En la entrada anterior nos ocupamos de una de las características perversas del sistema actual de negociación colectiva: su elevada inercia nominal. Como tuvimos ocasión de estudiar este fenómeno ha supuesto un aumento de los costes laborales, no sólo en términos nominales sino también en términos reales, y todo ello coincidiendo con un periodo de deterioro creciente de la demanda y del empleo. En la presente entrada presentamos la otra característica perversa: la escasa sensibilidad de los incrementos salariales negociados en los convenios a las condiciones cíclicas de la economía española.
En el cuadro adjunto (hacer click sobre el mismo para agrandarlo), se presentan los resultados una estimación econométrica para el periodo 1990-2008 de la relación entre los incrementos salariales negociados en los convenios colectivos (variable dependiente) y de algunas variables relacionadas con el ciclo económico (desviación de la inflación positiva retardada un periodo, desviación de la inflación negativa retardada un periodo y variación de la tasa de desempleo en el periodo anterior). La estimación se presenta para el conjunto de convenios colectivos revisados (plurianuales) y para el conjunto de convenios colectivos de nueva firma. Además, se incluyen en la estimación otras variables control, tales como la existencia de clausula de salvaguardia, su ámbito de negociación (nivel de empresa o ámbito superior) y el sector de actividad del convenio.
En conjunto, solamente 1/3 de los convenios colectivos se han negociado en el mismo año, puesto que la mayor parte de los convenios son plurianuales. En este sentido, cabría esperar a priori en el grupo de convenios plurianuales una menor sensibilidad en el año t a las variables cíclicas incluidas en la estimación.
En primer lugar, centrémonos en la relación entre los incrementos salariales pactados y la desviación de la tasa de inflación. En la estimación se toma como referencia una desviación de la tasa de inflación del año anterior por debajo o por encima del 2%. Por un lado, los resultados muestran para ambos grupos de convenios una elevada asimetría en el mecanismo de determinación de los salarios pactados, puesto que las desviaciones positivas de la tasa de inflación se trasladan a los incrementos de salarios con un coeficiente cercano a la unidad (0.92 y 1.13, respectivamente). Por otro lado, se puede observar como dicha traslación no tiene lugar cuando la inflación desciende por debajo de la referencia del 2% (coeficientes muy por debajo de la unidad: -0.21 y -0.34, respectivamente), dada la asimetría generada por las clausulas de salvaguardia de los convenios. No obstante, estos coeficientes negativos estimados implican que las desviaciones de la inflación por debajo del 2% derivan también en aumentos salariales.
En segundo lugar, resulta interesante observar también el impacto de la variación de la tasa de desempleo sobre incrementos salariales. Ahora se estima que únicamente en los convenios colectivos nuevos firmados en el año se detecta cierta sensibilidad a la situación del mercado de trabajo. En concreto, en estos convenios un aumento de 1 punto porcentual en la tasa de desempleo del año anterior disminuiría los incrementos salariales unas dos décimas porcentuales (coeficiente estimado de -o.24). Por el contrario, no se observa una relación negativa entre tasa de desempleo y salarios en los convenios revisados y el coeficiente estimado es despreciable (0.02).
En síntesis, dos de las características fundamentales del sistema actual de negociación colectiva en España, como son su elevada inercia nominal y su escasa respuesta ante los cambios en la situación cíclica de la economía, junto con la elevada segmentación del mercado de trabajo, están provocando un ajuste negativo mayor del mercado laboral ante la menor actividad económica y han contribuido a lo largo de 2008 y en el primer semestre de 2009 a la generación de fuertes incrementos del desempleo. En este sentido, una reforma del mecanismo de determinación salarial que se basara en una mayor relación entre los salarios pactados y la productividad, y que permitiera, en general, una mayor asociación entre los incrementos salariales y la situación particular de cada empresa y sector productivo, generarían unas condiciones más adecuadas para facilitar la recuperación a corto y a largo plazo del empleo en la economía española.
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