La sensibilidad de la prima de riesgo de la deuda pública española se ha vuelto más dependiente del nivel de confianza de los inversores extranjeros desde el inicio de la crisis económica y financiera internacional. Tres son las factores que han propiciado esta mayor sensibilidad: a) el nivel del ajuste fiscal necesario a medio y a largo plazo; b) el nivel de endeudamiento total alcanzado por la economía española; c) y sobre todo, el cambio registrado en la composición de los tenedores de la deuda pública española.
En primer lugar, centrémonos en el nivel de ajuste fiscal necesario en el corto, medio y largo plazo. En el cuadro adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se presentan los principales indicadores de la situación fiscal de la economía española.
Es verdad que el nivel del endeudamiento público español se situará a finales de 2010 (64,9% del PIB) no muy alejado del que se registraba en 1999 (62,3%). También es verdad que nuestro nivel de endeudamiento público es uno de los más bajos de la zona del euro y se encuentra sensiblemente por debajo de la media (84,7% en 2010). Lo mismo ocurre con los pagos de intereses de la deuda pública en % del PIB. Pero la preocupación de los inversores extranjeros se sitúa en el campo de las finanzas públicos en otros indicadores fiscales y en tres horizontes temporales distintos: corto (2010-2013), medio (2010-2020) y largo plazo (2010-2060).
Por un lado, existen serias dudas de si con las medidas de ajuste y las reformas estructurales aprobadas se podrán alcanzar los objetivos de consolidación fiscal fijados para el periodo 2010-2013. Recordemos que se trata de reducir el abultado déficit público que se sitúo en un -11,1% del PIB en 2009, hasta un -9,3% en 2011, un -6,0% en 2011, un -4,4% en 2012 y un -3.0% en 2013. Por otro lado, los mercados podrían tener serias dudas de si el ajuste fiscal previsto por el FMI para la economía española para toda la década 2010-2020 (9,4% sobre el PIB) podrá ser abordado sin la introducción de nuevas reformas estructurales (racionalización de las competencias de gastos entre las distintas AA.PP., reforma del sistema de pensiones y cambios sustanciales en la gestión de los programas de sanidad, entre otras). Finalmente, la sostenibilidad fiscal puede estar en peligro también en un horizonte de largo plazo si se computan los gastos públicos "no visibles" que tienen que ver con el envejecimiento previsto de la población española (pensiones y sanidad, fundamentalmente). Como se indica en el cuadro, el aumento de estos programas de gasto público han sido estimados por la Unión Europea en 9 puntos porcentuales sobre el PIB en el horizonte 2007-2060 (ver al respecto la entrada del Blog de 21 de Junio de 2020).
En segundo lugar, el deterioro del endeudamiento público no ha sido acompañado por una reducción paralela del endeudamiento del sector privado de la economía española. El resultado ha sido el aumento espectacular de la deuda externa de España en % del PIB en el periodo 1999-2009.
En el siguiente cuadro se puede observar como la ratio del endeudamiento de las empresas no financieras sobre el PIB pasó del 54,4% en 1999 al 140,0% en 2009 y para las familias del 42,8% al 86,0%. Si sumamos ambos subsectores, el endeudamiento del sector privado pasó de un 97,2% en 1999 a nada menos que un 226,0% del PIB a finales de 2009. Finalmente, la deuda exterior española total (sector privado y AA.PP.) se ha situado en un 279,3% a finales de 2009 (frente a un nivel del 159,6% en 1999).
En el siguiente cuadro se puede observar como la ratio del endeudamiento de las empresas no financieras sobre el PIB pasó del 54,4% en 1999 al 140,0% en 2009 y para las familias del 42,8% al 86,0%. Si sumamos ambos subsectores, el endeudamiento del sector privado pasó de un 97,2% en 1999 a nada menos que un 226,0% del PIB a finales de 2009. Finalmente, la deuda exterior española total (sector privado y AA.PP.) se ha situado en un 279,3% a finales de 2009 (frente a un nivel del 159,6% en 1999).
Finalmente, las cifras del siguiente cuadro muestran el cambio en la composición de los tenedores de la deuda pública española de 1999 a 2009. En el año 1999 los extranjeros tenían en sus carteras el 26,8% del stock de deuda pública, mientras que a finales del 2009 este porcentaje había subido hasta el 45,2%. Si la deuda pública está en una proporción mayor en manos de inversores extranjeros ello provoca una mayor dependencia de los gobiernos nacionales de las turbulencias de los mercados financieros internacionales. Y en última instancia, la prima de riesgo del bono soberano (y los costes de aseguramiento del impago) se hacen más dependiente del nivel de confianza de los inversores extranjeros. Es el peaje a pagar por la globalización financiera, por no haber generado mayores superávit presupuestarios en épocas de bonanza económica y por no haber realizado en las últimas dos décadas reformas estructurales en algunos programas de gasto público insostenibles desde un punto de vista intertemporal.
En síntesis, la mayor sensibilidad de la prima de riesgo de la deuda soberana española en relación al nivel de confianza de los inversores extranjeros se debe a las dudas sobre las posibilidades reales del ajuste fiscal a corto, medio y largo plazo, al mayor endeudamiento total (privado y público) de la economía española y a la mayor ratio de tenencia de inversores extranjeros/inversores nacionales de la deuda publica española.
2 comentarios:
¿De dónde sacaste esos cuadros?
De uno de los últimos Documentos de Trabajo Europeo que trata sobre la política fiscal
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