La falta de confianza entre las entidades bancarias internacionales está provocando desde finales del verano una falta de líquidez a nivel internacional. Nadie duda que entre las propias entidades bancarias existe miedo a prestarse dinero y que este no le sea devuelto. Este proceso se ha trasladado en última instancia a un freno en la concesión de créditos a las economías domésticas y a las empresas en las economías nacionales, proceso que amenaza con provocar una recesión económica severa a nivel internacional. Un indicador claro del nivel de desconfianza entre las entidades, lo recoge el mercado de los activos denominados "Credit Default Swaps" (CDS), que no son más que un contrato de aseguramiento que tiene como objetivo que un inversor institucional (instituciones financieras que invierten en el mercado de valores junto con las compañías de seguros y las sociedades gestoras de fondos de inversión y fondos de pensiones) se asegure que pueda cobrar la deuda que tiene con una entidad bancaria (aunque también se utiliza para la deuda emitida por empresas no financieras y gobiernos). El CDS será útil en el caso de que la entidad bancaria no pueda hacer frente en un futuro más o menos cercano a sus deudas (bonos y cédulas hipotecarias, fundamentalmente).
El funcionamiento de un CDS es sencillo. El comprador de este contrato acuerda pagar cierta cantidad de efectivo (con cierta periodicidad) al vendedor a cambio de tener una protección contra el impago ("default") de un bono o préstamo de una entidad bancaria (puede ser también una empresa no financiera o un gobierno). Si la entidad bancaria de referencia en el contrato entra en situación de impago, el vendedor del CDS paga al comprador del mismo el monto total de la pérdida en el préstamo o bono. Esta liquidación puede ser en efectivo o en entrega física. Comprar un CDS es similar a comprar un seguro que convierte el riesgo crediticio del activo subyacente al riesgo crediticio del vendedor del CDS. El comprador típico es el dueño de un bono o prestamista sobre la entidad bancaria de la referencia en el contrato. Los precios de los CDS se cotizan como puntos básicos (un p.b. es 0,01 puntos porcentuales). Los pagos periódicos (por ejemplo, semestrales) se calculan multiplicando los puntos básicos por el valor nominal original del contrato.
Dada la creciente volatilidad en los mercados mundiales, los CDS están adquiriendo cada vez mayor importancia. El contexto internacional de incertidumbre está generando un creciente temor entre los inversores institucionales sobre el riesgo crediticio inherente en los instrumentos de deuda emitidos por las entidades bancarias internacionales. Debido a este proceso generalizado de desconfianza entre las entidades bancarias, los precios de estos activos CDS se han disparado para casi todas ellas, pero no en igual cuantía. Puesto que estos títulos cotizan en un mercado como cualquier otro activo, puede resultar útil ver el nivel que han alcanzado esta semana para algunas entidades españolas en comparación a sus homólogas europeas.
En el cuadro adjunto se puede ver el nivel actual de los CDS de las principales entidades bancarias españolas y europeas. Los CDS recogen en teoría las expectativas sobre el riesgo de futuro de impago de la deuda de las entidades bancarias, aunque los expertos matizan que pueden estar sus cotizaciones sesgadas al alza por el nivel de iliquidez (poca amplitud del mercado) del bono bancario que cotice. Las entidades españolas peor paradas son las cajas de ahorro valencianas (Bancaja y la CAM) con un nivel superior o similar al que cotizaba los CDS de Fortis, la entidad bancaria intervenida la semana pasada por los gobiernos de Bélgica, Holanda y Luxemburgo, ante la imposibilidad de cubrir sus obligaciones por la compra de otra entidad bancaria holandesa: ABN Amro. Por ejemplo, dado que el CDS de Bancaja es de 697,8 puntos básicos (0 6,97 puntos porcentuales), para cubrir una inversión de 1000 millones de euros, se necesitaría un contrato CDS que cubriera como garantía de nada menos que "69,78 millones de euros". Entre los bancos destaca por su elevado riesgo relativo el Banco Pastor con un CDS de 525,0 puntos básicos (o 5,25 untos porcentuales). Tampoco resulta despreciable el CDS del Banco Popular, la Caja Madrid, el Banco Sabadell y La Caixa, ya que en todos los casos se sitúa a niveles similares al banco británico HBOS, la mayor entidad hipotecaria del país, y recientemente "fusionada" con otro banco británico, Lloyds TSB, a raíz de serias dificultades cuyo origen estuvieron en la quiebra de la entidad americana Lehman Brothers.
Finalmente, son justamente las entidades que presentan los más altos CDS relativos, Bancaja, la CAM y el Banco Pastor, las que tienen además los peores "ratings" de su deuda a largo plazo, según la calificación que aparece en el cuadro efectuada por la agencia calificadora Standard & Poor's. Puede que detrás de estas peores calificaciones y elevados CDR relativos este la excesiva implicación de su negocio en el sector inmobiliario y de la construcción.
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3 comentarios:
Pues menos mal que soy del Santander, porque según el ránking que presentas, parece que es de lo más "fiable", si es que hoy en día hay algo fiable...
José A.
Da igual que seas del Santander que de Caja Madrid. Como esto rebiente aquí no se salva ni Cristo.
La confianza está volviendo a los mercados y visto que el pánico generado no estaba totalmente fundamentado, los Credit Default Swaps (CDS) están volviendo a la normalidad por lo que no existe ningún riesgo sobre las entidades como Bancaja.
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