domingo, 27 de febrero de 2011

Predicciones de una casa de apuestas británica sobre el nuevo Presidente del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo



La casa de apuestas británica  paddypower.com nos presenta las últimas apuestas sobre quién será elegido como nuevo Presidente del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo para sustituir al francés Jean-Claude Trichet, cuyo mandato expira el 31 de mayo de 2011. Aún estáis a tiempo de ganar dinero. Mi favorito, el alemán Klaus Regling es el peor situado, ya que se paga 21 a 1. Reconozco que toda mi confianza está depositada en la Die Deutsche Bundeskänzlerin, Angela Merkel.

Mario Draghi (Gobernador de la Banca d'Italia), 1/1.44 

Erkki Liikanen (Gobernador del Banco de Finlandia), 1/3

Yves Merch (Gobernador del Banco Central de Luxemburgo), 1/9

Nout Wellink (Gobernador del Banco Central de los Países Bajos), 1/9

Klaus Regling (Consejero Delegado del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera), 1/21


jueves, 24 de febrero de 2011

Indicadores de expectativas inflacionarias a nivel mundial (II): evolución reciente de los precios internacionales de las materias primas

En la anterior entrada del Blog nos ocupábamos del posible efecto que el aumento reciente de los precios internacionales de los alimentos podría tener sobre el aumento de las expectativas inflacionarias y el parón del crecimiento económico global.

Ahora nos centramos en otro de los factores que pueden incidir en la misma dirección sobre las expectativas inflacionarias y las tasas de inflación, lo que podría desembocar a medio plazo en un endurecimiento de las políticas monetarias y en subidas de las tasas de interés de intervención de los bancos centrales. Nos estamos refiriendo al aumento de los precios internacionales de las materias primas energéticas y no energéticas.

En el primer gráfico (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se presenta la evolución temporal de enero 1991 a enero de 2011 de tres de los principales índices de precios internacionales de las materias primas elaborados por el Fondo Monetario Internacional:

  • El índice de precios del petróleo crudo que recoge la evolución media de los precios al contado o spot de los tres principales tipos de petróleo: el Data Brent, el West Texas Intermediate y el Dubai Fateh. 
  • El índice de precios de los metales que incluye los precios del cobre, aluminio, mineral de hierro, estaño, níquel, zinc, plomo y uranio.
  • El índice de las materias primas agrícolas que incluye los precios de la madera, algodón, lana, caucho y cueros.


Los aumentos continuados de los tres índices desde 2004 -fundamentalmente de los dos primeros- se truncaron bruscamente con el inicio de la crisis económica de 2008. Pero la escalada volvió con intensidad desde mediados de 2009 coincidiendo con la recuperación de la economía mundial, fundamentalmente de los países emergentes asiáticos, liderados por las economías de la India y de China. Con más detalle, desde enero de 2009 a enero de 2011, el índice de precios del petróleo crudo, el índice de precios de los metales y el índice de las materias primas agrícolas han aumentado un 111,1%, 82,1% y 151,7%, respectivamente.

En el segundo gráfico se representa la evolución más reciente (enero 2007 a enero 2011) del precio en dólares por barril del petróleo Dated Brent, precio de referencia en Europa. El Data Brent es el contrato de petróleo del mercado físico, donde se intercambian barriles reales de crudo, a diferencia de las transacciones financieras registradas por InternationalExchange, Inc, donde cotiza el contrato de futuros Brent. Los contratos del Data Brent son para carga inmediata, habitualmente a quince días vista.



Como se puede ver en el gráfico el aumento del precio del petróleo Dated Brent se ha acelerado desde el inicio de las revueltas en algunos países árabes. En concreto, el precio ha aumentado desde comienzos de año y hasta el 22 de febrero un 11,9%, hasta alcanzar un precio de 106,37 dólares el barril.

sábado, 19 de febrero de 2011

Indicadores de expectativas inflacionarias a nivel mundial (I): evolución reciente de los precios internacionales de los alimentos

Desde mediados de 2009 estamos asistiendo a una subida récord de los precios de los alimentos a nivel internacional (superando los niveles máximos alcanzados en 2008) que se está trasladando a las expectativas inflacionarias de varios países asiáticos emergentes, incluida India y China, y podría convertirse en un nuevo obstáculo de la recuperación económica global.

Los bancos centrales de los países emergentes asiáticos se encuentran ante un dilema: i)  endurecer sus políticas monetarias con subidas de los tipos de interés de intervención para frenar las expectativas inflacionarias (y evitar que la aceleración de los precios de los alimentos se traslade a la inflación subyacente), aún a costa de atraer flujos de capital internacional especulativo (en un momento en que las tipos en los países avanzados están cercanos a cero) y provocar una apreciación nominal de sus monedas y, en última instancia, generar otro aumento de las expectativas inflacionarias; ii) no hacer nada y generar tensiones inflacionarias por la subida de los precios de los alimentos y, en última instancia, provocar una caída del consumo privado y una ralentización económica. Y si se el proceso se alarga en el tiempo, la escalada de los precios de los alimentos y de la tasa de inflación puede llevar a tensiones sociales y políticas como las registradas recientemente en varios países del Magreb, Bolivia, Haití y Egipto, entre otros.

Los mayores precios de los alimentos también están teniendo un cierto impacto en las tasas de inflación de las  economías avanzadas, pero este impacto es más limitado por la baja proporción que los alimentos representa en el gasto total de las hogares y en los índices de precios al consumo. Y con las economías avanzadas aún sufriendo un crecimiento irregular y débil, hay pocas probabilidades de que el aumento en los precios de los alimentos lleve a fuertes tensiones inflacionarias.

Los factores que han desencadenado este aumento brusco de los precios de los alimentos son diversos. Por un lado, las condiciones climáticas desfavorables en los países productores, como las sequías en América del Sur y Rusia, las más bajas temperaturas relativas registradas en el hemisferio norte o las inundaciones sufridas en Australia, Canadá e India, han reducido los rendimientos de las cosechas, lo que ha conducido a una escasez de alimentos a nivel mundial. Además, las sequías de Argentina y Brasil, los dos mayores productores de maíz y soja después de EE.UU., y el mayor crecimiento económico de los países emergentes, han hecho el resto.

Por otro lado, el crecimiento económico de China ha impulsado notablemente la demanda de azúcar y soja. Además, en los países avanzados, las reservas de cereales se espera que caigan a corto plazo un 25% para mantener constantes los niveles de consumo interno. Ambos factores han incidido también en el aumento de los precios de los alimentos a nivel global.

En el primer gráfico (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se representa la senda temporal de 1990 a enero de 2011 del índice de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para los precios de los alimentos (FFPI)  que es una medida de la variación mensual de los precios internacionales de una cesta de productos alimenticios. Este indice es la media de los índices de cinco grupos de productos básicos, ponderado con las cuotas medias de exportación de cada uno de los grupos para 2002-2004. El índice de los precios de los alimentos en términos reales es el índice de precios nominales deflactado por el Indice de Valor Unitario de las Manufacturas (IVUM) del Banco Mundial.















El índice de la FAO para los precios de los alimentos ha aumentado de 2009 a 2010 un 18% en términos nominales y un 17,2% en términos reales. Si ampliamos el horizonte temporal podemos observar que ambos índices llevan creciendo sin pausa desde el año 2000 hasta 2010, si exceptuamos la caída de 2009 respecto a 2008 en plena crisis financiera internacional. De hecho, el aumento acumulado de los precios internacionales de los alimentos en el periodo 2000-2010 ha sido de un 105,2% en términos nominales y un 70,2% en términos reales.

En el segundo gráfico se representa la senda temporal de los índices FAO nominales para los precios internacionales de la carne, los productos lácteos, los cereales, los aceites y grasas y el azúcar.  Por un lado, para el periodo 2000-2010 encabeza el ranking de subidas de precios el aceite (184,5%), seguido del azúcar (160,2%), los cereales (116%) y los productos lácteos (110%). Y presenta un aumento mucho más moderado el aumento de los precios de la carne, que subió un 58,8%.

Por otro lado, en la escalada reciente de los precios entre 2009 y 2010, destaca a mucha distancia el aumento de los precios de los productos lácteos, con una subida del 41,6% anual.  A continuación, se sitúan los aumentos interanuales del 28,6%, del 17,3% y del 14,4% de los precios internacionales de los aceites y grasas, el azúcar y la carne, respectivamente. Finalmente, el comportamiento más moderado corresponde al aumento de los precios de los cereales,con  un 14,4% de subida interanual.



sábado, 12 de febrero de 2011

El "Baltic Dry Index" como indicador adelantado de los flujos del comercio internacional y del ciclo económico mundial



El Baltic Dry Index (BDI) es un índice de la contratación de fletes marítimos de carga seca (no recoge transporte de productos terminados ni de buques de contenedores) de las 20 principales líneas marítimas mundiales en régimen de fletes de todo el mundo y es administrado por el Baltic Exchange de Londres. Esta sociedad se constituyó en el año 1744 en un café de Londres donde se reunían comerciantes marítimos y capitanes de barco.  


El índice es un cálculo diario de la media del precio del transporte por mar de las principales materias primas sólidas y a granel (carbón, mineral de hierro, cemento, granos, azúcar y algodón, entre otros)  y refleja la cantidad de contratos de envío de mercancías que se cierran en estas 20 rutas marítimas mundiales. Los precios de los contratos están determinados por los compradores y vendedores de materias primas de carga seca y a diferencia del comercio de productos básicos y de los mercados de valores no recoge contratos de carácter especulativo. Su evolución depende fundamentalmente del crédito disponible, de la demanda de materias primas y de la planificación de la producción en las fábricas, entre otros factores. 


En la medida en que la economía mundial está en un periodo de recesión económica, se reducen los contratos de transporte de materias primas de carga seca y, en consecuencia, el índice BDI desciende. Por tanto, se considera un indicador adelantado del comercio internacional de mercancías y, por tanto, de la fase cíclica de la economía mundial.


En el gráfico adjunto se representa la senda temporal del índice BDI desde el año 2000 (1985 = 1000) hasta la actualidad (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande).

















El índice BDI comenzó a calcularse en enero de 1985 y alcanzó su nivel récord el 21 de mayo de 2008, situándose en los 11793 puntos. Como puede observarse en el gráfico el índice adelanto la recesión de la economía mundial derivada de la crisis financiera de 2008 y cayó medio año después un 94,3% hasta el nivel más bajo alcanzado en su historia hasta los 663 puntos (el 8 de diciembre de 2008). La caída posterior del comercio internacional repercutió de manera especial en la drástica reducción del transporte marítimo de mercancías (y del índice BDI), tal y como tuvimos ocasión de comentar en una entrada del Blog.              


Posteriormente, comenzó ha recuperarse hasta alcanzar un máximo de 4661 puntos el 20 de noviembre de 2009, anticipándose a la incipiente recuperación de la economía mundial en 2010.                                                


Finalmente, el índice BDI lleva cayendo desde el último trimestre de 2010 y podría estar anticipando un nuevo parón de la actividad económica mundial. De hecho, el día 12 de febrero se situó en 1178 puntos, lo que implica una caída del 74,7% desde el máximo de 4661 puntos alcanzado el 20 de noviembre de 2009.

martes, 8 de febrero de 2011

El crecimiento económico de Alemania y el aumento de las exportaciones a los mercados de los países emergentes asiáticos

La economía alemana ha salido fortalecida de la crisis económica internacional, ya que después de registrar en 2009  un retroceso de su PIB real en un 4.7% ha cerrado 2010 con un impresionante crecimiento real del 3.6%, el mayor desde hace 20 años . Y las previsiones del Bundesbank indican que seguirá creciendo - aunque a menor ritmo- en 2011 y 2012; en concreto, un 2.0% y un 1.5%, respectivamente (véase cifras en el cuadro adjunto y hacer clic sobre el mismo para verlo más grande). De hecho, las estimaciones recientes del Bundesbank indican que el output gap (diferencia entre el crecimiento real y potencial) será ya nulo a finales de 2011.


El crecimiento económico alemán se ha basado en tres ejes: a) la recuperación del consumo privado por el  mantenimiento del empleo, gracias a los acuerdos alcanzados entre los trabajadores y los empresarios (apoyados económicamente por el Gobierno Federal) para ajustar las horas trabajadas a la coyuntura económica adversa; b) la aportación al crecimiento del consumo público, y ello a pesar del ajuste presupuestario de 80.000 millones de euros aprobado por el Gobierno Federal para el periodo 2009-2014; c) y la recuperación de las exportaciones, que han pasado de una caída del 14.3% en 2009 a un aumento espectacular del 14.7% a finales de 2010.


Centrándonos en este último factor de crecimiento, el crecimiento real de las exportaciones alemanas del 14.7% ha sido muy superior al crecimiento real del comercio mundial de casi el 12%. ¿Qué factores explican esta rápida recuperación del sector exportador alemán?  Básicamente por la conjunción de tres características específicas de este periodo de dinamismo del comercio mundial.


Por un lado, las empresas alemanas se han beneficiado del hecho de que la recuperación del comercio mundial se ha basado sobre todo en la demanda de bienes de consumo duradero y de bienes de capital de alto valor añadido, productos en los que Alemania está especializada.


Por otro lado, las empresas alemanas ha visto como crecían sus exportaciones, pero básicamente en los mercados de los países emergentes asiáticos (incluida China e India). Como se puede observar en el gráfico adjunto, las exportaciones de bienes hacia estos mercados han crecido en los tres primeros trimestres de 2010 casi un 45% en comparación con los niveles pre-crisis económica (los tres primeros trimestres de 2007). Está cifra contrasta con la caída de más del 5% en el conjunto de las exportaciones alemanas a otros regiones del mundo.




Por último, el "boom" de las empresas exportadoras ha arrastrado a la demanda de bienes de equipo producidos en la propia economía alemana (aumento de la formación bruta en capital fijo en términos reales del 6.6% en 2010), cerrando un circulo virtuoso. A ello se ha añadido que el mantenimiento del empleo ha propiciado el aumento del consumo interno de bienes duraderos, especialmente de los automóviles, nuevamente en su mayoría fabricados en la propia Alemania.


Parece que la economía alemana ha sabido encontrar su sitio en la división internacional del trabajo, fundamentalmente en el aprovechamiento de las economías de escala de la industria de alto valor añadido de bienes de consumo duradero y de bienes de equipo.

miércoles, 2 de febrero de 2011

El impacto de la inversión en vivienda en el ciclo económico español, 1998-2010

La inversión en vivienda ha tenido históricamente un impacto significativo en la evolución cíclica de la economía española, afectando intensamente a las variaciones del PIB y actuando a la vez como un indicador adelantado.

La inversión real en vivienda aumentó de manera espectacular en la reciente fase de expansión económica llegando a más que duplicarse entre 1998 y 2007, pero ha venido cayendo de forma brusca desde 2008, de modo que en el tercer trimestre de 2010 tan sólo representaba la mitad del nivel alcanzado en el año 2007, en el pico del ciclo expansivo.

En el gráfico adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se representa el impacto (por el lado de la demanda) de la inversión en vivienda en España aproximado por su aportación al crecimiento anual del PIB real (en %). Recordemos que la inversión en vivienda (o inversión residencial) es un componente de la demanda agregada.















En el primer periodo de fuerte crecimiento económico (1998-2007), la inversión en vivienda aportó alrededor de 0.5 puntos porcentuales (pp) de media al crecimiento anual del PIB real. De este modo, la aportación al crecimiento acumulado del PIB real desde 1998 a 2007 fue de 5 puntos porcentuales. Ello representa casi el 15% del crecimiento económico de esta larga fase expansiva de la economía española.

Por el contrario, en la reciente fase recesiva que coincide con el inicio del ajuste del mercado inmobiliario (2008- tercer trimestre de 2010 en el gráfico), se ha producido una reducción de la inversión en vivienda mucho más rápida en el tiempo y una aportación negativa al crecimiento del PIB real muy significativa. En concreto, la caída de la inversión residencial ha restado 1 punto porcentual al PIB en 2008, 2 puntos porcentuales en 2009 y 1.8 puntos porcentuales en 2010 (según adelanto ayer el Secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa).

En síntesis, si, en términos acumulados, el aumento de la inversión en vivienda aportó 5 puntos porcentuales al crecimiento del PIB español en una década (1998-2007), esa contribución positiva acumulada se ha reducido a tan sólo 0.2 puntos porcentuales cuando se considera todo el periodo completo, 1998-2010. Y yo añadiría, que si sigue el ajuste de la inversión en vivienda en 2011 y 2012 como preven todos los analistas, la aportación acumulada al crecimiento del PIB real desde 1998 a 2012 se tornará incluso negativa. 

En definitiva, mal maridaje entre la inversión en vivienda y el crecimiento económico español.