La evolución reciente del tipo de cambio del yuan chino está recibiendo una gran atención de la prensa económica internacional y de los analistas económicos y financieros por su incidencia en la competitividad exterior de la economía china. La mayoría de los análisis se centran en la evolución del tipo de cambio nominal bilateral del dólar con el yuan, aunque lo verdaderamente relevante desde el punto de vista de la competitividad exterior de la economía china es el comportamiento de los tipos de cambio multilaterales/efectivos nominales y reales del yuan, especialmente estos últimos.
El tipo de cambio real bilateral (TCR) o el tipo de cambio multilateral/efectivo real (TCER) es uno de los principales indicadores de la competitividad exterior de la economía nacional con otro país o con un conjunto de países, respectivamente. El TCR entre dos monedas (el multilateral es un promedio de los bilaterales, ponderado por los pesos en el comercio de la cesta de países considerada) es la ratio entre el producto del tipo de cambio nominal bilateral (E) y un índice de precios que refleja el poder adquisitivo de la moneda extranjera (P*) y un índice de precios que refleja el poder adquisitivo de la moneda nacional (P). En nuestro caso, y utilizando símbolos, TCR = P/(E P*). Los índices de precios P y P* típicamente son índices de precios al consumo, pero puede construirse una serie de TCR utilizando otros índices: el deflactor del PIB, el índice de precios industriales, el índice de precios de exportación y el coste laboral unitario. En última instancia, el TCR/TCER mide la competitividad exterior de la economía nacional con un país o un conjunto de países y recoge, tanto los componentes de la competitividad-tipo de cambio nominal (1/E), bilateral o efectivo, como de la competitividad-precio (P/P*). La interpretación económica es la siguiente: un aumento (caída) del TCER indica una apreciación (depreciación) real de la moneda nacional con la moneda extranjera y, por lo tanto, supone para el periodo considerado una pérdida (ganancia) de competitividad de la economía nacional con el país o conjunto de países. [1] [2]
a) Evolución del tipo de cambio nominal del yuan con el dólar
En el primer gráfico se muestra la evolución temporal para el periodo 1994-2015 del tipo de cambio nominal del yuan con el dólar de EE.UU. (1 dólar = x yuanes).
Como se puede observar en el gráfico, la política cambiaria de China ha ido cambiando desde el año 1994. En primer lugar, a partir de 1994, la tasa de cambio oficial del yuan se determinó a través de un sistema de tipos flotantes administrados, mediante el cual el precio de la moneda podía fluctuar dentro de un pequeño rango, pero las autoridades podían intervenir en el mercado mediante actividades de compra o venta, para mantener el precio de la moneda.
En segundo lugar, el yuan estuvo "atado" al dólar estadounidense, entre 8,27 y 8,28 yuanes por dólar, desde 1996 a julio de 2005. Los analistas consideraban este nivel por debajo de su valor real (entre un 20 y 40%), teniendo en cuenta que la moneda china no fluctuaba libremente en el mercado de cambios, sino que para mantener su estabilidad frente al dólar, el Banco Central de China tenía que intervenir comprando dólares, lo que implicaba que en la práctica el yuan estaba infravalorado.
En tercer lugar, el 21 de julio de 2005, China modificó su sistema cambiario con la aplicación de varias medidas: i) la revaluación de su moneda frente al dólar en un 2,1%, situándola en 8,11 yuanes por dólar; ii) la flexibilización de su régimen cambiario, al ampliar la banda de fluctuación de su tipo de cambio hasta un 0,3% a partir de un precio de referencia, que se fijo con respecto a una cesta de monedas integrada por el dólar, el euro, el yen, el won coreano, la libra esterlina y las monedas de Singapur, Malasia, Rusia, Australia, Canadá y Tailandia.
Este régimen de tipos de cambio implica que el precio del yuan puede oscilar diariamente, fortaleciéndose o debilitándose, pero dentro de los límites permitidos, y que las autoridades pueden intervenir cuando lo requieran las circunstancias. Desde que se asumió el nuevo sistema, el yuan se ha apreciado continuamente hasta un máximo de mínimo de 6,05 yuanes por dólar en enero de 2014 (apreciación del 25,4%; pérdida de competitividad-tipo de cambio nominal de la economía china). Más recientemente, la debilidad de la economía china ha propiciado que el yuan se haya depreciado con el dólar un 6,45% desde enero de 2014 a diciembre de 2015 (1 dólar = 6,44 yuanes; ganancia de competitividad-tipo de cambio nominal de la economía china).
Esta reciente depreciación nominal del yuan con el dólar está muy ligada a la pérdida de reservas de divisas del Banco Central de China. En el siguiente gráfico se muestra la evolución de esta variable desde el año 2000 a finales de 2015.
La caída de la confianza en el crecimiento de la economía china está provocando oleadas de ventas de dólares y la caída de los índices bursátiles del país desde junio de 2015. En concreto, el índice Shanghai Composite Stock cotizó el 8 de enero de 2016 a niveles de finales de 2010, tal y como muestra el siguiente gráfico.
En estas dos batallas (mercados de divisas y mercado de valores), el Banco Central de China está gastando cientos de miles de millones de dólares en un intento por contrarrestar la fuerza de los dos mercados. Así, las reservas de divisas se situaron a finales de 2015 en 3,33 billones de dólares, lo que representa una caída del 16,7% respecto al máximo alcanzado en junio de 2014 (4 billones de dólares) y las sitúa a niveles de finales de 2012. Este descenso de las reservas está muy ligado a la intervención del Banco Central de China en los mercados domésticos de divisas para apoyar su moneda, el yuan, y evitar así que se depreciara en exceso. Para evitar esto, el Banco Central de China está inyectando dólares en el mercado, y con ello está perdiendo las reservas.
¿Pero porqué no quiere el Banco Central de China que el yuan se deprecie demasiado con el dólar?
En primer lugar, porque una excesiva depreciación aumentaría la tasa de inflación y con ella los tipos de interés, lo cual deprimiría a la economía China, cuya tasa de crecimiento ya se está desacelerando. En segundo lugar, porque muchas empresas chinas están muy endeudadas en dólares mientras que sus ingresos son en yuanes, por lo que una excesiva depreciación de la moneda nacional aumentaría considerablemente su endeudamiento en relación a sus ingresos y, en última instancia, elevaría la tasa de morosidad y las quiebras que ya van en aumento.
En el siguiente gráfico se muestra la evolución temporal para el periodo 1994-2015, de los tipos de cambio efectivo nominal (línea roja) y real [3] (línea azul) del yuan con el conjunto de los principales socios comerciales de China.
Por una parte, el tipo de cambio efectivo nominal (TCEN, Broad Effective Exchange Rate [4]) del yuan con el conjunto de las principales con el conjunto de los principales socios comerciales de China registra una importante apreciación (apreciación nominal, pérdida de competitividad-tipo de cambio nominal) del 31,2% y del 10% desde noviembre de 2009 y desde enero de 2014, respectivamente, hasta noviembre de 2015.
Por otra parte, una vez corregido el TCEN por los índices de precios al consumo relativos, el tipo de cambio efectivo real (TCER, Real Broad Effective Exchange Rate [4]) del yuan con el conjunto de los principales socios comerciales de China registra también una importante apreciación (apreciación real, pérdida conjunta de competitividad-tipo de cambio nominal y competitividad-precio) del 37,1% y del 8,8% desde noviembre de 2009 y desde enero de 2014, respectivamente, hasta noviembre de 2015.
La apreciación nominal y real del yuan con el conjunto de los principales socios comerciales de China tiene efectos muy negativos para la economía china. En primer lugar, resta competitividad al sector exportador y, por contagio, al sector bancario, al aumentar el número de quiebras empresariales y la proporción de préstamos de dudoso cobro que ya situaban en el 33% a finales de 2014. En segundo lugar, la apreciación nominal con la moneda estadounidense reduce el valor en yuanes de las reservas en dólares, que ascienden a más de 3,33 billones de dólares a finales de 2015. De este modo, una apreciación del 10% supondría unas pérdidas de 333.000 millones de dólares (4,3% del PIB de China en 2014). Simultáneamente, aumentaría el valor en yuanes de los préstamos dudosos y de los activos del sistema bancario. En este caso, recapitalizar los bancos públicos recurriendo a las reservas de divisas, como ya se hizo en 2003, tendría ahora un mayor coste.
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[1] El tipo de cambio real bilateral (o multilateral/efectivo) es en ocasiones definido como TCR = (E P*)/P. En este caso, la interpretación económica es la contraria: un aumento (caída) del TCE indica una depreciación (apreciación) real de la moneda nacional con la moneda extranjera y, por lo tanto, supone para el periodo considerado una ganancia (pérdida) de competitividad con el país extranjero.
[2] En los manuales de economía internacional al TCR se suele denominar con el símbolo q para diferenciarlo del TCN que se denomina con el símbolo E.
[3] En términos de los IPC relativos.
[4] Véase la metodología de construcción de los TCEN y los TCER en la publicación del BIS.
[3] En términos de los IPC relativos.
[4] Véase la metodología de construcción de los TCEN y los TCER en la publicación del BIS.
1 comentario:
Buena entrada, pero aunque estoy de acuerdo que desean cierta depreciación del RMB, pero a ritmo suave y evitando una depreciación fuerte, discrepo en uno de los motivos aportados.
No creo que sea motivo para evitarla que aumentara la tasa de inflación y con ella los tipos de interés. A China le gustaría aumentar la inflación, pues más bien tiene un problema de deflación, especialmente en la industria por su sobrecapacidad (el IPP esta en el -5,9% y 59 meses seguidos en negativo y el IPC también en niveles bajos). Una baja inflación tiene dos efectos muy perjudiciales para la actual economía China: 1) Mayores tipos de interés reales para igual tipo nominal 2) Dificulta el desendeudamiento, principal problema de la economía China.
Ojala las autoridades pudieran general más inflación, pero con problemas de balance la politica monetaria se vuelve menos eficaz
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