domingo, 29 de noviembre de 2009

¿Asistimos en la actualidad a una nueva burbuja especulativa de las cotizaciones bursátiles de las empresas viculadas al sector de Internet y de la "Nueva Economía"?

Se denomina "burbuja punto com" a una fuerte corriente especulativa que se gestó entre 1997 y 2001, en la cual las bolsas de los países industrializados vieron un rápido aumento de su valor debido al avance de las empresas vinculadas al nuevo sector de Internet y a la llamada "Nueva Economía". El período fue marcado por la fundación (y en muchos casos, espectacular quiebra) de un nuevo grupo de compañías basadas en Internet designadas como empresas punto com. Una combinación de un veloz aumento de precios de las acciones, la especulación individual y la gran disponibilidad de capital de riesgo crearon un ambiente de exuberancia irracional de los mercados. Tal y como se puede ver en el gráfico adjunto, en este periodo de burbuja especulativa el índice Nasdaq  llegó en marzo del año 2000 a cotizar en los 5000 puntos, descendiendo en poco tiempo a 3500 puntos, y en octubre de 2002 su valor era de aproximadamente 1300 puntos, situándose en valores similares a los de diciembre de 1996. El estallido de la burbuja.com (o del crash bursátil) provocó el principio de una relativamente suave, pero larga recesión económica en los países industrializados.


Indice NASDAQ Composite 1994-2004

Algunos economistas están alertando que se puede estar incubando en la actualidad una nueva burbuja especulativa en el mercado de valores con las cotizaciones de las empresas tecnológicas ligadas al sector informático y de Internet. Un ejemplo de este peligro de repetición de la burbuja de los años noventa se puede observar en la evolución reciente de la cotización de las acciones de la empresa amazon.com. Amazon.com, Inc. (cotiza en el Nasdaq con las siglas AMZN) es una compañía estadounidense de comercio electrónico con sede en Seattle, Estado de Washington. Su eslogan es and you're done (Traducido al español: «y listo»). Fue una de las primeras grandes compañías en vender bienes a través de Internet. Amazon también posee Alexa Internet, a9.com, Shopbop, Kongregate e Internet Movie Database (IMDb).





Las cotizaciones de las acciones de amazon.com han sobrepasado con creces -y en tan sólo 18 meses- el máximo alcanzado en el año 2000 (línea horizontal del gráfico), cuando su valor se situó en la cima de la burbuja bursátil de las empresas punto com, momento que precedió al crash bursátil de 2000-2002. En lo que va de año el valor de la acción ha subido un 156,90% y en los 12 últimos meses ha subido un 208,52%. Amazon.com no es la excepción del Nasdaq -aunque si la más espectacular- y empresas como, por ejemplo, ebay y Google registran revalorizaciones en los últimos 12 meses del 76,85 y del 97,90%.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Evolución del comercio intraindustrial global por áreas y por grupos de productos, 1962-2006

El comercio intraindustrial es aquel tipo de comercio internacional que se desarrolla mediante el intercambio entre dos países de productos de la misma industria, es decir, de las mismas clases de productos, con lo que no se siguen las hipótesis de los modelos "clásicos" de comercio ricardianos y de Hecksher-Ohlin de ventaja comparativa y dotación factorial, respectivamente, donde el intercambio comercial ha de producirse con bienes de distinta naturaleza. Por ejemplo, aprovechando la ventaja comparativa de un país sobre otro, ambos intercambiarán cereales por bienes de equipo, dando lugar al comercio interindustrial. Por el contrario, el comercio intraindustrial existirá cuando se intercambien entre dos países cereales por cereales o bienes de equipo por bienes de equipo.

Los economistas han propuesto dos tipos de factores para explicar el comercio intraindustrial: i) las hipótesis funcionales, que se apoyan en las condiciones "reales" de comercio; y ii) las hipótesis teóricas derivadas de las "nuevas teorías" de comercio internacional.

Por un lado, las hipótesis funcionales más utilizadas son las que consideran que el comercio intraindustrial se debe a factores de tipo estacional, al comercio fronterizo y al tráfico de perfeccionamiento, entre otros.

En primer lugar, un ejemplo de comercio intraindustrial por motivos estacionales es el de los productos agroalimentarios de carácter perecedero, puesto que al tener que consumirse en un breve plazo, se buscará el mercado exterior para complementar la demanda nacional, en los períodos en que hemos producido más de lo que consumimos, pero que habrá que recurrir a la oferta internacional durante los períodos en los que no existe producción interna suficiente. Por lo tanto, en el cómputo anual, el país exportará e importará la misma clase de bienes.

En segundo lugar, el comercio fronterizo tiene especial relevancia para las materias primas que tienen un bajo coste unitario pero que tienen un coste de transporte unitario elevado. Bajo estas premisas, las industrias que utilicen como inputs este tipo de materias primas importarán dichos inputs de una país fronterizo próximo, mientras que exportarán esas materias primas nacionales a las industrias de otros países que se encuentren cercanos a la zona de producción nacional.

En tercer lugar, el tráfico de perfeccionamiento implica la importación de bienes con objeto de exportarlos una vez que han sido "poco" transformados, de manera que los mismos seguirán clasificados en la misma partida arancelaria. En este caso, el país estaría exportando e importando casi el mismo producto, por lo que se trataría nuevamente de comercio intraindustrial.

Por otro lado, el comercio intraindustrial surge de las nuevas teorías del comercio internacional en cuatro supuestos teóricos: la diferenciación de productos, el aprovechamiento de las economías de escala, la competencia imperfecta y las diferencias tecnológicas entre los países.

En primer lugar, los modelos con diferenciación de productos suponen que diferentes empresas en distintos países pueden producir bienes que no son idénticos (no son sustitutivos perfectos). Esta situación da lugar a su exportación e importación por parte de un mismo país y, por lo tanto, a la aparición del comercio intraindustruial.

En segundo lugar, la reducción de costes que posibilitan las economías de escala pueden generar comercio intraindustrial en el sentido de que si las empresas pertenecientes a un mismo sector concentran sus esfuerzos en un sólo tipo de una gama de productos, con la consiguiente reducción de costes medios, realizarán exportaciones de dicho tipo e importaciones del resto de clases del mismo producto de otro país.

En tercer lugar, si la empresa está en mercado de competencia imperfecta, con curvas de demanda menos elásticas respecto al precio, resulta más fácil para las empresas extranjeras asimilar los costes de transporte necesarios para colocar los productos en mercados alejados de su centro de producción que en condiciones de competencia perfecta, que supone que en todos los mercados se paga el mismo precio por el mismo producto, y por lo tanto, esos costes de transporte los debería absorber la propia empresa.

En cuarto lugar, las diferencias tecnológicas entre los diferentes países explican la aparición de productos sustitutivos que dan lugar también a otro tipo de comercio intraindustrial.

En el gráfico adjunto se presenta la evolución del comercio intraindustrial global por áreas de países y por grupos de productos para el periodo 1962-2006. El comercio intraindustrial se mide por el el Índice de Grubel-Lloyd. Los datos provienen del trabajo de Marius Brülhart (2008), “An Account of Global Intra-Industry Trade, 1962–2006”, estudio preparado para el informe World Development Report 2009 del Banco Mundial (http://econ.worldbank.org/wdr).



El Indice de Grubel-Lloyd se cálcula según la expresión:



donde X y M son las exportaciones e importaciones, respectivamente, que el país o zona realiza del bien o sector considerado. El índice puede tomar dos valores extremos: a) el valor 1 cuando el comercio se efectúa entre los mismos sectores (intraindustrial); y b) el valor 0 cuando se efectúa entre sectores de actividad diferentes (interindustrial). En los casos intermedios, el índice se sitúa en el intervalo [0, 1] o, alternativamente, si se multiplica por 100 la expresión anterior, el índice se sitúa en el intervalo [0, 100]. En definitiva, cuando el valor del índice de Grubel-Lloyd esté más cerca de 100 (o de 1), mayor importancia relativa tendrá el comercio intraindustrial en el bien o sector para el país o área considerada.

Como se puede observar en la parte superior del gráfico, el comercio intraindustrial ha ido creciendo sin interrupción desde 1962 hasta nuestros días, hasta alcanzar más del 50% del comercio internacional en el conjunto de todos los bienes y servicios. Además la parte del comercio intraindustrial sobre el total del comercio ha subido para todos los tipos de bienes y servicios: i) en los bienes primarios (por ejemplo, el aceite y gas natural) hasta alcanzar el 25% del total; ii) en los bienes intermedios (por ejemplo, los componentes de la industria del automóvil o los servicios informáticos a las empresas) hasta alcanzar el 55% del total; y iii)  en los bienes finales (por ejemplo, los alimentos y las bebidas) hasta alcanzar el 46% del total.

En el comercio de bienes intermedios se da una mayor proporción de comercio intraindustrial. La razón está en que este tipo de comercio es más sensible a los costes de transporte que el comercio de bienes primarios y productos finales,  y estos costes de transporte se han reducido sustancialmente en los últimos cuarenta años.

Finalmente, en la parte inferior del gráfico se puede destacar dos hechos relevantes. En primer lugar, el comercio intraindustrial es más elevado en los países desarrollados, pero prácticamente nulo en África, Asia central, el Cáucaso y Turquía. En segundo lugar, el comercio intraindustrial ha ido cobrando mayor importancia  a lo largo del tiempo en Norteamérica, Australia-Nueva-Zelanda, Europa Occidental y en las dos zonas del este de Asia.

viernes, 20 de noviembre de 2009

¿Por qué ha sido mayor el impacto de la crisis económica en la economía canaria que en otras regiones españolas?

Canarias es una de las regiones españolas donde la crisis económica está teniendo una mayor incidencia negativa, tanto en reducción de las tasas de crecimiento económico como en el aumento de las tasas de desempleo. El mayor impacto negativo se debe a algunas peculiaridades estructurales que se circunscriben a algunas regiones españolas - incluida Canarias- que hasta 2007 estimularon buena parte del crecimiento relativamente mayor que la media española, pero que ahora están ejerciendo una mayor presión a la baja en las tasas de crecimiento económico y del empleo. Un reciente trabajo del Servicio de Estudios Económicos del BBVA (SEE BVA) ha profundizado en el estudio de la heterogeneidad del impacto de la actual crisis económica en  las distintas regiones españolas.

En concreto, tres son los factores que están contribuyendo a un mayor deterioro económico de la economía canaria en el corto plazo y que pueden condicionar la recuperación en el medio plazo según este estudio:  i) el mayor peso de la construcción; ii) el elevado apalancamiento financiero del sector privado (empresas no financieras y familias); y iii) la fuerte dependencia del sector turístico.



En primer lugar, durante el periodo del boom inmobiliario (1999-2007) se registró en la economía canaria un peso muy superior del empleo en el sector de la construcción que la media española. Debido a este factor estructural, se puede observar en el Gráfico 1 como la destrucción de empleo total registrada hasta el segundo trimestre de 2009 ha sido más intensa en Canarias que en el conjunto de la economía española. En definitiva, el redimensionamiento del sector de la construcción es uno de los factores explicativos diferenciales del aumento de la tasa de paro estructural de Canarias.







En segundo lugar, la economía canaria ha registrado durante el periodo 1999-2007 uno de los niveles regionales de mayor apalancamiento financiero del sector privado. El apalancamiento del sector privado se suele aproximar por la ratio de los créditos menos depósitos en relación al PIB. Para el caso de Canarias se llegó a alcanzar en 2007 el 72,3 % del PIB, muy por encima de la media de la economía española (57,1%). Como consecuencia de la crisis financiera internacional, desde 2008 asistimos a un intenso proceso (inverso) de desapalancamiento financiero de las empresas no financieras y de las familias canarias, más acelerado y persistente que en el conjunto de la economía española. Este problema ha generado en la economía canaria una mayor caída relativa de todos los indicadores de actividad productiva y de gasto privado que en el resto de España, lo que reflejaría un mayor reajuste a la baja en las decisiones de inversión de las empresas y en las decisiones de consumo de los hogares canarios. Por ejemplo, se puede observar en el Gráfico 2 una contracción más acusada (en promedio hasta septiembre de 2009 frente a septiembre de 2008) de las matriculaciones de vehículos (industriales y turismos) en Canarias (-40,0%) que en el conjunto de España (-33,3%). También es indicativo del proceso de desapalancamiento financiero (véase Gráfico 3) la mayor caída de las ventas de comercio al por menor (en promedio hasta septiembre de 2009 frente a septiembre de 2008) en Canarias (-7,5%) que en España (-6,9%).





Finalmente, la crisis financiera internacional y la recesión económica a nivel global se ha trasladado también a una caída sustancial de la demanda exterior de la economía, lo que ha afectado negativamente a las regiones españolas más orientadas a la actividad exportadora y al turismo extranjero. Este elemento diferencial ha vuelto a repercutir negativamente en la economía canaria, muy expuesta a los flujos turísticos internacionales, de Alemania y el Reino Unido, principalmente. En concreto, la ratio del gasto de los turistas extranjeros en relación al PIB (promedio 2004-2008), alcanzó un 26,4% para Canarias, frente a la media del 5,0% del conjunto de España. Por ejemplo, en el mes de setiembre de 2009 la caída interanual de turistas extranjeras se ha situado en el -14,4% para Canarias frente al -9,8% del conjunto de España. En definitiva, la intensa caída del turismo extranjero durante 2008 y 2009 ha sido otro de los factores diferenciales negativos que ha provocado una mayor caída relativa de las tasas de crecimiento económico y del empleo de la economía canaria frente al conjunto de la economía española.





En síntesis, la mayor exposición al sector de la construcción, el mayor apalancamiento financiero de las empresas y familias, junto a la mayor dependencia del flujo de turistas extranjeros son los tres principales factores que han incidido en el mayor deterioro relativo del crecimiento económico y de la destrucción de empleo de la economía canaria. En el Gráfico 4 se presenta el ranking de destrucción de empleo de la distintas regiones españolas y del conjunto de España desde el inicio de la crisis económica (variación en % entre el segundo trimestre de 2007 y el tercer trimestre de 2009). Las cifras ponen de manifiesto como la mayor vulnerabilidad relativa de Canarias a los tres factores mencionados ha provocado que la región lidere la caída del empleo (-13,5%) de las distintas CC.AA, registrando un amplio diferencial negativo en relación a la caída de la ocupación en el conjunto de la economía española (-8,0%).

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La combinación de política monetaria expansiva y política fiscal expansiva ¿puede provocar necesariamente altas tasas de inflación?

Mientras que los Gobiernos y la mayoría de los economistas nos hemos estado ocupando de la evolución negativa del PIB y del desempleo desde el inicio de la crisis económica, algunos economistas han estado alertando de la posibilidad de que tanto en la economía americana como en la zona euro se pueda generar tasas de inflación altas una vez que la incipiente recuperación económica se haya consolidado. El germen de una nueva etapa de inflación estaría en las medidas de política macroeconómica impulsadas desde el inicio de la crisis: a) las políticas monetarias expansivas aplicadas por la Reserva Federal de los EE.UU. y por el Banco Central Europeo, que han supuesto un aumento de la liquidez sin precedentes históricos; y b) las políticas fiscales expansivas diseñadas por el Gobierno Federal de EE.UU. y por la mayoría de los países de la zona euro, instrumentadas a través de paquetes de estímulo fiscal que han conducido a aumentos considerables de los déficit presupuestarios y de los niveles del stock deuda pública. En síntesis, el elevado exceso de liquidez acumulado, los abultados déficit públicos, y la más que previsible recuperación de los precios de la energía, llevaría a un nuevo e intenso proceso inflacionario.

Pero quizá estos temores puedan disiparse si nos atenemos a la reciente experiencia de Japón en los años noventa. En este periodo, la economía japonesa convivió simultáneamente con tasas de crecimiento del PIB muy débiles, una aumento de la liquidez extraordinario, crecientes niveles de déficit presupuestarios y de stock de deuda pública, y todo ello, sin tensiones inflacionarias, sino más bien todo lo contrario.




Desde comienzos del año 2001, el Banco de Japón aplicó una política monetaria expansiva sin precedentes (véase al respecto en la figura la evolución del total de activos del Banco de Japón) en una economía donde los tipos de interés oficiales efectivos a corto plazo alcanzaron el nivel cero, tal y como ha hecho la Reserva Federal de los EE.UU. en el último año (y en cierta medida el Banco Central Europeo). Además, la persistencia de la recesión económica junto a la aceleración del proceso de envejecimiento demográfico y los efectos de los diversos planes de estímulo fiscal aplicados generaron un deterioro histórico de las Finanzas Públicas (véase al respecto en la figura la ratio del stock de deuda pública sobre el PIB). Pero sorprendentemente, la combinación de políticas monetarias y fiscales muy expansivas no generó inflación sino todo lo contrario: un largo periodo de deflación, con caídas constantes y persistentes del nivel de precios (véase al respecto en la figura la evolución del deflactor del PIB).

Esta experiencia de Japón en relación a la evolución del nivel de precios de su economía debe trasladar un mensaje a los gobiernos de que lo relevante en una situación de profunda recesión económica como lo actual, no es que se alcancen tasas de inflación demasiado altas, sino más bien que se mantengan tasas de inflación “excesivamente” bajas.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Inflación o deflación futura en clave de humor

La CEOE presentó ayer sus previsiones para la economía española para 2010 y 2011 y prevé un situación de "deflación" para la economía española en el año 2010 del -0.8%, escenario respaldado por la mayoría de los miembros de la Junta Directiva de la patronal. En una reciente entrada del Blog ya tuve ocasión de comentar que está calificación de "deflación" es errónea.

Para introducir una chispa de humor en esta cuestión presentamos en esta entrada del Blog un video de Merle Hazard, un humorista americano que se ha hecho famoso cantando canciones "country" relacionadas con  la crisis financiera internacional. Una de sus más conocidas canciones es "¿inflación o deflación?", en la que trata de  los peligros de las políticas monetarias expansivas emprendidas por los bancos centrales, especialmente la Reserva Federal de los EE.UU. y el Banco Central Europeo.

Les presento una traducción aproximada de la canción al español.



PRESENTACION DE LA CANCION

“Hola a todos. Soy Merle Hazard y este es Bretton Wood, mi socio. Esta noche tenemos una canción para ustedes que lleva por título: ¿Inflación o deflación?. Esta canción tuvo un gran acogida en un concierto que dimos el año pasado en el Fondo Monetario Internacional”

LETRA DE LA CANCION

Mientras vamos por esta recesión, Mientras caemos más y más ¿va nuestro Banco Central a arreglar las cosas o va a perder los papeles?

Es una mini Gran Depresión, Nuestros mercados se han vuelto locos, La Fed está imprimiendo billones, pero ¿tendrá resultado su esfuerzo?

¿Inflación o deflación?, Dime, si puedes, ¿Nos convertiremos en Zimbawe o seremos como Japón?

Los mercados de crédito cayeron y todavía sufren tensiones, ¿Podrán los dólares de mi colchón
comprar más o menos cosas el año que viene?

Es una situación desesperada, Cuando los tipos de interés están a cero, Si el árbol cae en el bosque, ¿hace algún tipo de ruido?

El nuevo dinero genera inflación, Si la gente se lo gasta, Pero si simplemente lo guarda, La miseria no va a terminar

¿Inflación o deflación?, La elección es complicada, Me pregunto qué diría John Maynard Keynes si le preguntáramos

¿Inflación o deflación?, Dime, si puedes ¿Nos convertiremos en Zimbawe o seremos como Japón?

lunes, 9 de noviembre de 2009

La recuperación de la economía americana y la debilidad del mercado de la vivienda

La economía americana creció a una tasa anual del +3,53% en el tercer trimestre de 2009. El giro del comportamiento del crecimiento económico puso fin a cuatro trimestres consecutivos de contracción económica, la primera vez que eso sucede desde 1947, cuando se empezaron a calcular cambios trimestrales. Además, ha sido también la primera expansión desde el segundo trimestre de 2008, cuando la economía experimentó una leve mejoría. Como se puede observar en el cuadro adjunto (hacer clic para verlo más grande), está expansión del 3,5% del PIB se ha basado fundamentalmente en la aportación positiva del consumo privado (+2,36%), impulsado por las compras de casas y automóviles con subvenciones del Gobierno Federal. También destaca la recuperación y la aportación positiva de las exportaciones (+1,49%), de la variación de las existencias (inventariable)  (+0,94%) y de la inversión productiva en capital fijo (+0,28%), aunque en este caso impulsada por la inversión residencial o en viviendas (+0,53%), ya que la inversión no residencial ha registrado una contribución negativa al crecimiento del PIB real de -0.24 puntos porcentuales.



A pesar de la incipiente recuperación económica y del aumento de las compras de viviendas impulsadas por los planes de apoyo del Gobierno Federal, el mercado de la vivienda en EE.UU. sigue mostrando señales de debilidad, con caídas interanuales de los precios de la vivienda aunque con tasas negativas menos elevadas. En los gráficos adjuntos se presentan los cambios en los precios de la vivienda en EE.UU. en el último año (agregados y de los principales núcleos urbanos), así como su evolución temporal desde 1992 hasta la actualidad.

El catedrático de Economía de la Universidad de Yale, Robert Shiller, elaboró en 2006, a través de su empresa Macromarkets LLC, y en colaboración con Standard & Poors los índices S&P/Case-Shiller Home Price . Estos índices reflejan la evolución de los precios de las viviendas de las diez y de las veinte áreas metropolitanas más importantes del país: a) el Composite-10 (Nueva York, Boston, Washington, Miami, Chicago, Denver, Las Vegas, Los Ángeles, San Francisco y San Diego); y b) el Composite-20 (Nueva York, Boston, Washington, Miami, Chicago, Denver, Las Vegas, Los Ángeles, San Francisco, San Diego, Atlanta, Charlotte, Cleveland, Dallas, Detroit, Minneapolis, Phoenix, Portland, Seattle y Tampa). Las últimos cifras disponibles de los índices Standard & Poor's/Case Shiller Home Price corresponden a los datos relativos a agosto de 2009.

En el primer gráfico adjunto se presenta la caída de los precios de la vivienda en cada una de las ciudades americanas y en los dos índices compuestos en el último año (agosto 2009/agosto 2008). Aún se registran caídas interanuales de los precios de la vivienda muy significativas en los dos índices compuestos (-11%) y en la mayoría de las ciudades, destacando Las Vegas (-30%), Phoenix (-25%), Detroit (-23%), Miami (-19%) y Tampa (-18%). En el lado opuesto, con las retrocesos más bajos interanuales de los valores inmobiliarios se sitúan las áreas metropolitanas de Dallas, Denver, Cleveland y Boston, con caídas del -1%, -2%, -3%  y -4%, respectivamente.




En el segundo gráfico se puede observar desde una perspectiva histórica (1992-2009) como los precios de la vivienda de las principales áreas metropolitanas de EE.UU. siguen mostrando  caídas interanuales, aunque a un menor ritmo que en meses anteriores.













domingo, 1 de noviembre de 2009

La Gran Depresión de 1929 y la Recesión de 2008 en la economía americana: analogías y diferencias

En el gráfico adjunto (hacer click para hacerlo más grande) se compara el comportamiento de alguna de las variables económicas clave en la Gran Depresión de 1929 y la Gran Recesión de 2008 para la economía de los EE.UU.. Algunos analistas y comentaristas económicas han insistido en que las dos recesiones se parecen mucho, auque esto es cierto sólo en parte. De hecho, vamos a ver como los indicadores seleccionados se comportan de manera igual en cuanto el signo, pero no en la magnitud. Los tres indicadores que presentamos mostraron peores registros negativos en la actual recesión de 2008 que en la de 1929.



En primer lugar, uno de los factores causales de la recesión ecoómica en ambos periodos es la caída de los precios de los activos. De este modo, en ambas recesiones se observa una caída significativa de la riqueza neta de los hogares que provoca una caída del gasto del consumo privado, aunque esta reducción de la riqueza de las familias es mucho mayor en la crisis actual (-17%) que en la crisis de 1929 (-3%). Esta diferencia de comportamiento se debe a que en 1929 se produjo un hundimiento del mercado de la Bolsa puntual en el mes de octubre (después de un periodo corto de bruscas subidas entre los meses de junio y agosto) y a que los precios de la vivienda en EE.UU. disminuyeron ligeramente. Como consecuencia de estos retrocesos ligeros de la Bolsa y de los precios inmobiliarios, la riqueza neta del hogar apenas bajo el 3% entre diciembre de 2008 y diciembre de 2009. Por el contrario, en 2008 asistimos a una caída del 24% de los precios de las acciones entre septiembre y octubre, y los precios de la vivienda cayeron nada menos que un 9% en este año. La conjunción de estos dos shocks negativos de mayor magnitud relativa generó una caída de la riqueza neta de los hogares estadounidenses de un 17% entre diciembre de 2007 y diciembre de 2008, es decir, cinco veces más que la Gran Depresión de 1929.

En segundo lugar, en ambas recesiones se presenta otro factor que genera incertidumbre y que frena  el gasto privado: la elevada volatilidad en mercados financieros. En el gráfico se presenta la volatilidad de los mercados de acciones medida por la varianza de los rendimientos diarios en 1929 y en 2008 (las varianzas están calculadas sobre la variación porcentual de los rendimientos de las acciones entre septiembre y diciembre de cada año). Nuevamente la volatilidad es más alta en las recesión de 2008 (varianza de 16,3) que en los últimos cuatro meses de 1929 (varianza de 12,0), lo que supone un 35,8%  más de volatilidad (media) de los rendimientos de las acciones incluidas en el índice S&P de la Bolsa de Nueva York (los datos para 1929 son el índice S&P 90 y para 2008 el índice S&P 500).

En tercer lugar, otro indicador que nos indica la profundidad del pánico alcanzado en ambas recesiones puede ser aproximado por el aumento del diferencial entre los tipos de interés de diferentes bonos de renta fija corporativos según el grado de riesgo. Como se puede observar en el gráfico, entre agosto y  diciembre de 2008, los diferenciales entre los bonos corporativos Moody’s de grado BAA y AAA se elevaron hasta 187 puntos básicos. Por el contrario, entre septiembre de 1929 y diciembre de 1930, este diferencial aumento en 87 puntos básicos respecto al nivel anterior al desplome bursátil. Nuevamente, el comportamiento relativo es peor en la actual recesión que en la Gran Depresión de 1929.