lunes, 4 de noviembre de 2024

Evolución histórica de las variables macroeconómicas fiscales de la economía española, 1964-2023, y proyecciones 2024-2028

Entrada elaborada conjuntamente con María A. Prats de la Universidad de Murcia

En esta entrada del Blog se presenta la senda temporal de las principales variables macroeconómicas fiscales de las AA.PP. españolas (medidas en % del PIB) actualizadas para el periodo 1964-2023 y las últimas proyecciones del Gobierno para el periodo 2024-2028. Con más detalle, se ha añadido la cifra provisional del año 2023 y se han corregido también todas las cifras anteriores con datos actualizados de las nuevas series elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los datos provienen de las Cuentas Financieras de la Economía Española elaboradas por el Banco de España y de la Contabilidad Nacional de España elaborada por el INE. También se presentan proyecciones de déficit público total (incluyendo los pagos de intereses de la deuda pública acumulada), del déficit público primario (sin pagos por intereses de la deuda) y del stock de deuda pública según la metodología del Déficit Público Excesivo (PDE), proyecciones elaboradas por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa para su envio a la Comisión Europea. [1]. Por último, se muestra la evolución histórica del stock de deuda pública en % del PIB para España para el periodo 1850-2023 y las predicciones para 2024-2028.

Nos gustaría destacar los cinco últimos periodos de la historia presupuestaria de la economía española: (1) el ajuste fiscal del periodo 1996-2007; (2) el deterioro brusco y profundo de las finanzas públicas en los años 2008 y 2009, después del inicio de la crisis económica derivada de la crisis financiera internacional; (3) el nuevo periodo de ajuste fiscal que comenzó en el año 2010 y terminó en 2019, pero que avanzó a un ritmo excesivamente lento para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo; (4) el problema de la solvencia fiscal se ha agravado considerablemente con la recesión provocada por el COVID-19 en 2020, tanto por el aumento del gasto público como por la insuficiente recaudación de los ingresos públicos; (5) y el lento ajuste fiscal iniciado desde 2021 impulsado fundamentalmente por el aumento de los ingresos públicos vía crecimiento del PIB nominal.

En el Gráfico 1 (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) aparece la evolución de los ingresos totales, los gastos totales y los gastos netos de intereses de la deuda pública (o gastos públicos primarios) de 1964 a 2023, junto a las previsiones del Gobierno para 2024 en relación a las dos primeras variables. 

Por un lado, destacar el hundimiento de los ingresos en 2008 y 2009, y el espectacular crecimiento de las dos variables representativas de los gastos públicos en los años posteriores a 2008.  Resaltar que a pesar de los esfuerzos realizados, los gastos totales y los gastos sin intereses de la deuda pública se situaron a finales de 2019 en el 42,2% y el 39,9% del PIB, respectivamente. Más adelante, la Pandemia provocó un crecimiento espectacular de las dos variables. Con más detalle, a finales de 2020 los gastos públicos totales alcanzaron el máximo de la serie histórica con una ratio del 51,8% del PIB, batiendo el anterior récord histórico del año 2012 (48,9%), y superando ampliamente el dato de finales de 2019 (42,2% del PIB). Los datos de finales de 2023 sitúan los gastos públicos totales en un nivel más bajo del 45,5% del PIB, mientras que las previsiones del Gobierno reducen está cifra al 44,8% del PIB para 2024.

Por otro lado, los ingresos públicos totales se situaron a finales de 2023 en el 41,9% del PIB. El Gobierno prevé una ligera reducción de este nivel para 2024 hasta situarse en el 41,8%. 


En el Gráfico 2 se presenta la evolución del ahorro bruto total y del ahorro bruto primario (excluido los pagos de intereses de la deuda pública) del total de las AA.PP. para el periodo 1964-2023 (no confundir con el superávit o déficit total de las AA.PP.). La primera variable se obtiene del saldo conjunto de las cuentas corrientes (ingresos y gastos corrientes) de las AA.PP. (cuentas de producción, distribución y utilización de la renta). Recordar que el mantenimiento de saldos de ahorro público equilibrados permite cumplir la "regla de oro" de la política fiscal: emitir deuda pública solamente para financiar la inversión pública.


Por un lado, el ahorro bruto total y primario, que había crecido ininterrumpidamente en una década (desde 1997 a 2007), retrocedió bruscamente en el año 2008 y alcanzó en 2009 niveles negativos no conocidos en esta serie histórica. En el periodo 2009-2019 el ahorro público primario registró una importante mejora (4,3 puntos porcentuales en % del PIB), mientras que el desequilibrio negativo en el ahorro público total se ha reducido desde 2009 en 3,8 puntos porcentuales sobre el PIB.

Por otro lado, la Pandemia provocó un importante deterioro en las dos variables generando nuevamente importantes déficits. Con más detalle, el ahorro público total se situó a finales de 2020 en el -7,1% del PIB, mientras que el ahorro público primario alcanzó el -4,9% del PIB. Desde ese año el desequilibrio negativo se ha ido reduciendo en ambas variables, hasta alcanzar a finales de 2023 un ligero déficit del -1,2% en el ahorro bruto total y un ligero superávit en el ahorro público primario del +1,2%.

En el Gráfico 3 se presenta la evolución temporal del superávit (+) o déficit (-) de las AA.PP. total y primario (excluidos los pagos de intereses de la deuda pública) desde 1964 a 2023 y la proyecciones para el periodo 2024-2028 del Gobierno para ambas variables. Con más precisión, se trata de la capacidad (+) o necesidad de financiación (-) total y neta de intereses, respectivamente, obtenida como suma del ahorro bruto y del saldo de la cuenta de capital de las AA.PP. En este caso, se incluye además de los ingresos y gastos públicos corrientes, los ingresos y los gastos de capital de las AA.PP., incluida la inversión pública, entre otras partidas.


Como se puede observar en el gráfico, un periodo significativo de ajuste fiscal comenzó después de 1995 (año en el que se alcanzó un déficit público récord hasta entonces del -6,5%), para posteriormente reducirse en años sucesivos el déficit hasta el año 2004, y generando superávit públicos en el periodo 2005-2007 de media alrededor del +2%. Nuevamente, el año 2008 marca un cambio de tendencia brusco, al aparecer cifras de déficit público total del -4,4%, cifras no registradas desde el año 1996. En el año 2009 se alcanzó una nueva cifra récord en estos 60 últimos años de historia de la hacienda pública española: un -9,3% de déficit público primario y un -11% de déficit público total. 

El proceso de consolidación fiscal que había tenido relativo éxito en el periodo 2010-2011, se frenó significativamente en 2012, aunque se volvió a encauzar en los años 2013 a 2019, con un ligero paso atrás en este último ejercicio presupuestario. Con más detalle, el déficit público total se redujo desde 2012 a 2019 en 7,7 puntos porcentuales del PIB, hasta alcanzar el -3% del PIB (límite de la regla fiscal), mientras que el déficit público primario se redujo en 7 puntos porcentuales del PIB, hasta situarse en un ligero déficit (-0,7% del PIB).

La consecuencias económicas de la Pandemia provocó en 2020 un deterioro importante del déficit público. Con más detalle, el déficit público total se situó a finales de 2020 en el -9,9% del PIB, mientras que el déficit público primario alcanzó el -7,7% del PIB. En el periodo 2021-2023 ambos desequilibrios se han ido reduciendo hasta situarse a finales de 2023 en un déficit público total del -3,6% (aún por encima de la regla fiscal del 3%) y en un déficit público primario del -1,2%.

Las previsiones del Gobierno mandadas recientemente a la Comisión Europea sitúan el déficit público total en el -3,0% del PIB y en el -2,5% del PIB para 2024 y 2025, respectivamente (cumpliendo la regla fiscal). En lo que respecta al déficit público primario las previsiones señalan un ligero superávit del +0,4% del PIB para 2024  y un ligero déficit del -0,3% para 2025.

A medio plazo, en el horizonte de 2028, las previsiones del Gobiernos auguran deficit en ambas variables: un -1,6% del PIB en el déficit público total (se seguirá cumpliendo la regla del déficit entre 2025 y 2028) y del -1% del PIB en el déficit público primario. [1]

En el Gráfico 4 se muestra la senda temporal de dos variables representativas del stock de deuda pública de las AA.PP. para el periodo 1964-2023. La primera es el stock de deuda pública total medido por el conjunto de los pasivos financieros totales de las AA.PP. En el segundo caso, la segunda variable representativa del stock de deuda pública (menor en niveles por las partidas que incluye) es construido según la metodología del Protocolo de Déficit Excesivo (PDE) incluido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la zona del euro (esta es la cifra oficial que publica el Banco de España y el Banco Central Europeo sobre el total de la deuda pública española).


En ambos casos, la reducción es espectacular desde el año 1996 hasta el año 2007, pero nuevamente se produce un deterioro muy significativo y persistente desde el inicio de la crisis financiera internacional en el año 2008, deterioro que se ha vuelto a repetir en 2020 como consecuencia del COVID-19.

Con más detalle, el stock de deuda pública según el PDE se situó a finales de 2020 en 1.346.916 millones de euros (119,3% del PIB, récord histórico), mientras que el stock de deuda pública total (que incluye muchos más pasivos de las AA.PP.) alcanzó hasta entonces la cifra récord en la serie histórica de 1.980.371 millones de euros (175,4% del PIB, récord histórico). En el periodo 2020 a 2023 ambas ratios se han reducido hasta situarse a finales de 2023 en el 105,1% en el caso del stock de deuda pública según el PDE, y en el 137,8% en el caso del stock de deuda pública total. Esta reducción de las dos ratios se debe exclusivamente al aumento del PIB nominal (denominador), ya que en valores absolutos han seguido creciendo (numerador) aunque a menor tasa que el PIB nominal.

Las previsiones del Gobierno sobre la evolución del stock de deuda pública según la metodología del PDE (Gráfico 5) enviadas a Bruselas estiman que la relación deuda/PIB continúe su trayectoria descendente en el periodo 2024-2028, disminuyendo hasta situarse en el 96,6% en 2028. Esta cifra se mantiene muy alejada del límite del 60% del PIB que continua vigente en las nuevas reglas fiscales recientemente aprobadas. 


Finalmente, en el Gráfico 6 se muestra la evolución histórica del stock de deuda pública en % del PIB para el periodo 1850-2023 junto a las previsiones del Gobierno para el periodo 2024-2028. 

La situación actual de la dinámica de la deuda pública se encaminaba sin control hacia los peores episodios de nuestra historia económica reciente: la I Guerra de Cuba de 1868-1878 en el reinado de Alfonso XII y la II Guerra de Cuba-Crisis de 1898 en el regencia-reinado de su hijo Alfonso XIII.

El récord negativo se sitúo en 1876, cuando la deuda pública del país quedó contabilizada en un 169% del PIB. El siguiente pico de deuda llegó, por su parte, en 1902 con una cifra equivalente al 128% del PIB en ese momento, pico al que nos acercamos en 2020 como consecuencia de la  Pandemia (119,3%). Se venía en 1876 y 1902  de los tiempos de la llamada "leyenda negra" de la deuda pública española.


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[1]   Ministerio de Economía, Comercio y Empresa (2024), Plan Fiscal y Estructural de medio plazo 2025-2028 del Reino de España, 15 de octubre de 2024.

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Como citar esta entrada del Blog:

Vicente Esteve y María A. Prats, "Evolución histórica de las variables macroeconómicas fiscales de la economía española, 1964-2023, y proyecciones 2024-2028", Universidad de Valencia, Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 1/11/2024,
https://vicenteesteve.blogspot.com/2024/11/evolucion-historica-de-las-variables.html

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