miércoles, 31 de octubre de 2012

Los manuales de macroeconomía deberían reescribirse: la ruptura del modelo del multiplicador monetario


En tres entradas del Blog de noviembre de 2008, de enero de 2009 y de abril de 2010, ya nos ocupábamos de una de las anomalías monetarias que estaban ocurriendo en la economía americana y cuyo origen estaba en la crisis financiera. Por un lado, el incremento desorbitado del exceso de reservas de las entidades de depósito y, por otro, la caída del multiplicador monetario por debajo de la unidad. Ha pasado más de dos años desde la última entrada y los dos fenómenos lejos de retroceder, continúan en su apogeo.

En el primer gráfico se muestra la evolución histórica del multiplicador monetario del agregado monetario M1 de la economía americana (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande). El 19 de noviembre de 2008 el multiplicador monetario se sitúo por debajo de la unidad por primera vez desde su medición a comienzos de 1984. El último dato disponible para el 17 de octubre de 2012 lo sitúa en un nivel de 0,911 (el mínimo histórico se alcanzó el 15 de junio de 2011 con un valor de 0,718). Ello implica que por cada aumento de 1 dólar de las reservas bancarias de las entidades de depósito (la base monetaria) sólo se ha generado 0,911 dólares de aumento de la oferta monetaria americana (M1), por lo que las entidades ha aumentado su exceso de reservas hasta límites insospechados.



La cantidad de dinero existente u oferta monetaria en una economía está formada por el efectivo en manos del público y los depósitos (y otros activos computables dependiendo del agregado monetario utilizado) que éste mantiene en las entidades de depósito. Esa cantidad de dinero crece o disminuye por efecto de la expansión de la base monetaria (efectivo en manos del público y reservas totales de las entidades de depósito) y por el valor del multiplicador monetario. A su vez, el valor del multiplicador monetario depende negativamente de las reservas requeridas a las entidades de depósito por la Reserva Federal (coeficiente legal de reservas), de las reservas excedentes mantenidas por las entidades de depósito y, por último, del coeficiente de liquidez que depende de la propensión del público a mantener efectivo (preferencia por la liquidez).

Esta caída histórica del multiplicador monetario americano responde en gran medida a la extraordinaria acumulación de reservas excedentes por parte de las entidades bancarias (véase el segundo gráfico adjunto) ya que la base monetaria también ha crecido desmesuradamente (véase el tercer gráfico adjunto). La reservas excedentes de las entidades bancarias de los EE.UU. se situaron a principios de septiembre de 2012 en la cifra nada despreciable de 1,4 billones de dólares (el máximo histórico se alcanzó el 1 de julio de 2011 en 1,6 billones de dólares). Para relativizar este volumen de reservas excedentarias no resulta más pedagógico que compararla con el nivel anterior a la crisis financiera: 1875 millones de dólares a principios de agosto de 2008. 






En dos recientes trabajos se muestra como el aumento extraordinario de las reservas de las entidades de depósito americanas coincidió en el tiempo con la introducción por parte de la Reserva Federal de los nuevos programas de crédito y de facilidades de liquidez, y con la política de remuneración de las reservas bancarias a un tipo no cero, en respuesta a la crisis financiera de 2008. Además, discuten las posibles consecuencias inflacionarias futuras del volumen excesivo de reservas excedentarias. [1]

Creo que mis colegas de Macroeconomía de la Universidad de Valencia y de la Universidad de La Laguna continúan teniendo un sugerente (y complicado) caso de estudio para explicar a sus alumnos en el segundo cuatrimestre de este curso.
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[1] Keister, T. y McAndrews, J.J. (2009): "Why Are Banks Holding So Many Excess Reserves?", Current Issues in Economic and Finance, Federal Reserve Bank of New York, December 2009 Volume 15, Number 8, pp. 1-10; Willians, J.C. (2012): "Monetary Policy, Money, and Inflation", FRBSF Economic Letter, 2012-21.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante el post. Te pregunto (y te contesto lo que yo opino) Vicente: ¿Estamos (en este contexto) ante una situación, al menos, parecida a la gran depresión de 1929?

Parece que la variación del multiplicador en este caso es debida a un efecto diferente. En 1929 se debió a los temidos pánicos bancarios, tan recordados en películas como "Qué bello es vivir", en los cuales, la gente buscaba efectivo a toda costa, puesto que no se fiaban ni un ápice de los bancos. Ahora es al contrario, los bancos no se fian de nadie y el multiplicador cae pero por este lado: el incremento del coeficiente de caja traducido en unas mayores reservas. En 1929 el error de no reconocer la caída de el multiplicador llevó a generar la peor crisis hasta estos momentos.Actualmente la respuesta de Ben Bernanke está siendo clara, seguir inundando con dinero el mercado, pero ¿esta siendo suficiente? o ¿ya hemos caido en la temida trampa de la liquidez? Creo que se debe empezar a actuar en otros aspectos, de manera que el dinero empiece a fluir y no atranque todavia mas la salida en USA.