La Reserva Federal americana ha utilizado una política monetaria muy agresiva para combatir la crisis económica, con una combinación de una reducción drástica de las tasas de fondos federales objetivo (hasta situarlas en un rango de 0-0,25 puntos básicos) y de la implantación de nuevos mecanismos cuantitativos de facilidad crediticia dirigidos a las entidades de depósito americanas.
En parte inferior del gráfico adjunto (hacer click sobre el gráfico para hacerlo más grande) se pueden observar los resultados de esta política monetaria expansiva: caídas drásticas de los rendimientos de las Letras y de los Bonos del Tesoro del Gobierno Federal desde la segunda parte del año 2007. En concreto, los rendimientos de las Letras del Tesoro a corto plazo (a 90 días) se han reducido del 5% a menos del 0,25%, mientras que los rendimientos de los Bonos a largo plazo (10 años) del Tesoro han caído por debajo del 3%.
El mantenimiento de tipos de interés bajos a corto y a largo plazo de los Bonos del Tesoro es un instrumento de transmisión monetaria muy útil para una política monetaria expansiva, siempre que la bajada de tipos oficiales no sólo contagie al mercado de bonos de deuda pública, sino que se traslade también a los rendimientos de los bonos de las empresas y de las hipotecas y, en definitiva, provoque la reducción de los costes de financiación de las empresas y de los hogares. Pero en la recesión actual parece que este mecanismo de transmisión de la política monetaria no está funcionando adecuadamente en la economía americana.
En la parte superior del gráfico se puede observar como el diferencial entre los rendimientos de los bonos corporativos a largo plazo (tanto los tipo Aaa como los más especulativos Baa) y el de los bonos del Tesoro a 10 años han aumentado sensiblemente desde octubre de 2008 hasta niveles desconocidos recientemente. Por ejemplo, el diferencial entre los rendimientos de los bonos corporativos del tipo Aaa y de los rendimientos de los Bonos del Tesoro a 10 años tipo ha superado el 2,5 por ciento desde octubre de 2008, el doble de la media histórica.
En mucho mayor cuantía ha crecido el diferencial entre los rendimientos de los bonos respaldados por hipotecas (MBS) con plazo de 8 a 15 años y el de los bonos del Tesoro a 10 años. En este caso, el diferencial o "spread" ha aumentado de una media del 1,7% en agosto de 2007 hasta una media del 10% en el primer trimestre de 2009.
Históricamente, el aumento de estos diferenciales ha sido un fenómeno normal en los periodos de recesión, pero lo que resulta anómalo ahora es la amplitud del mismo y, sobretodo, la rapidez con que se ha producido. En definitiva, como ya tuvimos ocasión de comentar en otra entrada para el caso de la zona euro, estamos ante un fallo del mecanismo de transmisión de la política monetaria en la economía americana. Otra vez un efecto monetario nuevo y "anómalo" derivado de la actual crisis financiera.
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