La Reserva Federal de EE.UU. ha introducido un nuevo programa de Facilidad Cuantitativa (QE2). Recordemos que su objetivo es inyectar liquidez mediante la compra masiva de bonos del Tesoro Público (Treasury Bonds) de vencimiento a largo plazo con el objetivo final de estimular la economía.
¿Cuál es el mecanismo expansionario en el que se apoya la Reserva Federal? El objetivo es que la retirada del mercado secundario de un montante elevado de bonos del Tesoro Público a largo plazo (su entrada en el balance de la Reserva Federal) provocará un aumento de sus precios y, por lo tanto, una caída de los tipos de interés nominales a largo plazo (los precios de los bonos guardan una relación inversa con su rentabilidad nominal). En última instancia, la caída de los tipos de interés nominales a largo plazo y de los tipos de interés reales (si no se provoca inflación) generaría un estimulo de la demanda agregada y del PIB real.
Algunos países de la zona euro con tensiones en el mercado secundario de su deuda pública a largo plazo (la de referencia es la de vencimiento a 10 años) y con primas de riesgo muy elevadas respecto al bono de referencia alemán (entre ellos España) están presionando al Banco Central Europeo (BCE) para que en su próxima reunión del 2 de diciembre introduzca un Programa de Facilidad Cuantitativa similar al de la Reserva Federal. El principal objetivo del nuevo Programa sería comprar en el mercado secundario obligaciones a largo plazo de los países con primas de riesgo elevada para aumentar los precios y reducir los tipos de interés a largo plazo y, en última instancia, el diferencial con el bono alemán.
No creo que entre los objetivos del BCE sea prioritario intervenir en los mercados de deuda pública para distorsionar los precios. Una propuesta alternativa con posibles efectos equivalentes sería que el Tesoro Público de España (y de otros países) cambiaran la estructura de vencimiento de su deuda para 2011. En concreto, dejaría de emitir deuda a medio plazo (Bonos del Estado a 3 y 5 años) y a largo plazo (Obligaciones del Estado a 10, 15 y 30 años) y concentraría sus necesidades de financiación (y de refinanciación) en deuda a corto plazo (Letras del Tesoro a 3, 6, 12 y 18 meses, y quizá Bonos del Estado a 2 años). El efecto sería el mismo que la compra masiva de títulos de deuda pública por parte del BCE: los precios de los títulos a largo plazo subirían, los tipos de interés a largo plazo caerían, y si se mantienen los precios y los tipos de interés de la deuda pública alemana de referencia ello llevaría, en última instancia, a un descenso del diferencial o prima de riesgo.
Mediante está estrategia el BCE se centraría en la gestión de la líquidez de la zona del euro y dejaría que el Tesoro Público se dedicará a lo que tiene encomendado: la gestión de los vencimientos de la deuda pública.
Algunos países de la zona euro con tensiones en el mercado secundario de su deuda pública a largo plazo (la de referencia es la de vencimiento a 10 años) y con primas de riesgo muy elevadas respecto al bono de referencia alemán (entre ellos España) están presionando al Banco Central Europeo (BCE) para que en su próxima reunión del 2 de diciembre introduzca un Programa de Facilidad Cuantitativa similar al de la Reserva Federal. El principal objetivo del nuevo Programa sería comprar en el mercado secundario obligaciones a largo plazo de los países con primas de riesgo elevada para aumentar los precios y reducir los tipos de interés a largo plazo y, en última instancia, el diferencial con el bono alemán.
No creo que entre los objetivos del BCE sea prioritario intervenir en los mercados de deuda pública para distorsionar los precios. Una propuesta alternativa con posibles efectos equivalentes sería que el Tesoro Público de España (y de otros países) cambiaran la estructura de vencimiento de su deuda para 2011. En concreto, dejaría de emitir deuda a medio plazo (Bonos del Estado a 3 y 5 años) y a largo plazo (Obligaciones del Estado a 10, 15 y 30 años) y concentraría sus necesidades de financiación (y de refinanciación) en deuda a corto plazo (Letras del Tesoro a 3, 6, 12 y 18 meses, y quizá Bonos del Estado a 2 años). El efecto sería el mismo que la compra masiva de títulos de deuda pública por parte del BCE: los precios de los títulos a largo plazo subirían, los tipos de interés a largo plazo caerían, y si se mantienen los precios y los tipos de interés de la deuda pública alemana de referencia ello llevaría, en última instancia, a un descenso del diferencial o prima de riesgo.
Mediante está estrategia el BCE se centraría en la gestión de la líquidez de la zona del euro y dejaría que el Tesoro Público se dedicará a lo que tiene encomendado: la gestión de los vencimientos de la deuda pública.
2 comentarios:
¿Y no sería más fácil que la propia UE hiciera una emisión de bonos, que podría comprar -entre otros- el BCE, y que luego prestara las cantidades obtenidas a los países con más dificultades?
El tipo de interes del bono a 10 años,es simplemente un indicador,un "termometro" que nos indica como de enfermo esta el"paciente".Como tu bien dices existen multiples formas de que ese termometro indique una menor temperatura.
-Que el BCE adquiera bonos.
Sube su precio,y cae su rentabilidad.
-O que el Tesoro reduzca sus emisiones a 10 años.
Menos oferta de bonos y (manteniendo constante el resto)sube el precio de estos bonos, y cae su rentabilidad.
Pero el echo de eliminar ese termometro no eliminara la enfermedad del paciente.
Seguramente se le haran otras pruebas diagnosticas que muestren,con iguales resultados, cuan esfermo esta el paciente.
Por otro lado,tal y como estan los mercados,quizas no sea tan buena idea pensar en como vamos a pagar la factura de mañana.¿Le pedimos el dinero al primero que encontremos?¿Con las condiciones que nos imponga?
En mi opinion se pierde flexibilidad a la hora de tomar decisiones...y todo por un termometro!!!!
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