La OCDE ha publicado recientemente el nuevo informe titulado OCDE International Migration Outlook 2011, estudio que analiza la evolución reciente de los movimientos inmigratorios y las políticas de inmigración de los países miembros. De este informe merece la pena destacarse algunas conclusiones relevantes.
En primer lugar, tras una década de continuo crecimiento de los flujos migratorios, el estudio muestra que en 2008 y 2009 se redujeron sustancialmente los inmigrantes permanentes en los países de la OCDE (un -9% en el conjunto de la zona), tal y como se puede ver en el primer gráfico (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande).
Entre 2008 y 2009 la disminución de la inmigración permanente fue especialmente importante en la República Checa (-46%), Irlanda (-42%), Japón (-33%), Corea del Sur (-29%), Italia (-25%), España (-18%) y Suiza (-18%). [1] Por el contrario, la inmigración de carácter permanente creció en Holanda (+1%), Canadá y EE.UU. (+2%), y sobre todo en Australia (+7%), en Rusia (+11%) y en el Reino Unido (+14%). Lógicamente, la caída de la inmigración coincide con la disminución de las oportunidades de trabajo desde el inicio de la crisis financiera y económica internacional. Por su parte, la inmigración de carácter temporal al conjunto de países de la OCDE -muy sensible con los cambios en la demanda de trabajo- se redujo en 2009 un 17% (por encima de la caída del 9% de la inmigración de carácter permanente).
En segundo lugar, la caída del empleo entre los inmigrantes durante este periodo de crisis económica no ha sido neutral respecto al género. Como muestra las cifras del segundo gráfico, las pérdidas de empleo entre los hombres inmigrantes ha sido compensada por el aumento de la fuerza de trabajo de la mujeres inmigrantes. Este fenómeno no es casual. Los hombres han sufrido más la crisis económica por estar empleados en aquellos sectores más afectados por la caída de la actividad y el empleo: construcción, finanzas y comercio. Por el contrario, el empleo de inmigrantes han aumentado en sectores menos golpeados por la pérdida de empleos y ocupados en mayor medida por mujeres: educación, sanidad, cuidado de dependientes, ancianos y enfermos, y servicio doméstico.
En tercer lugar, el informe de la OCDE también destaca que los inmigrantes son mas emprendedores (autoempleo) que los nacionales y, además, las empresas o negocios que inician crean un número significativos de puestos de trabajo. Por ello, los gobiernos deberían eliminar los obstáculos específicos que impiden la creación de empresas y negocios de los inmigrantes con el objetivo de estimular la creación de empleo. Especialmente llamativo es el caso de España (véase tercer gráfico).
Por último, con la crisis económica se está consolidando una tendencia en los flujos migratorios internacionales. Se trata de los flujos migratorios de los estudiantes. Este fenómeno se ha estado acentuando durante la última década y sigue en aumento a pesar de la crisis económica. De este modo, el número de estudiantes extranjeros que vienen a estudiar a algún país de la OCDE llegó en 2008 a 2.300.000 millones. La quinta parte procedía de China y representaban en 2008 un total de 410.000 estudiantes. [2]
El informe destaca también que la migración internacional de estudiantes es muy importante porque proporciona una fuente importante de trabajos cualificados a los países de la OCDE. En relación a este tema, en el último gráfico se puede observar que (en promedio del conjunto de países) uno cada cuatro estudiantes se quedán a trabajar en algún país de la OCDE.
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[1] La parte dedicada a España en el informe puede verse en el siguiente enlace.
[2] La importancia de la inmigración de estudiantes de China hacia las universidades de EE.UU. fue tratada en otra reciente entrada de este blog.
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