domingo, 28 de febrero de 2010

El comportamiento diferencial de la productividad del trabajo en Estados Unidos y en la zona del euro, 1999-2008

En esta entrada mostramos las cifras comparativas de la evolución de la productividad de la zona del euro y de los EE.UU para el periodo 1999-2008, según los datos publicados recientemente por el Banco Central Europeo. Como se puede observar en el gráfico (hacer clic sobre el mismo para hacerlo más grande), durante el periodo objeto de estudio, el crecimiento medio interanual de la productividad del trabajo por persona ocupada fue casi el doble en EEUU. (2,1%) que en el conjunto de los países de la zona del euro (1,1%). Estos resultados a favor de la economía americana se mantienen independientemente de si la productividad se mide como en el gráfico por persona ocupada o por hora trabajada (si bien en este último caso la comparación se realiza con el conjunto de las tres grandes economías, Alemania, Francia e Italia).


Desde una perspectiva de largo plazo, la evolución del empleo es solamente una parte de los factores que determinan el diferencial positivo del crecimiento de la productividad del trabajo observada entre la economía de los EE.UU. y la zona euro. En el cuadro adjunto se presentan los datos que muestran los dos factores que explican esa disparidad en el crecimiento de la productividad del trabajo por hora trabajada.


Como es bien conocido, la evolución a largo plazo de la productividad del trabajo por hora trabajada se puede explicar por la suma de la contribución de la intensificación del capital en el proceso productivo (definida por la relación K/L) y por la contribución del progreso técnico (medido por la productividad total de los factores o PTF).

Por un lado, se puede observar como la intensificación del capital (K/L), definida como la suma de las contribuciones de las variaciones en el stock de capital y en el total de horas trabajadas, ha sido mucho mayor en EE.UU. que en la zona del euro en el periodo 1999-2008. Ello se ha traducido en una contribución al crecimiento medio de la productividad del trabajo en la economía americana del 1% anual, frente al 0,6 % en la zona del euro.
 
Por otro lado, la contribución de la PTF al crecimiento global de la productividad del trabajo ha sido también mucho mayor en EE.UU.  (+1,1% anual) que en la zona del euro (+0,6% anual) durante el periodo 1999-2008. Además, en plena crisis económica podemos observar como la PTF tan sólo ha caído un 0,2% en el año 2008 en los EE.UU., frente a una caída del 0,7% en la zona del euro. Conviene recordar que la PTF aproxima la eficiencia productiva de la economía.
 
De los datos del cuadro cabe destacar también que la mayor caída de la PTF durante la actual recesión económica de la zona del euro frente a la registrada en EE.UU, puede explicarse por la conjunción de tres factores: a) la mayor participación en el mercado de trabajo de la zona del euro de trabajadores menos cualificados; b) un entorno regulador menos flexible en la zona del euro -tanto en el mercado de trabajo como en el mercado de bienes y servicios- que ha generado una menor inversión en las tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TICs) que impulsen la productividad; y c) la interacción de los dos factores anteriores podría haber provocado también una menor eficiencia relativa en la organización de la producción y unas menores tasas de innovación de las empresas europeas respecto a las americanas.

jueves, 18 de febrero de 2010

El modelo de Gobernanza de la Universidad es una variable clave en la productividad investigadora de la institución

La Estrategia Universidad 2015 es una iniciativa del Gobierno de España encaminada a la modernización de las universidades españolas, mediante la promoción de la excelencia docente y científica, la internacionalización del sistema universitario y su implicación en el cambio económico basado en el conocimiento y en la mejora de la innovación. La iniciativa busca situar a nuestras mejores universidades entre las 100 primeras de Europa y a nuestros campus universitarios globalmente más competitivos entre los de más prestigio internacional.

Esta estrategia tiene como punto de partida la adaptación de la Universidad española al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y tiene, a su vez, un horizonte más amplio y ambicioso con la mirada puesta en el año 2015. Su objetivo es lograr un sistema universitario mejor financiado, incrementar la competencia de nuestras universidades en el entorno global, mejorar la proyección internacional y la movilidad de estudiantes, profesores y profesionales de la gestión y reforzar el carácter de servicio público de nuestra educación superior universitaria. Además, busca incrementar el valor social y económico del conocimiento que se genera en la Universidad y lograr un mayor compromiso de ésta con los retos sociales, culturales y medioambientales de nuestra sociedad.

Para afrontar todos estos retos es esencial una modernización de las universidades españolas, dotarlas de una elevada "flexibilidad", para poder dar respuesta a las exigencias que la sociedad del conocimiento y el contexto internacionalizado actual les plantea. Y una de las facetas de este cambio y modernización tiene que ver con el modelo de Gobernanza, es decir, la forma elegida de "gobernabilidad" de las universidades.

La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) se ha puesto de acuerdo con el Ministerio de Educación para buscar, dentro de la Estrategia Universidad 2015, un nuevo modelo de Gobernanza que entregue mayor poder a los mandatarios a cambio de depositar sobre sus hombros más responsabilidad. Para tal fin, han encargado a la Fundación Conocimiento y Desarrollo (FCYD), que cuenta con la participación de destacados miembros del mundo de la sociedad y de la empresa española bajo la presidencia de Ana Patricia Botín, la elaboración de una propuesta de modelo de Gobernanza de las universidades españolas. El documento de trabajo en el que se recoge la propuesta inicial  fue presentado en Madrid el pasado 3 de febrero en un acto al que asistieron el secretario general de Universidades, Màrius Rubiralta, y los comités ejecutivos de la CRUE y la Conferencia de Consejos Sociales, así como representantes de la FCYD y de los grupos parlamentarios Socialista y Popular del Congreso y Senado.

En relación al objetivo de esta entrada del Blog, los dos ejes fundamentales de la propuesta de modelo de Gobernanza son probablemente dos.

Por un lado, respecto a la política de recursos humanos, se propone un aumento de la autonomía de las universidades respecto al reclutamiento de su profesorado, la posibilidad de establecer contratos más libremente (incluso colaborando con empresas/autoridades para la financiación de puestos de trabajo), el establecimiento de esquemas más flexibles de retribución, con la posibilidad de incrementar el salario para atraer a profesores de renombre internacional, mayor libertad para distribuir autónomamente el tiempo de trabajo entre docencia, investigación o gestión, e incluso permitir la especialización y creciente profesionalización en una sola de estas parcelas; o el incentivo y facilitación de la movilidad del personal docente entre universidad y sistema productivo, y entre universidades del mismo o de distinto país.

Por otro lado, se propone también mayor autonomía y libertad de las universidades en el ámbito de la oferta de enseñanzas o el acceso y elección de los estudiantes, así como al precio de las matrículas y tasas aplicadas a los usuarios de las universidades públicas, dentro de un marco legal establecido y conforme a los acuerdos a los que puedan llegar las universidades y las autoridades públicas competentes.

Recientemente se ha publicado un Documento de Trabajo en el National Bureau Economic Research que trata justamente de medir la relación entre el grado de aplicación de estos dos ejes fundamentales del sistema de Gobernanza de las universidades a nivel internacional y la mayor productividad científica de la institución académica ("The Governance and Performance of Research Universities: Evidence from Europe and the U.S.", NBER Working Paper No. 14851, 2009, por Philippe Aghion, Mathias Dewatripont, Caroline M. Hoxby, Andreu Mas-Colell y  André Sapir).

Estos autores construyen un índice de la productividad de la investigación de las universidades americanas y europeas en base en el  conocido ranking de universidades del mundo elaborado por la Universidad Jiao Tong de Shangai (China), que incluye la generación de patentes, el número de alumnos que han ganado los Premios Nobel en ciencia, el número de artículos científicos que aparecen en las principales bases de citas, o el número de investigadores "altamente" citados. A la primera institución universitaria del ranking los autores le han asignado el valor de 500 puntos y el valor del resto de universidades va bajando a medida que su rendimiento científico va reduciendose en comparación con la universidad lider. Centrémonos en los resultados de las universidades europeas.

En primer lugar, los autores encuentran que la puntuación media en el ranking de una universidad europea que necesita que el Gobierno (nacional o regional) apruebe su presupuesto está alrededor de 200 puntos, mientras que la puntuación media de una universidad europea con "autonomía presupuestaria" sube hasta los 316 puntos. Además, por cada 1% adicional del presupuesto de la universidad que provenga de fondos del gobierno la universidad ve reducida su puntuación en el ranking en nada menos que 3,2 puntos.

En segundo lugar, las universidades europeas que no discriminan (positivamente) los salarios de sus profesores (del mismo rango o categoría profesional) tienen una posición media en el ranking de Shangai de 213 puntos. Por el contrario, las universidades europeas que tienen autonomía para pagar distintos salarios a sus profesores tienen una posición media superior de 322 puntos.

En tercer lugar, las universidades europeas que pueden seleccionar libremente a sus estudiantes de grado tienen una posición de media más elevada en el ranking de 156 puntos, en comparación con aquellas universidades que deben seguir las reglas impuestas por los Gobiernos.

En cuarto lugar, los autores encuentran que por cada 1% adicional del presupuesto de una universidad europea que provenga de fondos obtenidos de proyectos de investigación competitivos, supone un aumento de 6,5 puntos en su posición en el ranking.

Por último, en este estudio se concluye que las universidades de Suecia y algunas de las universidades del Reino Unido con una elevada autonomía del Gobierno se sitúan en el ranking en una elevada posición, mientras que las universidades de España y el resto de universidades del Reino Unido con escasa autonomía se sitúan con menos puntos en el ranking de universidades por su productividad investigadora.

En definitiva, las propuestas de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (FCYD) en relación al nuevo modelo de Gobernanza de las universidades españolas no van demasiado desencaminadas. Más bien al contrario. Sólo cabe esperar que el Ministerio de Educación no deje el documento propuesto en algún cajón.

jueves, 11 de febrero de 2010

Dos posibles salidas a la actual crisis económica: Hayek versus Keynes Rap

Una confrontación en clave de humor entre los economistas F. Hayek y J.M. Keynes en relación a las posibles salidas a la actual crisis económica en la economía americana. Un genial "rap". No está mal un poco de humor en los tiempos que nos ha tocado vivir. En este enlace está la letra del "rap" en inglés.

lunes, 8 de febrero de 2010

La "sobre-reacción" de los medios de comunicación en relación a la solvencia de la deuda pública española

Algunos economistas asistimos atónitos a los comentarios de los medios de comunicación (nacionales y extranjeros) sobre los problemas de la deuda soberana del Reino de España. Estos comentarios apocalípticos y machacones no ayudan nada a crear expectativas positivas en las familias y en las empresas españolas respecto al clima económico futuro. Más bien al contrario. En los medios de comunicación escritos, en las radios y en las televisiones, los calificativos sobre la mala salud de la deuda pública española se multiplican: riesgo de impago, insostenibilidad, desconfianza, bajadas de rating, aumento del diferencial con el bono alemán,..... No hay duda que el nivel del déficit público y del stock de deuda pública se ha deteriorado fuertemente y rápidamente desde el inicio de la crisis económica internacional, pero no es menos cierto que también ha ocurrido en otros países industrializados en igual medida, por ejemplo, en EE.UU. y en Japón. En definitiva, resulta más sensato ver la posición relativa de la deuda pública española con respecto a otros países industrializados.

Una buena manera de aproximar la percepción de los mercados (el aumento del nivel de desconfianza o del riesgo) es a través del comportamiento reciente de los precios de los "Credit Default Swaps" (CDS) vinculados a estos bonos soberanos. En definitiva, las cotizaciones de los CDS de la deuda soberana aproximarían una parte del llamado "riesgo-país".

En el gráfico adjunto (hacer clic sobre el mismo para hacerlo más grande) se presenta la cotización desde comienzos de 2008 de las cotizaciones de los mercados de los CDS de los títulos de deuda soberana con vencimiento a 5 años de un conjunto amplio de países. En concreto, aparecen las cifras absolutas de los precios de los CDS de principios de 2008, de finales de 2009 y del viernes 5 de febrero de 2020. Prestemos atención a la tercera columna: la lista está ordenada de mayor a menor incremento del coste de los CDS de la deuda soberana del país en cuestión, es decir, de mayor a menor aumento relativo del "riesgo-país" desde comienzo del 2010. Recordemos que los precios de los CDS de la deuda soberana representan el coste por año de asegurar un montante de 10.000 dólares de los títulos de deuda pública (o 10.000 euros para el caso de EE.UU.) para un periodo de 5 años. De este modo, asegurar 10.000 dólares en bonos de deuda pública española a cinco años costaba el viernes pasado 162,7 dólares por año. Portugal lidera el ranking de deterioro relativo desde comienzos de 2010 hasta la actualidad.


Resulta sorprendente que algunos medios de comunicación y economistas extranjeros (y sobre todo nacionales) se ceben con el deterioro absoluto de la posición de nuestra deuda pública y se "olviden" del mayor deterioro relativo de la deuda soberana de otros países industrializados con mayor peso económico que la economía española. Si bien es verdad que desde comienzos de año el precio de asegurar el pago de la deuda pública española ha subido un 43,3%, no resulta menos cierto que le han ido peor a otro países industrializados. Por ejemplo, EE.UU., con un deterioro similar de las Finanzas Públicas a la economía española se sitúa más arriba en el ranking de subidas de los precios de los CDS de su deuda soberana: un 49,4% desde comienzos de año. Los medios de comunicación y algunas analistas no hacen referencia a Francia y a Alemania, economías que se sitúan en el ranking de aumento de sus CDS desde comienzos de año por encima de la española. En concreto, un 54,3% de aumento del coste de aseguramiento por impago de la deuda soberana alemana y nada menos que 87,7% de aumento para la deuda soberana francesa (más del doble que la española). Y eso que, en ambos casos, el deterioro relativo de sus déficit públicos y de stock de deuda pública en relación al PIB ha sido menor que en caso español. La clave puede estar en que los mercados otorguen más credibilidad a los planes de ajuste fiscal y económico de estas economías en relación a los propuestos por el Gobierno de España.

La situación actual de desconfianza en la deuda pública española (y en la economía española, en general) se disipará si el Gobierno recupera rápidamente su credibilidad. Recuperar la credibilidad perdida es fundamental y requiere dos ejes: i) un plan de ajuste a medio y largo plazo de las Finanzas Públicas y de reformas estructurales de la economía que sea a su vez "creíble"; b) y voluntad política real para ponerlo en marcha ya hoy.

sábado, 6 de febrero de 2010

La política fiscal expansiva se muestra ineficaz para estimular el crecimiento de la economía americana: ¿son los consumidores ricardianos?

En EE.UU. sigue creciendo el déficit público y el stock de deuda pública (véase graficos adjuntos), pero esta "aparente" política fiscal de carácter expansivo se muestra ineficaz para estimular el crecimiento económico.


Como se puede ver en el cuadro adjunto, la economía americana ha crecido en el último trimestre de 2009 en tasa interanual un 5.73%, mostrando signos evidentes de recuperación. Las fuente del crecimiento están en la inversión privada (+3,82 puntos porcentuales de aportación al PIB real)- básicamente por la inversión de las empresas en inventarios- , en las exportaciones de bienes (+1.90 puntos porcentuales de aportación) - por la debilidad del dólar- y, en menor medida, en el consumo privado (+ 1.44 porcentuales de aportación).

En el lado opuesto, se sitúa la aportación nula al crecimiento del PIB real del gasto público (-0.02). Es posible que los efectos ricardianos estén influyendo en los consumidores americanos, y ello este provocando que la actual política fiscal expansiva (reflejados en aumentos considerables del déficit y del stock de deuda pública) se muestre ineficaz.

United States
Contributions to Percent Change in Real Gross Domestic Product
Seasonally adjusted at annual rates


La equivalencia ricardiana, o la proposición de equivalencia de Barro-Ricardo, es una teoría económica que sugiere que el déficit público no afecta a la demanda agregada de la economía. El eje central de la teoría parte de la idea de que el gobierno puede financiar su gasto mediante los impuestos cobrados a los contribuyentes actuales o mediante la emisión de deuda pública. No obstante, si elige la segunda opción, tarde o temprano tendrá que pagar la deuda pública subiendo los impuestos por encima de lo que estos se ubicarían en el futuro si otra fuera la elección. La elección es entre pagar impuestos hoy o pagar impuestos mañana.  Bajo la equivalencia ricardiana, si el gobierno decide financiar un gasto adicional a través de déficit, es decir, mediante el cobro de impuestos en el futuro, la reacción de los consumidores "ricardianos" será la de aumentar su ahorro hoy para poder pagar los impuestos futuros. Este mayor ahorro por parte de los consumidores compensaría exactamente el gasto adicional del gobierno, de modo que la demanda agregada permanecería constante en su nivel inicial.

En relación a la equivalencia ricardiana, el economista de la Universidad de Harvard Robert Barro publicó un artículo titulado "Are Government Bonds Net Wealth?" en la revista Journal of Political Economy (1974, Vol. 82, No. 6, pp. 1095-1117). En el modelo propuesto por Barro se supone que las familias actúan como dinastías que viven hasta el infinito, debido al altruismo intergeneracional, que los mercados de capitales son perfectos (en el sentido de que todos pueden prestar y endeudarse a la misma tasa de interés) y que la senda de los gastos del gobierno está dada. En estas condiciones, si el gobierno financia los gastos mediante emisión de bonos de deuda, las familias dejarán donaciones a sus hijos justo lo suficientemente grandes como para compensar los mayores impuestos que se necesitarán para pagar esos títulos de deuda pública.

En síntesis, la teoría de la equivalencia ricardiana sugiere que los intentos del gobierno de influir sobre la demanda agregada mediante la política fiscal pueden estar condenados al fracaso. Esta idea se opone frontalmente a la teoría keynesiana, que afirma que la política fiscal, debido a los efectos del multiplicador de la renta, será efectiva logrando que los incrementos de déficit público logren incrementos mayores en proporción de la demanda agregada y, en última instancia, en incrementos del PIB real.