones financieras: las entidades de depósito (bancos, cajas y cooperativas de crédito). Algo parecido ocurre con los nuevos pasivos emitidos por las AA.PP. para financiar sus elevados déficit presupuestarios -en este caso el Estado- que han sido adquiridos en su mayor parte por las entidades de depósito españolas haciendo uso de las facilidades de financiación del Banco Central Europeo (nuevamente aparecen como activos financieros en sus balances).

En está entrada del Blog mostramos algunos rasgos característicos del proceso de endeudamiento y posterior desapalancamiento de la economía española. Los datos proceden de las Cuentas Financieras de la Economía Española elaboradas por el Banco de España y cubren hasta el tercer trimestre de 2011. [1]

En el gráfico adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se muestra el saldo de la cuenta de las operaciones financieras (u operaciones financieras netas) en % del PIB [(adquisiciones netas de activos financieros - pasivos netos contraídos)/PIB]: a) del resto del mundo con la economía española que aproximaría el saldo de la cuenta financiera de la economía española con el exterior; b) y desagregado para los sectores institucionales españoles: AA.PP., hogares y empresas (financieras y no financieras). En este último caso, se trataría del "saldo financiero" de cada sector institucional con el conjunto de sectores institucionales (resto de sectores residentes y el resto del mundo). [2]
























Como muestran las cifras del gráfico el proceso de desapalancamiento de la economía española ha sido significativo pero insuficiente. Por un lado, desde el tercer trimestre de 2007 al tercer trimestre de 2011, el saldo financiero del sector privado ha mejorado en 17,65 puntos porcentuales sobre el PIB, pasando de un saldo financiero negativo a uno positivo. Por sectores institucionales esta mejora del saldo financiero aparece desglosada en el gráfico de la siguiente manera: una mejora de 5,41 puntos porcentuales sobre el PIB para los hogares, y una mejora de 12,24 puntos porcentuales sobre el PIB para las empresas (no financieras y financieras).

El problema es que el conjunto de las AA.PP. han pasado en este periodo de un saldo de su cuenta financiera positivo a otro muy negativo (por el aumento de los desequilibrios presupuestarios) lo que en % del PIB se ha traducido en un empeoramiento del saldo financiero acumulado entre el tercer trimestre de 2007 y el tercer trimestre de 2011 de 11,62 puntos porcentuales. Y ello ha provocado un mayor endeudamiento del sector público.

No obstante, si agregamos el desapalancamiento del sector privado con el mayor endeudamiento de las AA.PP., la economía española ha registrado en su conjunto una mejora del saldo de la cuenta de operaciones financieras con el resto del mundo de 6,03 puntos porcentuales sobre el PIB. 

No cabe duda que el proceso de consolidación fiscal (alcanzar un déficit público del 3% a finales de 2013) debe continuar -aunque quizá se debería alargar de 2013 a 2015- pero también resulta imprescindible que continúe el proceso de reducción de la deuda neta de las familias y de las empresas, especialmente las no financieras, que mantienen todavía ratios de endeudamiento más elevados que sus homólogas de la zona del euro, tal y como vimos en una reciente entrada del Blog.

Yo creo que falta calidad en la comunicación del Gobierno de España con la opinión pública. El mensaje debe claro, directo y "pedágogico", y debe transmitir el doble objetivo del proceso de ajuste o consolidación fiscal.

En este sentido, el proceso de consolidación fiscal no sólo tiene como objetivo el reducir el desequilibrio presupuestario de las AA.PP. (y evitar el aumento del endeudamiento), sino que debe servir también para aumentar la eficiencia de los programas de gasto público del conjunto de las AA.PP. (sanidad, educación no universitaria y universitaria, prestaciones por desempleo, inversión pública, evitar duplicidades entre distintas administraciones, entre otros). Esta mejora de la eficiencia de los programas de gasto público se tenía que haber abordado tarde o temprano, con o sin crisis económica y financiera.
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[1] Cifras obtenidas del Boletín Estadístico del Banco de España, Cuadro 2.7 y de las Cuentas Financieras de la Economía Española, Cuadro 2.2.
[2] En todos los casos, las cifras son flujos anuales no stock acumulado.
[3] Y sin olvidarnos de la mejora de la equidad del sistema tributario, con un exceso de gastos fiscales, tal y como tratamos en una entrada de este Blog.