lunes, 30 de septiembre de 2013

La insostenibilidad de las finanzas públicas españolas a largo plazo y la probabilidad de impago de la deuda


En una entrada reciente del Blog presentamos la evolución temporal histórica (1964-2012) y las proyecciones (2013-2018) de las principales variables fiscales macroeconómicas de la economía española. La evolución reciente y las proyecciones del déficit público primario y del stock de deuda pública ponen en serias dudas la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas españolas.

La dinámica temporal del stock de deuda pública en porcentaje del PIB, b(t), viene dada por la siguiente expresión:

b (t) = d (t) + (1+ λB ) b (t-1)         [1]

donde d (t) es el déficit público primario (excluidos los pagos por intereses de la deuda pública acumulada) en porcentaje del PIB, b (t-1) es el stock de deuda pública del año anterior en porcentaje del PIB, y λB es una tasa de actualización definida como:

λB = (rB-n)/(1+n)                           [2]

(1+λB) = (1+ rB) (1+n)                    [3]

donde rB es  el tipo de interés real de la deuda pública y n representa la tasa de crecimiento real del PIB.

La expresión [1] implica que si la economía española sigue creciendo (n) a tasas inferiores al tipo de interés real de la deuda pública (rB), la estabilización del tamaño de la deuda pública en términos de PIB debería provenir de un mayor ajuste fiscal, que debe ser de magnitud suficiente para generar mayores superávit públicos primarios que compensen el efecto perverso de retroalimentación de la carga financiera (los pagos de intereses de la deuda acumulada). 

Las proyecciones del FMI sobre el superávit público primario de la economía española no son muy optimistas, puesto que prevé que a finales de 2018 todavía se registrará un déficit público primario de 1,4 puntos porcentuales en relación al PIB (véase gráfico 6 adjunto, hacer clic sobre el mismo para verlo más grande). Ello supone que la deuda pública seguiría creciendo en una senda insostenible hasta alcanzar el 110,8% del PIB en 2018).



El dilema para nuestro Gobierno está servido: o logra impulsar el crecimiento real de la economía española por encima del nivel de los actuales tipos de interés reales de la deuda pública o, por el contrario, se verá obligado a introducir mayores ajustes presupuestarios (aumento de los impuestos y/o caída del gasto público) para generar superávit públicos primarios que logren estabilizar la ratio deuda pública/PIB.

Si no logra que la economía se recupera sustancialmente en un horizonte más o menos cercano ni profundiza en el ajuste fiscal, la insostenibilidad temporal del stock de deuda pública en proporción al PIB podría conducir a un default (impago de la deuda) y a la necesidad de una reestructuración de la misma.

Recientes informes van en la dirección de que el default (impago de la deuda) no es descartable para la economía española. Por ejemplo, el servicio de datos y análisis de la agencia de rating Standard and Poor’s, S and P Capital IQ, lo recoge en su último informe trimestral . En dicho estudio, España aparece como el décimo tercer país del mundo con mayor probabilidad de impago de aquí a cinco años. En concreto, la posibilidad de incurrir en default se sitúa en el 22,56% (páginas 21 y 22 del citado informe), sólo por detrás de Argentina, Chipre, Venezuela, Grecia, Egipto, Pakistán, Ucrania, Portugal, Líbano, Irak, Túnez y Serbia (buenos compañeros de viaje).

Nuestros acreedores alemanes y franceses lo saben, pero aguantan en el bunker esperando el hundimiento (pero desapalancándose de nuestra deuda, lentamente pero sin pausa).

jueves, 19 de septiembre de 2013

Vídeo de una entrevista reciente al macroeconomista Stanley Fisher


Stanley Fischer conversa en el vídeo que insertamos en esta entrada del Blog con Charlie Rose (locutor y periodista de la cadena de televisión estadounidense PBS y de Bloomber Television) acerca de la economía mundial, sus previsiones sobre el sucesor de Ben S. Bernanke en la Reserva Federal y, finalmente, sobre los esfuerzos de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, para frenar la crisis de deuda soberana de la zona euro.

Stanley Fisher fue catedrático de Economía en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), Bostón, EE.UU., entre 1977-1988 y 1990-1994, períodos en los que escribió tres libros de gran influencia académica: i) Introductory Economics, (con D. Begg and R. Dornbusch), 2008, 9ª edición, McGraw-Hill Higher Education; ii)  Macroeconomics, (con R. Dornbusch y Richard Startz), 2013, 12ª edición, McGraw-Hill Higher Education; iii) Lectures on Macroeconomics (con Olivier J. Blanchard), 1989, The MIT Press. Como dato curioso, el profesor Fisher fue el Director de la Tesis Doctoral del actual Presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Ben Bernanke.

Entre enero de 1988 y agosto de 1990, fue Vicepresidente de Economía del Desarrollo y economista jefe del Banco Mundial. Desde septiembre de 1994 y hasta finales de agosto de 2001 ocupó el cargo de Primer Subdirector Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Después de dejar el FMI, entre febrero de 2002 hasta abril de 2005, Stanley Fisher trabajó en el sector bancario como Vicepresidente del banco estadounidense CitigroupFinalmente, el 9 de enero de 2005 fue nombrado Gobernador del Banco de Israel, puesto que ha estado ejerciendo hasta finales de junio de 2013.

Disfrutren y practiquen el inglés americano.

Stanley Fischer on Charlie Rose show

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Evolución histórica de las variables macroeconómicas fiscales de la economía española, 1964-2012, y proyecciones 2013-2018

En esta entrada del Blog se presenta la senda temporal de las principales variables macroeconómicas de las AA.PP. españolas (medidas en % del PIB) actualizadas para el periodo 1964-2012. En concreto, se ha añadido la cifra provisional del año 2012 y se han corregido también todas las cifras anteriores con datos actualizados de las nuevas series elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los datos provienen de las Cuentas Financieras de la Economía Española elaboradas por el Banco de España y de la Contabilidad Nacional de España elaborada por el INE. También se presentan previsiones de déficit público total (incluyendo los pagos de intereses de la deuda pública acumulada), del déficit público primario (sin incluir los pagos de intereses de la deuda pública acumulada) y del stock de deuda pública bruto (según la metodología del Déficit Público Excesivo), previsiones presentadas en el pasado mes de abril por el Ministerio Economía y Competitividad y por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el periodo 2013-2018.

Me gustaría destacar los tres últimos periodos de la historia presupuestaria de la economía española: a) el ajuste fiscal del periodo 1996-2007; b) el deterioro brusco y profundo de las finanzas públicas en los años 2008 y 2009, después del inicio de la crisis económica derivada de la crisis financiera internacional; y c) el nuevo periodo de ajuste fiscal que comenzó en el año 2010 que avanza muy lentamente y que incluso ha dado un paso atrás en 2012.

En el primer gráfico (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) aparece la evolución de los ingresos totales, los gastos totales y los gastos netos de intereses de la deuda pública o gastos públicos primarios. En primer lugar, destacar el hundimiento de los ingresos en 2008 y 2009 y el espectacular crecimiento de las dos variables representativas de los gastos públicos. En segundo lugar, se puede observar que en 2012 se ha frenado el ligero retroceso de los años 2010 y 2011 de las dos variables representativas del gasto público, con los gastos totales alcanzado cotas históricas (un 47,7% del PIB) y con el gasto público primario volviendo a crecer ligeramente (hasta el 44,7% del PIB). Por último, los ingresos públicos no logran apenas recuperarse y se sitúan todavía a niveles del año 1990 (37,1% del PIB).


En el segundo gráfico se presenta la evolución del ahorro bruto total y del ahorro bruto excluido los pagos de intereses de la deuda pública del total de las AA.PP. La primera variable se obtiene del saldo conjunto de las cuentas corrientes (ingresos y gastos corrientes) de las AA.PP. (cuentas de producción, distribución y utilización de la renta). El ahorro bruto total y primario, que había crecido ininterrumpidamente en una década (desde 1997 a 2007), retrocedió bruscamente en el año 2008 y alcanzó en 2009 niveles negativos no conocidos en esta serie histórica. En el periodo 2010-2012 el ahorro público primario ha registrado una ligera mejora mientras que el ahorro público total apenas ha mejorado. Ambas variables se sitúan todavía en 2012 en niveles negativos no deseables.


En el gráfico 3 se presenta la evolución temporal del superávit o déficit de las AA.PP. total y primario (excluidos los pagos de intereses de la deuda). Con más precisión, se trata de la capacidad (+) o necesidad de financiación (-) total y neta de intereses, obtenida como suma del ahorro bruto y del saldo de la cuenta de capital de las AA.PP. En este caso, se incluye además de los ingresos y gastos públicos corrientes, los ingresos y los gastos de capital de las AA.PP., incluida la inversión pública, entre otras partidas.


Como se puede observar en el gráfico, un periodo significativo de ajuste fiscal comenzó después de 1995 (año en el que se alcanzó un déficit público récord hasta la fecha del -6,6%), para posteriormente reducirse en años sucesivos el déficit hasta el año 2004, y generándose superávit públicos crecientes en el periodo 2005-2007. Nuevamente, el año 2008 marca un cambio de tendencia brusco, al aparecer cifras de déficit público total del -4,5%, cifras no registradas desde el año 1996. En el año 2009 se alcanzó una nueva cifra récord: un -9,4% de déficit público primario y un -11,2% de déficit público total en estos 48 últimos años de historia de la hacienda pública española. Finalmente, el proceso de consolidación fiscal que había tenido relativo éxito en el periodo 2010-2011, se ha frenado significativamente en 2012, al registrarse una nueva subida del déficit público primario hasta alcanzar el -7,7% del PIB, mientras que el déficit público total ha vuelto a crecer hasta alcanzar el -10,6% del PIB, cifra aún muy alejada del límite del -3,0% vigente para los países de la zona del euro.

En el gráfico 4 se muestra la senda temporal de dos variables representativas del stock de deuda pública de las AA.PP. La primera es el stock de deuda pública total medido por el conjunto de los pasivos financieros totales de las AA.PP. En el segundo caso, la segunda variable representativa del stock de deuda pública (menor en niveles por las partidas que incluye) es construido según la metodología del Protocolo de Déficit Excesivo (PDE) incluido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la zona del euro (esta es la cifra oficial que pública el Banco de España y el Banco Central Europeo sobre el total de la deuda pública española). En ambos casos, la reducción es espectacular desde el año 1996 hasta el año 2007, y nuevamente se produce un deterioro muy significativo y persistente desde el inicio de la crisis financiera internacional en el año 2008. Con más detalle, en el año 2012 el stock de deuda pública según la metodología del PDE ha vuelto a crecer hasta alcanzar la cifra récord del 84,2% del PIB, sobrepasando ampliamente el límite impuesto por el Tratado de Maastricht (60% del PIB).


En los gráficos 5, 6 y 7 se han añadido a los gráficos 3 y 4, algunas previsiones disponibles para el periodo 2013-2018 de las cifras del déficit público total, del déficit público primario y del stock de deuda pública según la metodología PDE. Las previsiones del Ministerio de Economía y Competitividad provienen de la publicación Actualización del Programa de Estabilidad, 2013-2016 remitida a la Comisión Europea el pasado mes de abril, mientras que las previsiones del FMI aparecen en la base de datos World Economic Outlook Database, April 2013, publicada también el pasado mes de abril.




En primer lugar, las previsiones disponibles para el déficit público total (gráfico 5) del Ministerio de Economía y Competitividad indican que la continuidad del proceso de ajuste fiscal en 2013-2018 posibilitarán que el déficit del conjunto de las AA.PP. alcance a finales de 2016 el 2,7% del PIB por debajo del límite impuesto por el Tratado de Maastricht del -3%), situándose con un ligero superávit del 0,6% en 2018. Las previsiones del FMI son mucho más pesimista y los técnicos del organismo estiman que ni siquiera en 2018 se podrá alcanzar este objetivo, ya que el déficit público total se situará en el -5,6% del PIB.

En segundo lugar, en relación al déficit público primario (gráfico 6), nuevamente las previsiones del Ministerio son optimistas, ya que estiman que en 2016 se alcanzará un superávit primario del 0,9%. En este caso, nuevamente el FMI es mucho más pesimista, puesto que prevé que a finales de 2018 todavía se registrará en la economía española un déficit primario de 1,4 puntos porcentuales en relación al PIB.

Por otra parte, las previsiones sobre la evolución del stock de deuda pública según la metodología del PDE (gráfico 7) son claramente divergentes. Mientras que el Ministerio prevé que la ratio del stock de deuda pública en % del PIB comienza a reducirse a partir de 2017 hasta situarse a finales de 2018 en el 92,2% del PIB, el FMI estima que la ratio seguirá ininterrumpidamente creciendo hasta situarse a finales de 2018 en el 110,6% del PIB. En ambos casos, las previsiones del stock de deuda pública se encuentran muy alejadas del límite impuesto en el Tratado de Masstricht (60% del PIB).

¿A qué se deben estas significativas diferencias en las previsiones del nivel stock de deuda pública (en % del PIB) del Ministerio y del FMI?

Las diferencias se sustentan en las importantes divergencias que existen entre las respectivas previsiones de la tasas de crecimiento real de la economía, de las tasas de interés real de la deuda pública y del nivel de déficit público primario (variable dependiente a su vez de la dinámica de ingresos públicos y de gastos públicos excluidos los pagos por intereses de la deuda pública), variables responsables de la dinámica temporal de la deuda pública (junto al nivel actual del stock de deuda pública).

Por último, las últimas cifras publicadas esta semana por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas sitúan el déficit público total a finales de julio de 2013 en el 5,27% del PIB, acercándose en los primeros siete meses, tanto al objetivo previsto para 2013 en la Actualización del Plan de Estabilidad 2013-2016 (tope del 6,3% del PIB) como a la previsión ya comentada del FMI para este año (6,6% del PIB). Los datos del endeudamiento público aún son mas negativos. El stock de deuda pública alcanzó hasta julio de 2013 el 92,6% del PIB, superando ya el 91,6% pactado con la zona euro para todo el año 2013.

martes, 3 de septiembre de 2013

Tres universidades españolas destacan en el ranking 500 de Shanghai en el área de Economía y Empresa


El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) (conocido también como "proceso de Bolonia", por el nombre de la ciudad italiana en la que se firmó la declaración política que abrió el espacio europeo universitario) no sólo significa una homologación de títulos a nivel europeo, sino también debería abrir la competencia entre las universidades europeas y españolas entre sí en la captación de los mejores alumnos y profesores.

Una de las variables clave para poder elegir una Facultad y una Universidad en el nuevo contexto debería ser sin duda el nivel científico de su profesorado, por lo que indicadores de la "calidad" de las publicaciones de investigadores y profesores, van a pasar a un nivel más que relevante. Los ranking internacionales de universidades son también importantes por varios motivos. Además del evidente prestigio internacional, son fundamentales por las importantes ventajas económicas que eso puede traer en un momento en el que los planes autonómicos, nacionales y europeos de apoyo a las universidades (fondos de investigación para los profesores, incentivos económicos a los mejores profesores, ..) deberían de tener un claro objetivo: premiar la excelencia. Y la excelencia se cuantifica en este tipo de listados (guste o no guste), entre otro tipo de cosas.

En relación a este tema, se ha publicado recientemente el Academic Ranking of World Universities (ARWU) 2013 elaborado desde 2003 por la Shanghai Jiao Tong University, China. Este ranking de universidades clasifica las mejores 500 universidades a nivel internacional (de un total de 1000 universidades analizadas).

El ranking de las universidades se realiza en base a un Indicador Sintético Ponderado compuesto de 6 indicadores ponderados:
  • La calidad de la docencia medida por los alumnos que han sido galardonados con un Premio Nobel o con premios de investigación relevantes (indicador Alumni, peso del 10%).
  • La calidad de la Facultad medida por dos indicadores: i) los profesores que han sido galardonados con un Premio Nobel o con premios de investigación relevantes (Award, peso del 20%); y ii) los profesores que tienen artículos muy citados por otros artículos en 21 categorías temáticas (indicador HiCi, peso del 20%).
  • La calidad de la investigación medida por dos indicadores: i) artículos publicados entre 2008 y 2012 en las revistas científicas Nature y Science (indicador N&S, peso del 20%); y ii) artículos publicados en 2012 en la base científica de revistas Journal of Citation Reports Web (JCR) elaborada por la división de Ciencia de la empresa Thomson Reuters, incluyendo el Science Citation Index-Expanded (SCIE) y Social Science Citation Index (SSCI) (indicador PUB, peso del 20%).
  • El rendimiento académico per cápita de la institución medido por la puntuación de los 5 anteriores indicadores dividido por el número de personal académico a tiempo completo (indicador PCO, 10% del peso).
A la universidad con mayor puntuación se le asigna un valor 100, y la puntuación del resto de universidades se obtiene como un porcentaje de la puntuación de la universidad que lidera el ranking. La clasificación de universidades se realiza para el conjunto de la misma pero también en base a 5 campos científicos [i) Ciencias Naturales y Matemáticas, ii) Ingeniería, Tecnología e Informática, iii) Ciencias de la Vida y Agricultura, iv) Medicina y Farmacia, v) Ciencias sociales], y en base a 5 campos de conocimiento o materias [(i) Matemáticas, ii) Física, iii) Química, iv) Informática, v) Economía y Empresa].

En esta entrada del Blog nos centramos en la posición de las Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales de las universidades españolas en el ranking Top 500 mundial.

En primer lugar, en la Tabla 1 mostramos el ranking utilizando el Indicador Sintético Ponderado (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande). En el Top 200 sólo aparecen las Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales de tres universidades españolas: la Universidad Pompeu Fabra en el rango del 101 al 150 y la Universidad de Valencia y la Universidad Carlos III en el rango del 151 al 200.


El panorama cambia muy positivamente si sólo utilizamos el indicador PUB (véase Tabla 2), que hace referencia a la producción científica global de los profesores en relación a los artículos publicados en las revistas indexadas en la base de datos JCR. En este caso, la Universidad de Valencia lidera el ranking español y escala espectacularmente hasta el puesto 53 mundial, mientras que la Universidad Carlos III se sitúa en el puesto 97 y la Universidad Pompeu Fabra se sitúa en el puesto 121.


Afortunadamente, no todas las Facultades de Economía (y los profesores universitarios de la disciplina de Economía y de la disciplina de Empresa) son iguales y, por lo tanto, no deberían ser tratados por igual. Las diferencias salariales derivadas del plus de productividad investigadora que otorga la Comisión Nacional de Evaluación de la Actividad Investigadora (CNEAI) dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (básicamente publicaciones en artículos de la base de datos utilizada para elaborar el ranking) son ridículas. El "café para todos" tan típicamente español debería ser "cortado" aprovechando la introducción del EEES en la Universidad española. Pero eso es otra historia.

El Real Decreto-ley 14 /2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo aprobado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, no ha introducido una mayor diferencia salarial entre los profesores (mayores retribuciones por sexenio), pero al menos premia a aquellos con éxito "probado" en su producción científica. En concreto, se establece dos casos de reducción horaria de la actividad docente de dos grupos de profesores (un caso más exigente que el otro) respecto a aquellos profesores que no han dedicado parte de su tarea universitaria a la actividad investigadora (en este caso se les aumenta la carga docente).

Esta debe ser la primera medida pero no la última de una amplia lista. Las próximas podrían ser las siguientes: i) aumentar en gran medida la retribución asignada a los complementos de productividad de la actividad investigadora o sexenios (y con mayor cuantía para cada nuevo tramo acumulado y de manera creciente); ii) establecer el distrito único universitario nacional, para que los mejores alumnos vayan a las mejores universidades (con becas de movilidad generosas). Ello implicaría una competencia entre universidades para captar a los mejores alumnos; iii) establecer que solamente las universidades con carácter más investigador impartan estudios de postgrado (Máster y Doctorado). Para tal fin, bastaría con exigir determinado número de sexenios de investigación al conjunto (y también individualmente) de los profesores que vayan a impartir su docencia en postgrado; iv) reducir el número de años de los Grados (de los cuatro actuales a tres como ocurre en la mayoría de los países de la Unión Europea) para liberar recursos con el objetivo último de establecer titulaciones de postgrado de mayor calidad. [1]

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[1] Sólo España, Chipre, Turquía y Eslovenia están aplicando unos Grados de cuatro años y un Máster de uno (lo que se le conoce como 4+1), el resto de las universidades europeas han adaptado sus títulos a tres años de Grado y dos de Máster (3+2), dándole un mayor protagonismo a la especialización de lo que se le otorga en España.