sábado, 17 de octubre de 2009

El tamaño de los multiplicadores fiscales y la efectividad de la política fiscal discrecional en el contexto de la crisis económica internacional

La utilización de políticas fiscales expansivas de carácter discrecional está desempeñando un papel importante en la respuesta de la política económica de los países de la OCDE ante la caída de la demanda agregada y de la producción generada por la actual crisis económica internacional. De hecho, todos los países han introducido medidas fiscales discrecionales (estímulos fiscales o paquetes fiscales expansivos) en respuesta a la crisis, aunque estas medidas no constituyen el principal factor que ha propiciado el alza de los déficit públicos. De hecho, en la mayoría de los países, el alza del stock de la deuda pública en relación al PIB viene determinada en mayor medida por la influencia negativa de los estabilizadores automáticos (el ciclo económico) y por otras medidas discrecionales de política económica ajenas a la crisis económica internacional.

Como nos indican los manuales introductorios de macroeconomía, la efectividad de la política fiscal discrecional para estimular la demanda y el output viene determinada por el valor de los multiplicadores fiscales (de gasto público y de impuestos). En síntesis, los multiplicadores fiscales miden  el efecto de las medidas fiscales en actividad agregada, expresando la magnitud en % del aumento final en el PIB en un año dado, e incluyendo no sólo el primer efecto directo de la medida sino también  los efectos indirectos inducidos posteriormente.

En el cuadro adjunto (de los estudios que acompañan al informe OECD Economic Outlook, Junio, 2009) se muestra los resultados de los valores estimados para los multiplicadores fiscales de los países de la OCDE (como media de los países), según las simulaciones planteadas en varios modelos macroeconométricos citados en la nota del cuadro, y bajo el supuesto de que la política monetaria es "seguidora" de la política fiscal (véase al respecto el trabajo de Bajo-Rubio, Díaz-Roldán y Esteve (2009)), supuesto que se ajusta bastante a las circustancias actuales (Hacer click sobre el cuadro para hacerlo más grande).


De los datos del cuadro se pueden extraer tres sugerentes conclusiones:

1) Los valores estimados de los multiplicadores del gasto público superan, en general, a los de los impuestos. En concreto, los multiplicadores del gasto público se sitúan en el primer año ligeramente por encima de la unidad (1.1).

2) Los valores estimados de los multiplicadores de los impuestos son más pequeños (de media la mitad de los valores estimados para el gasto público). Por un lado, una reducción de los impuestos de la renta de las personas físicas tiene un efecto  ligeramente superior (entre 0.5 y 0.8) que una reducción de otros impuestos (entre 0.2 y 0.6).

3) El multiplicador fiscal tiene a subir ligeramente del primero al segundo año posterior a la introducción del impulso fiscal discrecional. Este efecto es más claro en las reducciones impositivas, dado el efecto indirecto inducido sobre el gasto en consumo.

Estos resultados son consistentes con los resultados del modelo macroeconométrico global de la OCDE (OECD INTERLINK Model). En este modelo se estima para las economías más abiertas al exterior un multiplicador de corto plazo para aumentos en el gasto público que se sitúa alrededor del 0.9 para el primer año y el 1.3 para el segundo, mientras que el multiplicador asociado a recortes de impuestos alcanza un valor del 0.6 el primer año subiendo hasta el 1.0 en el segundo.

El infome de la OCDE llama la atención de que los valores medios de estos multiplicadores deben ser ajustados por dos factores.

En primer lugar, los valores son más pequeños para las economías más abiertas. Este problema se ve claramente en el siguiente gráfico:



Cuando un país está muy abierto al exterior aparecen efectos desbordamiento negativos de su política fiscal expansiva discrecional, ya que parte del estímulo fiscal se escapa hacia otros países a través de mayores importaciones, lo que reduce el valor "real" del multiplicador fiscal. En el gráfico se representa un diagrama de la dispersión de los multiplicadores fiscales de gasto público de primer año y de la apertura al exterior (medida por la ratio de importaciones/(PIB + importaciones)). Se puede ver fácilmente como existe una correlación inversa entre los valores del multiplicador fiscal del gasto y el mayor grado de apertura al exterior de la economía nacional.

En segundo lugar, el informe de la OCDE advierte que los valores actuales de los multiplicadores fiscales pueden ser más bajos que los estimados en el cuadro, debido a las circunstancias particulares que acompañan a la actual crisis económica internacional. De hecho dos factores contrapuestos hacen que en la actualidad el multiplicador fiscal tome un valor más alto o más bajo que bajo circunstancias normales, aunque probablemente el efecto neto sea la disminuación del valor del mismo y, por lo tanto, de la efectividad de la política fiscal discrecional.

Por una parte, en la coyuntura actual, el estímulo fiscal puede ser más eficaz (el valor del multiplicador es más elevado) que bajo circunstancias normales, puesto que el mal funcionamiento de los mercados financieros y las restricciones de crédito puede llevar a que parte del estimulo fiscal se destine al gasto más que al ahorro, ante las dificultades del sector privado para obtener créditos. Por otra parte, el estímulo fiscal puede ser también  menos eficaz (su valor es más reducido) en la coyuntura actual por varias razones. En primer lugar, el deterioro de las expectativas económicas, la mala coyuntura económica y la caída del empleo, puede elevar la tasa de ahorro por motivo "precaución". En segundo lugar, el alto nivel de endeudamiento de las familias puede conducir a aumento de su propensión al ahorro. Adicionalmente, el deterioro de las expectativas empresariales y las restricciones de crédito puede conducir a las empresas a aplazar sus decisiones de inversión productiva y a aumentar también su propensión a ahorrar, a pesar de los estímulos fiscales. Además, este problema afecta en mayor medida a los multiplicadores relacionados con los recortes de impuestos.

En base a estos elementos distorsionantes, la OCDE ha ajustado los valores de los multiplicadores fiscales para cada país con el objeto de poder evaluar con más precisión el impacto de los paquetes de impulsos fiscales aprobados por cada país miembro. En el siguiente cuadro se presentan los dos tipos de multiplicadores para cada país: a) los valores estimados de referencia ("Ref." en el cuadro) ajustados por el grado de apertura exterior de cada país (medido por la ratio de importaciones/(PIB+importaciones) y por los efectos de la coyuntura económica actual, básicamente el aumento en la propensión al ahorro del sector privado; y b) los valores estimados ajustados solamente por el grado de apertura exterior ("High" en el cuadro).






















Como se puede observar los efectos potenciales de los estímulos fiscales discrecionales varían bastante dependiendo del instrumento fiscal utilizado y de los países.

Por un lado, Estados Unidos, Japón y Australia (países con un bajo grado de apertura exterior) presentan los multiplicadores fiscales más altos mientras que, por ejemplo, Bélgica, Eslovaquia, Hungría, República Checa, Irlanda y Holanda (países con un elevado grado de apertura exterior) presentan multiplicadores fiscales más reducidos.

Para el caso español destacar dos rasgos fundamentales: i) los mayores valores relativos de los multiplicadores asociados a aumentos de la inversión pública; y ii) los bajos valores relativos de los multiplicadores asociados a las reducciones impositivas, especialmente de los impuestos indirectos.  Además, sobre la base de estos valores de los multiplicadores, se podría afirmar que el ajuste fiscal propuesto por el Gobierno de España basado en aumentos de la imposición indirecta para el 2010, tendría un efecto menos negativo sobre el PIB (para el 2010 y 2011), que un ajuste equivalente basado en un recorte de cualquier tipo de gasto o en subidas equivalentes de los impuestos sobre la renta personal.

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