La Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas han publicado recientemente el estudio "Las diferencias regionales del sector público español". El estudio ofrece nueva información por comunidades autónomas (CC.AA.) de las actuaciones de los cuatro niveles de las AA.PP. (central, de la Seguridad Social, autonómica y local) desde el punto de vista de los ingresos y, especialmente, de los gastos (salud, educación, protección social, transporte y comunicaciones, y resto de funciones). El análisis se realiza con datos para el periodo 2000-2008, con el proceso de traspaso de competencias a las CC.AA. prácticamente finalizado y antes del inicio de la actual crisis económica.
En esta entrada del Blog nos ocupamos de uno de los temas más importantes tratados en la monografía. Una de las cuestiones más interesantes es conocer si el sector público en su conjunto han contribuido con su política redistributiva de renta a la convergencia de la renta disponible de los hogares de las CC.AA. españolas.
La Contabilidad Regional elaborada por el INE facilita información de las tres cuentas de rentas de los hogares: (1) la cuenta de asignación de las rentas primarias que recoge el conjunto de rentas percibidas por los hogares por su participación directa en el proceso productivo (remuneración de los asalariados, excedente bruto de explotación, rentas mixtas brutas y rentas de la propiedad, como alquileres y dividendos). Su saldo es la renta primaria bruta de los hogares; (2) cuenta de distribución secundaria de la renta que recoge el saldo de las rentas primarias, tras la distribución de la renta que tiene lugar tras el pago de impuestos por parte de los hogares a todos los niveles del sector público (impuestos de la renta, directos, cotizaciones sociales y tasas). Esta cuenta también registra los pagos del sector público a los hogares mediante diversas transferencias monetarias que no sean en especie (prestaciones de la Seguridad Social y de asistencia social en efectivo, principalmente) y las otras transferencias corrientes netas (becas, premios de loterías y de otros juegos de azar). El saldo de esta cuenta mide la renta disponible bruta de los hogares; (3) y la cuenta de redistribución de la renta en especie que corrige la renta disponible bruta de las familias el valor de la transacciones sociales en especie del sector público a las familias (sanidad, educación, cultura, protección social, defensa del territorio, sistema judicial, etc...). El saldo de esta cuenta mide la renta disponible bruta ajustada de los hogares.
En el gráfico adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se mide el efecto redistributivo del sector público en la renta de los hogares por CC.AA. En el eje Y se representa la renta primaria bruta media de los hogares en euros constantes de 2008 por habitante, mientras que en el eje Y se mide el efecto redistributivo a través del aumento (+) o disminución (-) en % que las actuaciones del sector público han provocado en la renta disponible bruta ajustada respecto a la renta primaria bruta del hogar medio regional. De las cifras representadas en el gráfico merece la pena destacar varias conclusiones relevantes.
La Contabilidad Regional elaborada por el INE facilita información de las tres cuentas de rentas de los hogares: (1) la cuenta de asignación de las rentas primarias que recoge el conjunto de rentas percibidas por los hogares por su participación directa en el proceso productivo (remuneración de los asalariados, excedente bruto de explotación, rentas mixtas brutas y rentas de la propiedad, como alquileres y dividendos). Su saldo es la renta primaria bruta de los hogares; (2) cuenta de distribución secundaria de la renta que recoge el saldo de las rentas primarias, tras la distribución de la renta que tiene lugar tras el pago de impuestos por parte de los hogares a todos los niveles del sector público (impuestos de la renta, directos, cotizaciones sociales y tasas). Esta cuenta también registra los pagos del sector público a los hogares mediante diversas transferencias monetarias que no sean en especie (prestaciones de la Seguridad Social y de asistencia social en efectivo, principalmente) y las otras transferencias corrientes netas (becas, premios de loterías y de otros juegos de azar). El saldo de esta cuenta mide la renta disponible bruta de los hogares; (3) y la cuenta de redistribución de la renta en especie que corrige la renta disponible bruta de las familias el valor de la transacciones sociales en especie del sector público a las familias (sanidad, educación, cultura, protección social, defensa del territorio, sistema judicial, etc...). El saldo de esta cuenta mide la renta disponible bruta ajustada de los hogares.
En el gráfico adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se mide el efecto redistributivo del sector público en la renta de los hogares por CC.AA. En el eje Y se representa la renta primaria bruta media de los hogares en euros constantes de 2008 por habitante, mientras que en el eje Y se mide el efecto redistributivo a través del aumento (+) o disminución (-) en % que las actuaciones del sector público han provocado en la renta disponible bruta ajustada respecto a la renta primaria bruta del hogar medio regional. De las cifras representadas en el gráfico merece la pena destacar varias conclusiones relevantes.
En primer lugar, podemos observar que, en general, que los saldos redistributivos de la renta de los hogares regionales son positivos y de mayor tamaño en las regiones con menor nivel de renta, y negativos de cuantía creciente en las regiones de mayor nivel de renta (véase ranking de nivel de rentas primarias brutas del hogar medio regional en el cuadro adjunto).
En segundo lugar, las cifras presentadas en el gráfico destacan dos excepciones a estos efectos positivos redistributivos sobre la renta de los hogares generados por las actuaciones del sector público en los distintos territorios:
- Los hogares residentes en las comunidades con régimen de financiación autonómica especial (foral)(Navarra, +1% y País Vasco, +4,6%) obtienen saldos redistributivos públicos positivos a pesar de ser tener niveles de rentas primarias medias por hogar relativamente elevados. Esta circunstancia se aprecia claramente en el gráfico al alejarse su coordenada de la línea de tendencia por el lado derecho.
- Los hogares residentes de cinco CC.AA. (Comunidad Valenciana, +4%; Canarias, +5,4%; Murcia, +7,7%; Castilla-La Mancha, +10.9% y Andalucía, +12,7%) obtienen saldos redistributivos positivos aunque claramente inferiores (discriminatorios) que en otras regiones con niveles de rentas primarias medias por hogar similares (Cantabria, Castilla León, Asturias y Galicia). Este este caso su coordenada se separa de la línea de tendencia por el lado izquierdo.
Por último, los mayores saldos redistributivos positivos de la renta de los hogares se obtienen para Extremadura (+21%), Galicia (+17,2%) y Asturias (+15,2%), mientras que las saldos redistributivos de las rentas de los hogares son negativos (se transfiere renta de los hogares residentes a renta de hogares de otras comunidades) para Baleares (-1%), Cataluña (-1,9%) y, sobre todo, en el caso de la comunidad autónoma de Madrid (-7,7%).
En conclusión, el sector público en su conjunto han contribuido, en general, con su política redistributiva de renta a la convergencia de la renta disponible de los hogares de cada región en el periodo 2000-2008, pero existen excesivas anomalías que deberían corregirse en el futuro con el nuevo sistema de financiación autonómico aprobado en 2009.
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