miércoles, 20 de noviembre de 2013

La tasa de ocupación y la tasa de actividad desde el inicio de la crisis financiera internacional: ¿Cómo afectan a largo plazo a la renta per cápita de EE.UU.?



El crecimiento económico a largo plazo puede ser aproximado por la evolución de la renta per cápita, macromagnitud que depende de la evolución de tres factores (los dos primeros económicos y el último demográfico):

PIB/población total = (PIB/población ocupada) x (población ocupada/población activa) x (población activa/población total)

o equivalentemente [1]:

renta per per cápita = productividad aparente del trabajo x tasa de ocupación x tasa de actividad

La evolución de la tasa de ocupación y de la tasa de actividad de la economía americana desde el inicio de la crisis financiera internacional en 2008 es muy negativa, lo que está condicionando el crecimiento actual y potencial de los EE.UU., puesto que el crecimiento de la productividad aparente del trabajo (véase dos primeros gráficos; hacer click sobre los mismos para verlos más grandes) no ha podido compensar la caída de estas dos ratios. El resultado es la caída inicial y el estancamiento posterior de la renta per cápita desde el inicio de la crisis económica conocida como la Gran Recesión (véase segundo y tercer gráfico).





En los dos siguientes gráficos se presenta la evolución histórica y la reciente, respectivamente, de la tasa de ocupación. El nivel máximo histórico de la ratio se alcanzó en abril del 2000 (un 64,7%) y al comienzo de la crisis de financiera internacional de 2008 se situaba en el 62,9%. Desde 2008 no se ha recuperado y el último dato disponible sitúa a la tasa de ocupación (octubre de 2013) en el 58,3%, el nivel más bajo en 30 años (septiembre de 1983).



Por último, en los dos siguientes gráficos se presenta la evolución histórica y la reciente, respectivamente, de la tasa de actividad. El nivel máximo histórico de la ratio se alcanzó en enero del 2000 (un 67,73%) y al comienzo de la crisis de financiera internacional de 2008 se situaba en el 66,2%. Desde 2008 no se ha recuperado, y el último dato disponible sitúa a la tasa de actividad (septiembre de 2013) en el 63,2%, el nivel más bajo en 30 años (agosto de 1978).



En síntesis, el problema a largo plazo del crecimiento a largo plazo de la renta per cápita de la economía americana es la recuperación de la tasa de ocupación (factor económico) y de la tasa de actividad (factor demográfico).
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[1] La población activa en EE.UU. es la población de 15 años o más que se ha integrado en el mercado de trabajo, es decir, que tiene un empleo o que lo busca de forma activa. 

domingo, 10 de noviembre de 2013

Los beneficiarios del Programa de Cupones para Alimentos en EE.UU. siguen aumentando desde el inicio de la crisis financiera internacional


En los EE.UU. existe un programa gestionado por el Departamento de Agricultura Federal y los Estados conocido por las siglas SNAP (Supplemental Nutrition Assistance Program o Programa de Asistencia de Nutrición Complementaria), nueva denominación desde octubre de 2008 del antiguo Programa de Cupones para Alimentos (Food Stamp Program). El Programa SNAP comenzó en los EE.UU. en la década de los 30, como ayuda para que la población más pobre pudiera comprar alimentos y con el objetivo de "crear una sociedad más productiva". En 1971 se convirtió en un programa federal aunque en la actualidad cada Estado tiene reglas específicas.

En el contexto actual de altos niveles de desempleo (y de caída de ingresos familiares) a los que se enfrenta la economía de EE.UU., el Programa SNAP constituye la primera línea de defensa contra el hambre. Permite que las familias de bajos recursos adquieran alimentos con tarjetas de Transferencia Electrónica de Beneficios (EBT, Electronic Benefits Card). Para poder recibir la tarjeta que da derecho a comprar alimentos en establecimientos previamente especificados por el Programa SNAP, el ciudadano tiene que reunir ciertos requisitos. Con más detalle, dependiendo de su estatus migratorio y del tiempo que ha permanecido en territorio estadounidense, un individuo (y sus hijos) puede ser elegible para obtener los cupones que le permiten recibir alimentos gratis en los supermercados. Puede lograrlos incluso si posee algún otro beneficio como seguro social o pensión y si tiene empleo, un automóvil o si es dueño de la casa donde vive. 

Los requerimientos para la beneficiario del SNAP son diferentes en algunos Estados pero generalmente tienen en cuenta el número de personas en el hogar, los ingresos, las deudas, el total de la renta y otros gastos. La cantidad máxima asignada mensualmente a una persona individual es en la actualidad de 200 dólares y va subiendo su cuantía en función de las personas asignadas a su cargo.

Los datos históricos de todos los Estados se pueden ver con detalle en la web del Departamento Federal de Agricultura y los últimos datos disponibles fueron publicados recientemente por el Wall Street Journal

La crisis económica ha disparado el número de beneficiarios y el coste global del Programa, alcanzado cifras récord desde que se convirtió en un programa federal en 1971. A finales de junio de 2013, uno de cada seis estadounidenses (un 15% del total de la población) hacían uso del Programa de Cupones de Alimentos, es decir,  47,6 millones de personas (un 47% del total eran niños y un 26% más adicional eran adultos que vivían con niños) o 23 millones de hogares, y ello representaba un 80 % más de beneficiarios que en 2006. Además, el coste del Programa había alcanzado a finales de 2012 un total de 78.435 millones de dólares, con un aumento del 138% desde 2006. Por último, el beneficio medio mensual por persona y por hogar alcanza en la actualidad la cifra de 133 y 275 dólares, respectivamente.

Encabezan la lista negra, con un número superior de beneficiarios igual o superior al 20% de su población,  los Estados de Mississipi (22%), Oregon (21%), Tennessee (21%), Kentucky (20%) y New Mexico (20%).  Finalmente, destacar también que incluso los Estados relativamente más ricos han visto crecer espectacularmente el número de ciudadanos dependientes del Programa SNAP durante los últimos años: Florida (18% del total de su población),  New York (16%), Texas (15%), Massachusetts (13%), Maryland (13%), California (11%) y New Jersey (10%), entre otros. La capital de EE.UU., Washington DC, encabeza el ranking, con el 23% de la población que depende de cupones de alimentos para "sobrevivir".

Otro dato interesante es el porcentaje de la población por razas que utiliza los cupones de alimentos. Por ejemplo, en Washington DC, de los hogares norteamericanos de raza negra o afro-americanos, el 90,6% utiliza los cupones de alimentos. Entre los hispanos o latinos, el porcentaje se sitúa en el 5,8%, entre los blancos el 5,2%, y entre los asiáticos tan sólo el 0,7%.

El aumento de las prestaciones y el impulso de carácter temporal al Programa SNAP que supuso la "Ley de Reinversión y Recuperación de Estados Unidos de 2009" (en inglés: ''American Recovery and Reinvestment Act of 2009'', abreviada ARRA, Pub.L. 111-5, popularmente conocida como the Stimulus o The Recovery Act) ha llegado a su fin el 1 de noviembre de 2013, por lo que se prevé un recorte en las prestaciones para todos los hogares que se benefician del Programa.

Puede parecer increíble desde Europa, pero los cupones de alimentos se han convertido en la red de seguridad social por excelencia de los EE.UU. En España el papel de los cupones de alimentos lo ejerce la familia.