jueves, 30 de mayo de 2013

Ranking I-UGR de producción científica 2013 de las Universidades Españolas en las disciplinas de Economía y Empresa

La división de Ciencia de la empresa Thomson Reuters se ocupa de construir bases de datos de la actividad científica por áreas y países. La más conocida es el Journal of Citation Reports Web, base de datos que ofrece un medio sistemático y objetivo para evaluar de manera crítica las revistas científicas más importantes del mundo. En concreto, JCR Web permite medir la influencia y el impacto de las investigaciones realizadas (a nivel de revistas y por áreas de investigación) y muestra las relaciones entre las revistas que citan y las que son citadas.

Este recurso -disponible en ediciones separadas para la Ciencia en general y para las Ciencias Sociales (incluidas las áreas de Economía, Empresa y de Finanzas) en particular-, es una herramienta esencial para cualquiera que necesite conocer acerca del impacto y la influencia de las revistas en la comunidad investigadora global. Además, los indicadores disponibles de las revistas indexadas en la base JCR Web son utilizados a la hora de evaluar la actividad científica ("productividad investigadora") de Facultades, Institutos de Investigación, Organismos de Investigación, Universidades, profesores universitarios y científicos, tanto en España [Comisión Nacional de Evaluación de la Actividad Investigadora (CNEAI), Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA)], como a nivel internacional.

El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) (conocido también como "proceso de Bolonia", por el nombre de la ciudad italiana en la que se firmó la declaración política que abrió el espacio europeo universitario) no sólo significa una homologación de títulos a nivel europeo, sino también debería abrir la competencia entre las universidades europeas y españolas entre sí en la captación de los mejores alumnos y profesores.

Una de las variables clave para poder elegir una Facultad y una Universidad en el nuevo contexto debería ser sin duda el nivel científico de su profesorado, por lo que indicadores de la "calidad" de las publicaciones de investigadores y profesores, van a pasar a un nivel más que relevante. Los ranking internacionales de universidades son también importantes por varios motivos. Además del evidente prestigio internacional, son fundamentales por las importantes ventajas económicas que eso puede traer en un momento en el que los planes autonómicos, nacionales y europeos de apoyo a las universidades (fondos de investigación para los profesores, incentivos económicos a los mejores profesores, ..) deberían de tener un claro objetivo: premiar la excelencia. Y la excelencia se cuantifica en este tipo de listados (guste o no guste), entre otro tipo de cosas.

En este contexto el Grupo de Investigación de evaluación de la ciencia y de la comunicación científica EC3 de la Universidad de Granada acaba de presentar el ranking de las universidades españolas (públicas y privadas) para el año 2013 (4ª edición), basado en la investigación publicada en las revistas científicas indexadas en el Journal of Citation Reports Web en los periodos 2003-2012 y 2008-2012. En el estudio se propone un método de ordenación de las universidades que sintetiza 6 indicadores bibliométricos de producción e impacto que miden los aspectos cualitativos y cualitativos de la producción científica de los investigadores de las universidades españolas. El ranking se organiza por campos (12) y por disciplinas científicas (37), cuyo número se ha incrementado en esta edición. En última instancia, el objetivo principal de estos rankings es descubrir las fortalezas y debilidades del sistema universitario español de investigación en diferentes ámbitos del conocimiento.

En el primer cuadro adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se presenta las posiciones ocupadas por universidades españolas en los 12 campos científicos en el periodo 2008-2012. Centrémonos en nuestro caso en la penúltima columna que recoge el campo científico de "Economía, Empresa y Finanzas" (que incluye las revistas de las categorías "Economics", "Business" y "Business, Finance" de la base JCR Social Sciences Edition). [1]



En el periodo 2008-2012, lideran el ranking del campo científico de Economía, Empresa y Finanzas, la Universidad Carlos III, la Universidad Pompeu Fabra, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de Navarra (IESE Business School, privada), la Universidad de Valencia y la Universidad de Barcelona.

En el segundo cuadro adjunto se presenta las posiciones ocupadas por universidades españolas en las 37 disciplinas científicas en el periodo 2008-2012. Centrémonos en nuestro caso en las columnas de la disciplina científica de "Economía" (que incluye las revistas de la categoría "Economics" de la base JCR Web) y de la disciplina científica "Empresa" (que incluye las revistas de la categoría "Business" de la base JCR Social Sciences Edition).


Por un lado, en el periodo 2008-2012, lideran el ranking de la disciplina científica de Economía, la Universidad Pompeu Fabra, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Carlos III, Universidad de Barcelona,  la Universidad de Alicante y la Universidad de Valencia.

Por otro lado, en el periodo 2008-2012, lideran el ranking de la disciplina científica de Empresa, la Universidad Carlos III, la Universidad de Navarra (IESE Business School, privada), la Universidad de Valencia, la Universidad Pompeu Fabra, la Universidad de Oviedo y la Universidad Politécnica de Valencia.

Afortunadamente, no todas las Facultades de Economía (y los profesores universitarios de la disciplina de Economía y de la disciplina de Empresa) son iguales y, por lo tanto, no deberían ser tratados por igual. Las diferencias salariales derivadas del plus de productividad investigadora que otorga la CNEAI dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad (básicamente publicaciones en artículos de la base de datos utilizada para elaborar el ranking) son ridículas. El "café para todos" tan típicamente español debería ser "cortado" aprovechando la introducción del EEES en la Universidad española. Pero eso es otra historia.

El Real Decreto-ley 14 /2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo aprobado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, no ha introducido una mayor diferencia salarial entre los profesores (mayores retribuciones por sexenio), pero al menos premia a aquellos con éxito "probado" en su producción científica. En concreto, se establece dos casos de reducción horaria de la actividad docente de dos grupos de profesores (un caso más exigente que el otro) respecto a aquellos profesores que no han dedicado parte de su tarea universitaria a la actividad investigadora (en este caso se les aumenta la carga docente).

Esta debe ser la primera medida pero no la última de una amplia lista. Las próximas podrían ser las siguientes: i) aumentar en gran medida la retribución asignada a los complementos de productividad de la actividad investigadora o sexenios (y con mayor cuantía para cada nuevo tramo acumulado y de manera creciente); ii) establecer el distrito único universitario nacional, para que los mejores alumnos vayan a las mejores universidades (con becas de movilidad generosas). Ello implicaría una competencia entre universidades para captar a los mejores alumnos; iii) establecer que solamente las universidades con carácter más investigador impartan estudios de postgrado (Máster y Doctorado). Para tal fin, bastaría con exigir determinado número de sexenios de investigación al conjunto (y también individualmente) de los profesores que vayan a impartir su docencia en postgrado; iv) reducir el número de años de los Grados (de los cuatro actuales a tres como ocurre en la mayoría de los países de la Unión Europea) para liberar recursos con el objetivo último de establecer titulaciones de postgrado de mayor calidad. [2]
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[1] No todas las universidades figuran en los rankings, tanto en campos como en disciplinas antes del cálculo del IFQ2A-Index se establece un primer corte: solo figuran aquellas que cuentan con unos umbrales mínimos de producción científica (NDOC). En el caso de los campos la regla general es que las universidades que se sitúan en el 4º Cuartil según NCDOC se excluyen, es decir se escogen solo aquellas situadas a partir del 3 er Cuartil. En el caso de las disciplinas o bien se incluyen aquellas situadas a partir del 2º Tercil o bien aquellas situadas a partir del 1er Tercil dependiendo de las características y fiabilidad de los diferentes indicadores en cada una de las disciplinas. En este documento se detallan el período y la regla de inclusión seguida en cada campo y disciplina.

[2] Sólo España, Chipre, Turquía y Eslovenia están aplicando unos grados de cuatro años y un máster de uno (lo que se le conoce como 4+1), el resto de las universidades europeas han adaptado sus títulos a tres años de grado y dos de máster (3+2), dándole un mayor protagonismo a la especialización de lo que se le otorga en España.

jueves, 23 de mayo de 2013

Los precios de los CDS de la banca de EE.UU. alcanzan niveles mínimos desde principios de 2008


Un indicador claro del nivel de desconfianza, en las entidades bancarias internacionales lo recoge el mercado de los activos denominados "Credit Default Swaps" (CDS), que no son más que un contrato de aseguramiento que tiene como objetivo que un inversor institucional (instituciones financieras que invierten en el mercado de valores junto con las compañías de seguros y las sociedades gestoras de fondos de inversión y fondos de pensiones) se asegure que pueda cobrar la deuda que tiene con una entidad bancaria (aunque también se utiliza para la deuda emitida por empresas no financieras y gobiernos). El CDS será útil en el caso de que la entidad bancaria no pueda hacer frente en un futuro más o menos cercano a sus deudas (bonos y cédulas hipotecarias, fundamentalmente).

Los precios de los CDS de las entidades bancarias internacionales representan el coste por año de asegurar un montante de 10.000 dólares de la deuda de la entidad (o 10.000 euros para una entidad europea) para un periodo de 5 años. Como se puede observar los gráficos adjuntos (hacer clic sobre los mismos para verlos más grandes), los precios de los CDS de los seis principales  bancos de EE.UU. alcanzan niveles mínimos desde principios de 2008.






El riesgo de impago de la deuda del Bank of America, Citigroup, Morgan Stanley y Wells Fargo ha caído recientemente a su nivel más bajo desde principios de 2008. También, el riesgo de impago de la deuda de Goldman Sachs y de JP Morgan se ha reducido considerablemente, pero todavía no se sitúan en los niveles de principios de 2008. Con más detalle, lidera la lista el banco Wells Fargo, con el nivel más bajo en los CDS de su deuda. En concreto, asegurar 10.000 dólares en bonos a cinco años de Wells Fargo cuesta actualmente 64 dólares (el coste de aseguramiento llegó a situarse en 300 dólares en plena crisis financiera internacional). No obstante, para volver a su nivel anterior a la crisis financiera internacional, los precios de los CDS se deberían situar en los niveles que alcanzaban en 2006, en un rango entre 10 y 20 dólares, según entidad bancaria.

En el siguiente gráfico se representa la evolución reciente del subíndice de cotización bursátil del sector financiero "S&P 500 Financial Sector" que forma parte del índice agregado S&P 500 [1]


Después de la caída del 84% durante la crisis financiera internacional de 2007-2008, el índice "S&P 500 Financial Sector" ha subido recientemente un 231% desde el mínimo de 2009. Esta recuperación del valor de las acciones del sector financiero  ha coincidido con la espectacular caída de los precios de los CDS (o del riesgo de impago) de los principales bancos que forman parte de este índice bursátil.

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[1] El índice S&P 500 incluye las 500 empresas líderes de las industrias principales de la economía de EE.UU., que representan el 75% del mercado de renta variable de EE.UU. por capitalización.

viernes, 3 de mayo de 2013

¿Por qué los niveles de los tipos de interés de la deuda pública a largo plazo están tan bajos en EE.UU.?

La Federal Reserve Bank of San Francisco organizó el pasado 1 de marzo un Seminario sobre el pasado y el futuro de la política monetaria. En este evento impartió una conferencia el Presidente de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), Ben Bernanke. En esta entrada del Blog presentamos alguna de las interesantes ideas que Bernanke expuso para justificar el nivel tan bajo en los que se sitúan los tipos de interés a largo plazo de la deuda pública de los EE.UU.

En el primer gráfico adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se muestra la evolución reciente de los tipos de interés nominales de la deuda pública a 10 años de EE.UU. Claramente se puede observar como los rendimientos nominales de estos bonos han ido descendiendo gradualmente desde 2007, hasta situarse desde septiembre de 2011 en niveles muy bajos, en el entorno del 2%.


Para tratar de explicar los movimientos de los tipos de interés nominales de los bonos de deuda pública a 10 años, Bernanke utilizó un modelo empírico de estructura temporal de tipos de interés desarrollado por economistas de la Reserva Federal de EE.UU. [1]

Según este modelo, los rendimientos nominales de los bonos de deuda pública a 10 años de EE.UU. se pueden dividir en tres componentes (véase segundo gráfico): (a) las expectativas del mercado sobre la tasa de inflación; (b) las expectativas del mercado sobre los tipos de interés reales a corto plazo; y (c) y un componente residual que aproxima la "prima por plazo" de los bonos a 10 años, y que no es recogido por los movimientos de la tasa de inflación esperada o de los tipos de interés reales a corto plazo. En síntesis, la "prima por plazo" es el rendimiento adicional que los inversores esperan obtener por la tenencia de los títulos de deuda pública a largo plazo en lugar de invertir en una secuencia de títulos de deuda pública a corto plazo en el mismo periodo de 10 años. La "prima por plazo" compensaría a los tenedores de bonos de largo plazo por el "riesgo del tipo de interés", es decir, del riesgo de las posibles ganancias y pérdidas de capital que los cambios de tipos de interés generan en el precio y, por tanto, en el valor de los bonos de más largo plazo. [2]


Los tres componentes de la rentabilidad nominal de los bonos de deuda pública a 10 años han disminuido desde 2007.

En primer lugar, la contribución de las expectativas inflacionarias (línea azul) ha sido muy estable y ha fluctuado cerca del objetivo o meta de tasa de inflación a largo plazo del 2% fijada y anunciada explícitamente por la Fed.

En segundo lugar, las expectativas sobre los tipos de interés reales a corto plazo (línea negra) se han reducido sensiblemente desde el inicio del mandato de Ben Bernanke al frente de la Fed. Berrnanke señalo en su conferencia que se espera que los tipos de interés reales se mantengan en niveles muy bajos, cercanos al 0%, ya que estarían reflejando la debilidad en el crecimiento económico a corto plazo de la economía de EE.UU. y posiblemente también una rebaja en las expectativas del crecimiento económico a largo plazo.

Por último, la "prima por plazo" (línea verde) también ha disminuido considerablemente desde 2010 y se sitúa en valores negativos. Por un lado, dos cambios en el "riesgo de tipos de interés" podrían haber contribuido a una caída de la "prima por plazo" en los últimos años. En primer lugar, la volatilidad de los rendimientos de los bonos ha disminuido en parte porque los tipos de interés a corto plazo se ha anclado en un nivel cercano a cero y se espera que permanezca allí durante algún tiempo. En segundo lugar, la correlación de los precios de los bonos de deuda pública y los precios de las acciones se ha situado en valores negativos, lo que provoca que los bonos de deuda pública sean más atractivos como refugio seguro que otros activos alternativos. Por otro lado, el programa LSAPs (Large-Scale Asset Purchase) de compras masivas de activos (títulos respaldados por hipotecas, bonos de deuda pública a largo plazo y títulos de Agencias Hipotecarias del Gobierno como Fannie Mae or Freddie Mac) por parte de la Fed habría podido presionar también a la baja a la "prima por plazo" de los bonos de deuda pública a 10 años y, en última instancia, a sus rendimientos nominales.

Pero quizá lo más sorprendente de la conferencia fue las previsiones alcistas sobre los tipos de interés nominales de los bonos a 10 años. Por un lado, la Fed preve que el componente de las expectativas inflacionarias se mantenga alrededor del 2%. Por otro lado, Bernanke señaló que la subida de los tipos de interés nominales de los bonos se alimentará tanto por el crecimiento de tipos de interés reales esperados como de las "primas por plazo", a medida que el crecimiento económico se consolide en la economía de EE.UU.

De hecho, todas las principales previsiones de los analistas indican subidas de 2 puntos porcentuales (del 2% al 4%) de los tipos de interés nominales de los bonos de deuda pública a 10 años, tal y como se puede observar en el siguiente gráfico. [3] Esta subida de los tipos de interés a largo plazo supondría pérdidas de capital (anticipadas) importantes en el futuro para los tenedores actuales de bonos de deuda pública a 10 años.  


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[1] D'Amico, S., Kim, D.H. y Wei, M. (2010): "Tips from TIPS: The Informational Content of Treasury Inflation Protected Security Prices", Finance and Economics Discussion Series 2010-19. Washington: Board of Governors of the Federal Reserve System.
[2] Para la definición de la prima por plazos de un título de deuda pública, véase por ejemplo, el trabajo de Rico, P. (1999): "Primas por plazo en el mercado español de deuda pública", Revista de Economía Aplicada, Vol. VII, No. 19, 61-83.
[3] Previsiones: Blue Chip Financial Forecast (BCFF) consensus; Survey of Professional Forecasters; CBO; term-structural model FRB.