viernes, 28 de octubre de 2022

Halloween y la economía 2022

Cuando en la noche de Halloween de 2022, suena el timbre de nuestra casa, abrimos con temor la puerta y alguien pronuncia la famosa frase "Trick or Treat", uno se puede encontrar con nuevos temas relacionados con la Economía y con nuevos disfraces.

La principal preocupación en EE.UU. y en la zona euro es el problema de la alta inflación:






Y probablemente la personaje que más puede asustar este año en Europa y, sobre todo en el Reino Unido, es la ex-primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, pero también su ínclito Ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng:



Y en cuanto a los disfraces, el más solicitado podría ser nuevamente este año el del Presidente de China, Xing Jinping:

Y, por último, en cuestión de mascaras, la favorita mundial sea la del Presidente de Rusia, Vladimir Putin:


y quizás en el Reino Unido sea la de la efímera Liz Truss:

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Como citar esta entrada del Blog:

Vicente Esteve, "Halloween y la economía 2022", Universidad de Valencia", Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 28/10/2022,

http://vicenteesteve.blogspot.com/2022/10/halloween-y-la-economia-2022.html

viernes, 21 de octubre de 2022

¿Se cumple la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo entre dos monedas?: el caso del dólar norteamericano y del franco suizo, 1971-2022

 

En esta entrada del Blog utilizamos el caso del tipo de cambio del dólar norteamericano ($) y el franco suizo (sf) para mostrar que se cumple la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo o PPA (Purchasing Power Parity o PPP en inglés) en el largo plazo, en nuestro caso, 50 años.

Por una parte, la paridad del poder adquisitivo (PPA) en su versión absoluta establece que una cesta representativa de bienes y servicios en el país A debería tener exactamente el mismo precio que en el país B, cuando los precios se expresan en una moneda común.

En términos económicos, la teoría de la PPA en su versión absoluta establece que el tipo de cambio nominal entre el dólar ($) y el franco suizo, Esf/$, debe tender a largo plazo a un valor de equilibrio que viene determinado por el cociente de los precios relativos, aproximados por el cociente de los IPC entre las dos zonas (Psui y Pus), de tal manera que:

Esf/$= Psui/Pus

o, equivalentemente, el valor de la cesta de bienes y servicios tendría el mismo valor expresada en una de las dos monedas, por ejemplo, en francos suizos:

Psui = Esf/$ . Pus

Por otra parte, una versión menos rigurosa de la PPA es la PPA relativa, que partiendo de la anterior expresión, establece que la variación porcentual del tipo de cambio nominal es igual a la diferencia de las variaciones porcentuales de los precios en los dos países, es decir, la tasa de inflación, de tal manera que:

(E t -E t-1 )/E t-1 = π(sui) t - π(us) t , donde π(y) t es la tasa de inflación en el país y en el momento t.

En última instancia, la teoría en su versión relativa establece que la economía con mayor (menor) inflación relativa verá como su moneda se deprecia (aprecia) a largo plazo en los mercados de cambio para asegurar que el poder adquisitivo entre EE.UU. y Suiza sea el mismo.

La PPA es una de las proposiciones fundamentales de las finanzas internacionales. Los modelos monetarios de determinación del tipo de cambio descansan en esta proposición y de ahí la importancia de su cumplimiento. No obstante, existe un consenso en que la PPA no se cumple a corto plazo, porque el tipo de cambio es mucho más volátil que el nivel de precios promedio. 

Sin embargo, los modelos económicos estándar suponen que se mantiene a largo plazo, es decir, cuando los precios han tenido tiempo de ajustarse. Parece haber un consenso en la literatura de que la PPA de largo plazo se puede mantener en el sentido de que hay una reversión media significativa del tipo de cambio real, aunque puede haber factores que inciden en el tipo de cambio real de equilibrio a lo largo del tiempo. En otras palabras, en el largo plazo el tipo de cambio nominal y los precios relativos se mueven proporcionalmente, de forma que el tipo de cambio real revierte al equilibrio. Por tanto, a corto plazo pueden existir desviaciones de la PPA pero éstas deber ser temporales y desaparecer a lo largo del tiempo permitiendo que la PPA se cumpla en el largo plazo.

¿Por qué se producen desviaciones a corto plazo de los tipos de cambio de mercado del tipo de cambio de equilibrio de la PPA?. Las causas son de diversa índole.

Por un lado, muchos de los bienes y servicios que se producen en una economía que no son "exportables" o "no comercializables": la peluquería, una reparación de fontanería, la educación, la consulta de un médico, etc, .., por lo que no se ven expuestos a la competencia exterior. Lo mismo ocurre con otros sectores considerados estratégicos que pueden estar protegidos por los gobiernos nacionales. 

Por otro lado, hay otros factores que generan también desviaciones a corto plazo respecto al valor de equilibrio a largo plazo de la PPA: riesgos geopolíticos (favorecen a las monedas más fuertes), shocks en los mercados financieros o en los mercados de materias primas, y la política de gestión de las reservas de los Bancos Centrales, entre otros. En definitiva, el tipo de cambio de equilibrio de la PPA debe considerarse una referencia a largo plazo para la cotización de mercado (no en el corto plazo), que oscilará en torno a ella en ciclos que pueden ser muy prolongados en el tiempo. 

En el gráfico adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se muestra la evolución del tipo de cambio de mercado del dólar con el franco suizo (línea verde, francos suizos  por 1 dólar) y de los precios relativos entre los dos países (línea azul) para el periodo 1971 (mayo)-2022 (septiembre).








Por un lado, la pendiente negativa del cociente de los IPC muestra que la inflación suiza ha sido sustancialmente más baja que la inflación estadounidense. En concreto, la ratio entre los precios suizos y estadounidenses ha disminuido alrededor de un  73%. 

Por otro lado, el gráfico muestra que durante 1971-2022 el franco suizo se apreció alrededor del 76 % con el dólar, lo que coincide con el comportamiento de los precios relativos. 

En síntesis, durante este período de 50 años, la PPA entre EE. UU. y Suiza parece mantenerse.

¡La teoría de la PPA se mantiene viva en el largo plazo!

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Como citar esta entrada del Blog:

Vicente Esteve, "¿Se cumple la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo entre dos monedas?: el caso del dólar norteamericano y del franco suizo, 1971-2022", Universidad de Valencia, Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 21/10/2022,

http://vicenteesteve.blogspot.com/2022/10/se-cumple-la-teoria-de-la-paridad-del.html

viernes, 14 de octubre de 2022

Nobel de Economía 2022

Por María A. Prats, Universidad de Murcia

Este post se publicó en el blog (bAg): Blog de Economía de la Aldea Global el 10 de octubre de 2022. Fruto del acuerdo de colaboración entre este blog y el blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, cada trimestre reproduciremos en nuestro blog algunos post que, por su temática, también pueden ser interesantes para nuestros lectores.

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Este lunes 10 de octubre la Real Academia Sueca de Ciencias ha dado a conocer el nombre de los galardonados con el premio Nobel de Economía 2022. Se trata de tres americanos cuyas aportaciones han permitido un significativo avance en la investigación sobre bancos y crisis financieras (“for research on banks and financial crises”).

Los galardonados son Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal entre 2006 y 2014 y actualmente investigador en The Brookings Institution, en Washington D.C.; Douglas Diamond de la Universidad de Chicago; y Philip Dybvig de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.

En términos generales la investigación de los tres galardonados, que arranca de un profundo conocimiento de la Gran Depresión de los años 30, ha permitido manejar mejor las crisis financieras que se han sucedido con posterioridad, ha demostrado la importancia de prevenir colapsos bancarios generalizados y ha sentado las bases científicas para la investigación moderna sobre estos temas a partir de tres artículos seminales.

Veamos qué ideas centrales transmitieron dichos trabajos:

Primer artículo: Bernanke, B. S. (1983): Non-Monetary Effects of the Financial Crisis in the Propagation of the Great Depression. The American Economic Review, 73(3), 257-276. En este artículo Bernanke destaca la importancia de las crisis bancarias como causa (no consecuencia) del declive de una economía. Es más, un colapso bancario puede ser decisivo para que una recesión pueda desembocar en una depresión profunda y prolongada. En este ámbito, cuanto más tiempo se tarde en reflotar un sistema bancario fallido más tiempo tardará la economía en recuperarse. Bernanke demostró que un factor decisivo para la recuperación de la economía americana, tras la crisis de los años 30, fue la implementación de una potente regulación bancaria para ayudar a prevenir y evitar pánicos bancarios futuros dada la ‘inherente vulnerabilidad del sistema bancario’.

Segundo artículo: Diamond, D. W., & Dybvig, P. H. (1983). Bank runs, deposit insurance, and liquidity. Journal of political economy, 91(3), 401-419. En este trabajo los dos laureados con el Nobel Diamond y Dybvig presentan una solución al problema de la vulnerabilidad bancaria mediante la introducción de un ‘seguro de depósito’ público (lo que comúnmente conocemos en España como Fondo de Garantía de Depósitos). En este ámbito si los depositantes saben que el estado protege sus ahorros la confianza permite mitigar el pánico bancario cuando existe posibilidad de que este se desencadene. La importancia de este mecanismo de prevención y protección frente a crisis bancarias explica que todas las principales economías lo hayan implementado.

Tercer artículo: Douglas W. (1984). Diamond, Financial Intermediation and Delegated Monitoring, The Review of Economic Studies, 51(3), 393–414. Diamond señala la importancia de la evaluación de riesgos de los potenciales prestatarios como un pilar fundamental para evitar quiebras bancarias. La idea central es que todo el mundo que solicita un crédito bancario tiene un riesgo que el banco debe conocer pese a que esto le lleve a incurrir en costes de valoración de riesgos. Este coste se ve ampliamente compensado con las consecuencias que una crisis bancaria tendría en términos sociales y económicos. En definitiva, los bancos, en tanto que intermediarios financieros, reducen el coste de intermediación del ahorro en inversión productiva y facilitan la financiación de la economía. En un contexto de crisis bancaria el coste de intermediación aumenta con lo que disminuye la financiación de la economía y sus efectos solo pueden disiparse cuando se establecen formas más complejas de valoración de riesgos. Esto es lo que sucedió en los años 30 y también con la crisis financiera de 2008.

La vigencia de las ideas planteadas por estos autores está fuera de toda duda. Vamos a realizar un breve repaso de su aplicación en los últimos años.

Regulación y vulnerabilidad del sistema bancario. Esta relación normalmente no está acompasada. Hay que ser consciente de que la velocidad de la innovación financiera es superior a la de la capacidad regulatoria. La posibilidad de eludir la regulación es uno de los motores de la innovación financiera en el pasado, en el presente y lo será en el futuro como lo demuestra el hecho de que la quiebra de algunos bancos en la sombra (básicamente fondos de inversión, compañías de seguros y fondos de pensiones), que durante los primeros años 2000 realizaron una intensa actividad de intermediación bancaria, pero sin su regulación, está detrás del estallido de la crisis financiera de 2008.

La Unión Bancaria (UB) fue la respuesta dada por la Unión Europea en el momento de máxima vulnerabilidad financiera tras la crisis de 2008. La regulación que entrañó la puesta en marcha de la UB permitió restablecer la confianza en el sistema bancario y retornar a la senda del crecimiento económico en Europa. De hecho, el sector bancario ha podido desempeñar un papel determinante durante la pandemia, gracias a unas posiciones de capital y de liquidez más sólidas derivadas de la nueva regulación bancaria.

Vulnerabilidad y seguro de depósitos. Los Fondos de Garantía de Depósitos (FGD) son la red de seguridad de los sistemas financieros modernos. La necesidad de su existencia y sobre todo el fortalecimiento de su capacidad de actuación explica que en los primeros momentos de la crisis de 2008 las principales economías occidentales reforzaran automáticamente la cuantía de la garantía por depositante. En España esta garantía pasó de 20.000 euros a 100.000, como en la mayoría de los países europeos.

El seguro de depósitos tiene una enorme vigencia actual pues es el tercer pilar de la Unión Bancaria. Sin embargo, es el único de los tres que está sin implementar lo que aumenta la vulnerabilidad de las entidades bancarias europeas. Las discrepancias sobre el alcance del Sistema Europeo de Garantía de Depósitos, sobre todo la oposición de Alemania y los países del norte de Europa, han supuesto un enorme freno a su desarrollo. Previsto para 2028, y con diez años de retraso, la UE contará con un fondo mutualizado que garantizará hasta 100.000 euros de los depósitos de los ahorradores en el caso de quiebra de una entidad bancaria en su territorio. Completar la Unión Bancaria será en la UE fundamental para reducir su vulnerabilidad.

Evaluación de riesgos y vulnerabilidades. Actualmente, esta idea tiene necesariamente dos enfoques. Por un lado, la necesidad de reforzar los mecanismos internos de detección de riesgo de crédito por parte de cada entidad bancaria y, por otro, la obligada potenciación de los mecanismos de supervisión del sistema crediticio ante la detección de vulnerabilidades. El primero corresponde al ámbito de la gestión de riesgos, concretamente a la gestión de riesgo de crédito que realizan las entidades bancarias que se ha convertido en un objetivo prioritario para cada entidad desde la crisis de 2008.

En el ámbito Europeo, el segundo corresponde al desarrollo en el seno de la UE al Mecanismo Único de Supervisión bancaria (MUS) en colaboración con las Autoridades Nacionales Competentes. En este sentido, el proceso de identificación de riesgos y establecimiento de prioridades es un mecanismo esencial para elaborar y formular la estrategia de la Supervisión Bancaria del BCE para los próximos años. En el cuadro siguiente podemos ver las prioridades supervisoras para 2022-2024 a partir de las vulnerabilidades identificadas en las entidades.

Sin duda un merecido premio para los tres tanto por el alcance como por la vigencia de sus investigaciones.

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Como citar esta entrada del Blog:

María A. Prats, "Nobel de Economía 2022", Universidad de Valencia", Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 14/10/2022,

http://vicenteesteve.blogspot.com/2022/10/nobel-de-economia-2022.html

martes, 4 de octubre de 2022

Escala de remuneraciones (salarios y pensiones) en España en 2020

En el cuadro adjunto (hacer clic para verlo más grande) aparece la escala de mayor a menor de las remuneraciones (salarios y pensiones) en la economía española a finales de 2020. Para los salarios se ha utilizado los últimos datos publicados por el INE en su Encuesta anual de estructura salarial 2020 (publicada el 24 de junio de 2022). Los datos para 2020 de las pensiones han sido extraídos del Boletín Informativo de la Seguridad Social: Gestión Económica 2020, diciembre, del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Aunque existen datos más recientes de las pensiones hemos utilizado los de 2020 a efectos de una comparación homogénea con los salarios.


Conviene recordar que hay tres maneras de medir el salario: a) el salario medio (o media estadística) que se obtiene de la remuneración total de los asalariados (trabajadores por cuenta ajena) dividida por el número total de ocupados asalariados); b) el salario mediano (o mediana estadística) que divide el número de trabajadores entre los que tienen un salario superior al mediano y los que tienen un salario inferior al mediano; y c) el salario más frecuente (o moda estadística) que refleja el salario que más individuos tienen en la población ocupada. Este último indicador es el más adecuado para medir el salario representativo de un trabajador. 

En primer lugar, el salario medio bruto (antes de efectuar retenciones de las cuotas de la seguridad social y del IRPF) se sitúo en 2020 en 1.797,5 euros al mes, mientras que el salario mediano y más frecuente se situaron en 1.494,3 y 1.320,0 euros, respectivamente. La diferencia entre este salario medio y el salario más frecuente fue de 477,5 euros al mes. Esto significa que había pocos trabajadores con salarios muy altos pero que influyeron de manera muy significativa en el salario medio.

En segundo lugar, la pensión media de jubilación (1.315,3 euros) y la pensión media total (1.118,,5 euros, ponderada por los regímenes de incapacidad permanente, de jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares) van recortando la "brecha" con el salario más frecuente (1.320,0) a medida que pasan los años. Esto nos indica que el sistema de pensiones español es demasiado "generoso".  

Existe una gran cantidad de indicadores que nos previenen del grado de "generosidad" de un sistema de pensiones. El más importante es la llamada tasa de reemplazo. La tasa de reemplazo mide el porcentaje del último sueldo que cubre la pensión, por tanto una tasa de reemplazo alta sería sinónimo de un sistema de pensiones generoso. 

En España, la tasa de reemplazo neta (eliminando el efecto de los impuestos y de las cotizaciones sociales de cada país) es muy alta según los últimos datos publicados por la OCDE referentes al año 2020 (véase siguiente gráfico; hacer clic sobre el mismo para verlo más grande). Con más detalle, los nuevos jubilados españoles cobraban ese año una pensión media equivalente al 80% de su último sueldo y esa tasa de reemplazo era claramente superior a la de sus homólogos del resto de Europa y de la OCDE. Así, en la Unión Europea (27 países) la tasa de reemplazo media era del 62%, en los países de la OCDE (37 países que se consideran desarrollados) era del 58,6%, mientras que en Alemania era aún más baja ese año (53%).


En tercer lugar, la dispersión observada en las pensiones entre las diversas Comunidades Autónomas refleja la dispersión de las cotizaciones asociadas a los diferentes salarios medios en el pasado. De este modo, la pensión media de jubilación más alta se alcanza en el País Vasco (1.654,5 euros) muy cercana al salario medio de España, mientras que la pensión media de jubilación más baja se alcanza en Extremadura (1.060,8 euros).

En cuarto lugar, el salario medio mensual de los hombres (1.974,5 euros) es superior al de las mujeres (1.604,8 euros). Por tanto, el salario promedio mensual de las mujeres en 2019 representó el 81,3 % del masculino (brecha salarial del 18,7%). No obstante, esta diferencia debe matizarse en función de otras variables (tipo de contrato, de jornada, ocupación, antigüedad, etc.) que inciden de forma determinante en el salario mensual final. No obstante, si tenemos en cuenta la definición de la Unión Europea del indicador estructural “brecha salarial entre mujeres y hombres” (véase gráfico siguiente), que utiliza la ganancia ordinaria por hora trabajada como base de la comparación, la diferencia se situó en tan sólo el 9,4% en 2020, por debajo de la media de la Unión Europea que se sitúo en el 13%. [1]



En quinto lugar, por tipo de actividad el salario medio es más alto en los sectores de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (3.841,1 euros, un 113,7% superior a la media nacional) -sectores oligopolísticos y regulados- lo cual debería ser un incentivo para los alumnos de ingeniería y de formación profesional de estas ramas, mientras que los peor pagados son los trabajadores de la hostelería (1.009,8 euros, un 43,8% inferior a la media nacional), lo cual tampoco debe sorprendernos (actividades con baja productividad y bajo valor añadido).

Por último, el tipo de puesto ocupado en la empresa es una de las variables que más influyen en el nivel salarial. En 2020 destacó la cuantía del salario medio del grupo de Directores y gerentes (4.144,6 euros), que fue un 130,6% superior a la media del resto de ocupaciones. En el lado opuesto, el salario medio por ocupación peor pagado se produjo en el grupo de trabajadores no cualificados en servicios (excepto transportes), con 983,2 euros.

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[1] El indicador “brecha salarial entre mujeres y hombres”, definido por la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat), representa la diferencia entre la ganancia por hora de hombres y de mujeres asalariados, como porcentaje de la ganancia hora de los hombres. Eurostat lo calcula únicamente para los asalariados que trabajan en unidades de 10 y más trabajadores y en la ganancia hora incluye los pagos por horas extraordinarias realizadas pero excluye las gratificaciones extraordinarias. Más detalle en:

https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Gender_pay_gap_statistics
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Como citar esta entrada del Blog:

Vicente Esteve, "Escala de remuneraciones (salarios y pensiones) en España en 2020", Universidad de Valencia", Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 4/10/2022,
http://vicenteesteve.blogspot.com/2022/10/escala-de-remuneraciones-salarios-y.html

miércoles, 28 de septiembre de 2022

La Facultad de Economía de la Universidad de Valencia se sitúa líder en investigación en España en tres materias del ranking internacional URAP 2022







Una de las variables clave para poder elegir una Facultad y una Universidad debería ser sin duda el nivel científico de su profesorado, por lo que indicadores de la "calidad" de las publicaciones de investigadores y profesores, van a pasar a un nivel más que relevante. Los ranking internacionales de universidades son también importantes por varios motivos. Además del evidente prestigio internacional, son fundamentales por las importantes ventajas económicas que eso puede traer en un momento en el que los planes autonómicos, nacionales y europeos de apoyo a las universidades (fondos de investigación para los profesores, incentivos económicos a los mejores profesores, ...) deberían de tener un claro objetivo: premiar la excelencia. Y la excelencia se cuantifica en este tipo de listados (guste o no guste), entre otro tipo de cosas.

En relación a este tema, se ha publicado recientemente el ranking University Ranking by Academic Performance (URAP) correspondiente al año 2022. URAP es una organización sin fines de lucro que se estableció en el Instituto de Informática de la Universidad Técnica de Oriente Medio (Middle East Technical University) de Turquía en 2009.

El Ranking Mundial URAP 2022 se basa en 6 indicadores de rendimiento académico. Dado que URAP es una clasificación de universidades a nivel mundial basada en el rendimiento académico, las publicaciones constituyen la base de la metodología de clasificación. Se utilizan como indicadores tanto la calidad como la cantidad de publicaciones y el desempeño de la colaboración internacional en investigación. En el ranking se incluyen  datos sobre 3.000 instituciones de educación superior de 90 países y abarca aproximadamente el 12% de todas las universidades del mundo, lo que lo convierte en uno de los sistemas de clasificación universitaria más completos.

El proveedor de datos bibliométricos es la base de datos de revistas científicas Web of Science-JCR de Clarivate Analytics. El máximo de puntuación es 600 puntos. La puntuación final es ponderada de  acuerdo a los siguientes indicadores:

  • Artículos (21%): es una medida de la productividad científica actual que incluye artículos publicados e indexados por Web of Science y listados por Incites. El número de artículo cubre artículos, revisiones y notas. 
  • Citas (21%): es una medida del impacto de la investigación y se evalúa en función del número de citas recibidas de los artículos publicados e indexados por Web of Sciences. Se excluyen las autocitas. 
  • Documentación total (10%): es la medida de la sostenibilidad de la productividad científica y se presenta por el número total de documentos que cubre toda la literatura académica, incluyendo documentos de conferencias, reseñas, cartas, discusiones, guiones, además de artículos de revistas publicados durante un período de 5 años.
  • Impacto total de los artículos - AIT (18%): productividad científica corregida por CPP (normalizado por las publicaciones de la institución respecto a la mundial en 23 campos) en un período de 5 años. La relación entre el CPP de la institución y el CPP mundial indica si la institución está rindiendo por encima o por debajo del promedio mundial en ese campo.
  • Impacto total de las citas-CIT (15%): impacto de la investigación corregida por CPP (normalizado por citas de las publicaciones de la institución respecto a la mundial en 23 campos) en un período de 5 años. La relación entre el CPP de la institución y el CPP mundial indica si la institución está rindiendo por encima o por debajo del promedio mundial en ese campo.
  • Colaboración Internacional (15%): se basa en el número total de publicaciones realizadas en colaboración con universidades extranjeras durante 5 años.
Los indicadores, las fuentes de datos y la duración de la cobertura del ranking URAP 2022 se resumen en la siguiente tabla.


El ranking incluye los artículos publicados en revistas que se sitúan dentro del primer, segundo y tercer cuartil en términos de su Factor de Impacto de la revista dentro de sus respectivas áreas temáticas.

La Facultad de Economía de la Universidad de Valencia se sitúa líder en investigación en España en tres materias del ranking internacional URAP: (1) Comercio, Gestión, Turismo y Servicios (125 a nivel mundial); (2) Economía (118 a nivel mundial); (3) Negocios (89 a nivel mundial).

En los dos primeros cuadros (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) aparece el ranking de las 10 primeras Facultades de Economía en España y a nivel internacional en la materia de Economía (Economics).

Este ranking está liderado en el top 10 en España por la Universidad de Valencia, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de Navarra (privada), la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y la Universidad de Barcelona.

Por lo que respecta al ranking a nivel mundial, el mismo está encabezado por Harvard University (EE.UU.), London School of Economics (Reino Unido), University of Oxford (Reino Unido), Stanford University (EE.UU.) y University of California at Berkeley (EE.UU.).




En el tercer y cuarto cuadros aparece el ranking de las Facultades de Economía en España (solo están las 6 que cumplen las condiciones) y a nivel internacional en la materia de Negocios (Business).

Este ranking está liderado en España por la Universidad de Valencia, la Universidad de Sevilla, la Universidad de Granada, ESADE de la Universidad Ramón Llull de Barcelona (privada) y la Universidad de Navarra (privada).

Por lo que respecta al ranking a nivel mundial, el mismo está encabezado por Hong Kong Polytechnic University (Hong Kong, China), Erasmus University Rotterdam (Países Bajos), National University of Singapore (Singapur), Monash University (Australia) y University of Manchester (Reino Unido).



En los dos últimos cuadros aparece el ranking de las 10 primeras Facultades de Economía en España y a nivel internacional en la materia de Comercio, Gestión, Turismo y Servicios (Commerce, Management, Tourism and Services).

Este ranking está liderado en el top 10 en España por la Universidad de Valencia, la Universidad de Granada, la Universidad de Sevilla, la Universidad Politécnica de Valencia y ESADE de la Universidad Ramón Llull de Barcelona (privada).

Por lo que respecta al ranking a nivel mundial, el mismo está encabezado por Hong Kong Polytechnic University (Hong Kong, China), Tsinghua University (China), Monash University (Australia), National University of Singapore (Singapore) y Erasmus University Rotterdam (Países Bajos).



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Cómo citar esta entrada del Blog:

Vicente Esteve, "La Facultad de Economía de la Universidad de Valencia se sitúa líder en investigación en España en tres materias del ranking internacional URAP 2022", Universidad de Valencia, Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 28/9/2022,

http://vicenteesteve.blogspot.com/2022/09/la-facultad-de-economia-de-la.html

miércoles, 3 de agosto de 2022

El coste fiscal de la SAREB supera ya el de BFA/Bankia

 

Por Antoni Garrido, Universitat de Barcelona

Este post se publicó en el blog (bAg): Blog de Economía de la Aldea Global el 20 de julio de 2022. Fruto del acuerdo de colaboración entre este blog y el blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, cada trimestre reproduciremos en nuestro blog algunos post que, por su temática, también pueden ser interesantes para nuestros lectores.

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Las medidas tomadas por los gobiernos europeos para ayudar a sus entidades financieras tras el estallido de la crisis financiera han incidido, en algunos casos significativamente, en las cuentas públicas, ya que han impactado sobre el saldo presupuestario, el balance (activos y pasivos) y el volumen de pasivos contingentes (riesgos asumidos, como los avales, que pueden generar pérdidas en un futuro próximo). Desde 2009 Eurostat proporciona dos veces al año (abril y octubre) información detallada y homogénea sobre estos tres conceptos claves para entender el coste de la crisis bancaria.

Centrándonos en el caso español, en el periodo 2007-2019 las citadas medidas habían generado un déficit acumulado (o lo que es lo mismo, habían hecho necesario aflorar pérdidas por valor) de 48.515 millones de euros, siendo los quebrantos que ocasionaron las recapitalizaciones de las entidades en crisis, la compra de activos a un precio superior al de mercado y los intereses de la deuda que fue necesario emitir para financiar los desembolsos anteriores los principales causantes de esa elevada cifra. El apoyo al sector bancario habría hecho asimismo aumentar los activos, pasivos y pasivos contingentes de las AA. PP., siendo 4.680, 51.406 y 35.409 millones de euros respectivamente los valores que presentaban tales magnitudes a finales de 2019.

De las cifras anteriores, la SAREB suponía tan solo 996 millones de euros del déficit acumulado, consecuencia de la conversión en capital de una parte de la deuda subordinada que hubo que realizar en 2016 para cubrir las pérdidas que presentaba desde su creación. Dichas pérdidas, unido a algunos ajustes contables, redujeron a 1.071 millones de euros, la mitad prácticamente de lo desembolsado en su día, el valor de la participación del FROB en el capital de la SAREB y, por tanto, su peso en los activos de las AA. PP. Al no ser considerada una entidad pública, la deuda que emitió para adquirir activos a las entidades en crisis no se incluía, pese a estar avalada por el Tesoro, en los pasivos propiamente dichos, sino que era contabilizada como un pasivo contingente, siendo la SAREB la única responsable de los 35.409 millones registrados en ese epígrafe a finales de 2019.

Las elevadas pérdidas que ha presentado la SAREB en los últimos años, que no hacen sino incrementar la probabilidad de que sea necesario ejecutar las garantías públicas, llevaron a Eurostat a exigir su inclusión en el perímetro de las Administraciones Públicas. Computada inicialmente en el ejercicio del 2020, dicha inclusión aumentó el déficit público de ese año en una cuantía (9.873 millones de euros) equivalente al patrimonio neto negativo que presentaba el llamado banco malo en esos momentos. Por lo que respecta al balance, los activos crecieron en 27.568 millones de euros mientras que los pasivos (y, por tanto, la deuda pública) lo hicieron en unos respetables 34.182 millones de euros. Como contrapartida, pasaron a ser cero los importes consignados hasta la fecha como pasivos contingentes.

En marzo de 2022 las autoridades españolas informaron que, según lo acordado con Eurostat, el impacto de la SAREB sobre las cuentas públicas se calcularía desde la fecha de creación del citado organismo, esto es desde 2012. En la última actualización (abril 2022), la oficina estadística de la UE ha reconstruido pues las tres series que, como ya se ha dicho, proporciona periódicamente para estimar el volumen y coste de las ayudas prestadas a las entidades financieras.

La nueva forma de cálculo ha incrementado lógicamente los importes contabilizados a lo largo del periodo 2012-2019 como activos y pasivos y disminuido, como contrapartida, los pasivos contingentes de las AA.PP. Al tratarse de stocks, la foto finish (los datos relativos al año 2020) coincide, euro arriba euro abajo, con la publicada en octubre del 2021, y no ha sido pues necesario reconocer, para alivio de nuestras autoridades, incrementos adicionales en el grado actual de endeudamiento del sector público.

Más sorpresas ha arrojado la reconstrucción de la serie que estima la incidencia de la SAREB sobre el saldo presupuestario. No en vano, ha aflorado 13.400 millones de euros de pérdidas adicionales, elevando hasta los 23.300 millones de euros su impacto acumulado sobre el déficit. Lejos pues de ser inocua para los contribuyentes, el coste fiscal causado hasta la fecha por la SAREB supera ya el imputado a BFA/Bankia y duplica el generado por CatalunyaBanc o Novacaixagalicia. Esperemos que, dada la magnitud de las pérdidas ya reconocidas, la factura no siga creciendo en los próximos años.

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Como citar esta entrada del Blog:

Antoni Garrido, "El coste fiscal de la SAREB supera ya el de BFA/Bankia", Universidad de Valencia, Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 3/8/2022,
http://vicenteesteve.blogspot.com/2022/08/el-coste-fiscal-de-la-sareb-supera-ya.html

lunes, 11 de julio de 2022

Nuevo índice de presión de las cadenas de suministros a nivel global y su influencia en el alza actual de la inflación

El reciente aumento de la inflación en los países avanzados se debe a una reducción en la capacidad de una economía para ofrecer bienes y servicios, a un aumento en la demanda de bienes y servicios, o probablemente a la conjunción de ambos factores. 

Por un lado, varios son los factores de oferta que han generado una mayor inflación:

  1. La escasez de chips y semiconductores que ha afectado principalmente a la industria automovilística, aunque no a la única.
  2. Los costes relacionados con el Brexit y las perturbaciones comerciales en el Reino Unido y, en mucha menor medida, en la zona del euro.
  3. El aumento de los precios de las materias primas y, en particular, el de los precios de la energía, especialmente después de la invasión rusa de Ucrania.
  4. La reducción de la oferta laboral por la conjunción de varias causas: i) el miedo al COVID-19; ii) la aceleración de la jubilación anticipada; iii) y la caída en los flujos migratorios internacionales.
  5. Los cierres forzosos de las fabricas y oficinas en respuesta a los brotes de COVID-19.
  6. Los efectos colaterales de los cierres de COVID-19 a través de las cadenas de suministro.
  7. Las interrupciones relacionadas con el COVID-19 en el transporte marítimo y en el comercio transfronterizo.
  8. El traslado de la demanda de los consumidores de los servicios a los bienes después de la Pandemia que se enfrentó con las limitaciones de la capacidad productiva de las empresas y contribuyó al alza de los precios de los productos básicos y a las interrupciones en la cadenas de suministros.
  9. La caída en la credibilidad anti-inflacionaria de algunos bancos centrales que ha provocado en algunos países que las empresas aumenten los precios de sus productos y/o reduzcan su producción sin alterar el precio del producto.

Por otro lado, los factores de demanda que han influido en el alza de la inflación son también de diversa índole: 

  1. Las políticas fiscales expansivas dirigidas a apoyar a hogares y a empresas en 2020 y 2021 en EE. UU. y en la zona del euro.
  2. Las políticas monetarias no convencionales expansivas implementadas en 2020 y 2021 en algunos países, especialmente en la zona del euro.

Por último, hay factores que afectan tanto a la oferta como a la demanda. El principal son los efectos de los movimientos del tipo de cambio nominal. Recordemos que una depreciación de la moneda nacional aumenta la demanda de productos nacionales, pero encarece las materias primas importadas y, por lo tanto, reduce la oferta. Esto ha sido especialmente grave en el caso de la zona del euro, donde la fuerte depreciación del euro con el dólar (un 21,4% entre el 6 de enero de 2021 y el 8 de julio de 2022) ha provocado un fuerte aumento de los precios de la energía (inflación importada) que, en última instancia, se ha trasladado a la inflación nacional.

En esta entrada del Blog nos ocupamos específicamente de la presión ejercida en la tasa de inflación por las cadenas de suministro a nivel mundial. Para tal fin, utilizamos el nuevo índice de presión de la cadenas de suministro a nivel global elaborado por la Reserva Federal de New York. Se trata del Índice de Presión de la Cadena de Suministro Global (Global Supply Chain Pressure Index, GSCPI), un indicador de la interrupción en las cadenas de suministro globales.

Las interrupciones en la cadenas de suministros se han convertido en un gran desafío para la economía mundial desde el comienzo de la pandemia de COVID-19. Los cierres de fábricas (particularmente en Asia) y los bloqueos generalizados y las restricciones de movilidad han provocado interrupciones en las redes logísticas, aumentos en los costes de envío de las mercancías y un aumento en los tiempos de entrega.

El GSCPI integra algunas variables que recogen factores de oferta que ejercen presión sobre la cadena de suministro global, tanto a nivel nacional de EE.UU. como a nivel internacional.

Por un lado, el GSCPI recoge algunos indicadores que miden los costes de transporte transfronterizo de mercancías:

  1. El índice Baltic Dry Index (BDI), que recoge el coste de envío de materias primas, como el carbón o el acero. 
  2. El índice Harpex Index (HI), que recoge los cambios en las tarifas de transporte de contenedores en el mercado de alquiler de 8 tipos de buques portacontenedores.
  3. Finalmente, la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. (BLS, siglas en inglés) construye índices de precios que miden el costo del transporte aéreo de carga hacia y desde los EE.UU. En este caso, el GSCPI utiliza los índices de precios de carga aérea saliente y entrante para el transporte aéreo de EE.UU. hacia y desde Asia y Europa.
Por otro lado, el GSCPI también también integra varios componentes relacionados con la cadena de suministro cuyo origen son las encuestas del índice de gerentes de compras (PMI). En concreto, se utiliza los relacionados con las empresas manufactureras en siete economías interconectadas a través de cadenas de suministro globales: China, la zona del euro, Japón, Corea del Sur, Taiwán, el Reino Unido y los EE.UU.

En los dos primeros gráficos se muestran la evolución temporal del primer grupo de indicadores que se centran en los costes de transporte.

En el Gráfico 1 se muestra la evolución temporal del Baltic Dry Index (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande). El Baltic Dry Index es publicado diariamente por la organización de la industria marítima Baltic Exchange en Londres y proporciona un punto de referencia para el precio de transportar las principales materias primas por mar. El índice es una combinación de tres subíndices que miden diferentes tamaños de buques graneleros: Capesize, que normalmente transportan cargamentos de mineral de hierro o carbón de unas 150.000 toneladas; Panamax, que normalmente transporta cargas de carbón o cereales de unas 60.000 a 70.000 toneladas; y Supramax, con una capacidad de carga entre 48.000 y 60.000 toneladas. El Baltic Dry Index tiene en cuenta 23 rutas de envío diferentes que transportan carbón, mineral de hierro, granos y muchos otros productos básicos.

Gráfico 1
Baltic Dry Index, 1 enero 1985 - 1 julio 2022


En el Gráfico 2 se muestra la evolución temporal del Harpex Index. El Harpex Index se considera un indicador adecuado de la actividad marítima de la flota económica mundial, ya que hace un seguimiento de los cambios en las tarifas de flete de los portacontenedores en categorías amplias, a diferencia del Baltic Dry Index que hace un seguimiento de los costes de flete de los buques de carga seca que suelen transportar cargas a granel y materias primas como carbón, mineral y cereales.

Gráfico 2
Harpex Index, 1 julio 2020 - 8 julio 2022


Cabe destacar que ambos índices de costes de envío de mercancías han experimentado un enorme crecimiento desde el comienzo de la recuperación global de la pandemia de COVID-19, aunque el Baltic Dry Index  ha comenzado a desacelerarse en los últimos meses. 

A continuación en el Gráfico 3 se muestra la evolución temporal de los índices que miden los costes de entrada y salida del flete aéreo entre EE.UU. y Asia, y entre EE.UU. y Europa. Los costes del flete aéreo desde Asia y Europa a los EE.UU. (línea azul) se aceleraron especialmente en 2020, ya que las aerolíneas redujeron drásticamente la capacidad de flete aéreo (principalmente desde China) en respuesta a la Pandemia.

Gráfico 3
Fletes aéreos, Enero 2006 - Diciembre 2021

En el Gráfico 4 se muestra la evolución temporal del segundo conjunto de indicadores que se basa en datos de fabricación a nivel de país de las encuestas del índice de gerentes de compras (PMI). 

A partir de estas encuestas de PMI se utilizan 3 subcomponentes de los PMI de manufacturas específicos de cada país: a) "delivery times" (tiempos de entrega), que captura la medida en que los retrasos en la cadena de suministro en la economía afectan a los productores, una variable que puede considerarse como una identificación de un problema puramente de suministro; b) ”backlogs” (atrasos), que cuantifica el volumen de pedidos que las empresas han recibido pero que aún tienen que comenzar a trabajar o completar; c) y, finalmente, "purchasses goods" (existencias compradas), que mide el grado de acumulación de inventario por parte de las empresas en la economía.

Como se puede observar en el gráfico estas medidas de cuellos de botella en la oferta han aumentado drásticamente durante el período de recuperación reciente tras la Pandemia, y este aumento ha sido más notable en el subcomponente de "tiempos de entrega" de los PMI en estas siete economías.

Gráfico 4
Subcomponentes del PMI, Enero 2006 - Diciembre 2020

La Reserva Federal de New York utiliza los datos de las cuatro variables antes analizadas (Baltic Dry Index, Harpex Index, Fletes aéreos e índices PMI) para construir la evolución mensual del Índice de Presión de la Cadena de Suministro Global (GSCPI).


El Gráfico 5 muestra la evolución mensual del Índice de Presión de la Cadena de Suministro Global (GSCPI) desde su inicio en 1997. El índice está normalizado de modo que un cero indica que el índice está en su valor promedio con valores positivos que representan cuántas desviaciones estándar índice está por encima de este valor promedio (y los valores negativos representan lo contrario). 

Gráfico 5
Evolución del índice de Presión de la Cadena de Suministro Global (GSCPI)
29 Septiembre 2007 - 29 Junio 2022



Se puede ver fácilmente en el gráfico como el GSCPI salta bruscamente al comienzo del período de la Pandemia, cuando China impuso drásticas medidas de bloqueo. Posteriormente, el índice cayó brevemente cuando la producción mundial comenzó a volver a estar en su media en el verano de 2020, antes de aumentar a un ritmo dramático durante el invierno de 2020 (con el resurgimiento del COVID) y el período de recuperación económico posterior. 

Más recientemente, el GSCPI parece indicar que las presiones de la cadena de suministro global, aunque siguen siendo históricamente altas, han alcanzado su punto máximo en diciembre de 2021. Finalmente,  durante los últimos tres meses las presiones de la cadena de suministro global han ido disminuyendo ligeramente, lo que podría ayudar a relajar en un futuro las actuales tensiones inflacionarias.

Por último, una reciente investigación de la Reserva Federal de New York confirma que los factores de oferta global relacionados con las interrupciones de la cadena de suministro y los mercados energéticos están asociados con movimientos recientes en algunas medidas de la tasa de inflación en las economías avanzadas.
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Como citar esta entrada del Blog:

Vicente Esteve, "Nuevo índice de presión de las cadenas de suministros a nivel global", Universidad de Valencia, Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 11/7/2022,

http://vicenteesteve.blogspot.com/2022/07/nuevo-indice-de-presion-de-las-cadenas.html

viernes, 17 de junio de 2022

¿Por qué la propuesta de control de precios para contrarrestar los repuntes recientes de la inflación no tiene sentido?


Cártel del gobierno de EE.UU. durante el control de precios en la II Guerra Mundial

La inflación se ha convertido en uno de los temas de mayor preocupación para las economías avanzadas. La elevada inflación obedece a factores relacionados con choques negativos de oferta provenientes del exterior, en gran parte asociados a la pandemia, como los cuellos de botella en la distribución de mercancías, en la ruptura de las cadenas de valor mundiales, las guerras comerciales previas entre EE.UU. y China, las consecuencias de la guerra de Ucrania sobre los precios energéticos, y sin olvidar que una acelerada transición energética tiene sus costes a medio plazo (por ejemplo, los derechos de emisión de CO2). 

A todo lo anterior se unió  la respuesta que algunas economías avanzadas implementaron, en particular en la zona euro, donde la Comisión Europea y los gobiernos nacionales lanzaron programas de estímulos que a la postre podrían haber sido excesivos. Se provocó un choque positivo demanda alimentado también por el trasvase del ahorro embalsado durante la pandemia a un aumento excesivo del consumo de los hogares. 

La guinda del pastel inflacionario quizá la puso el BCE con su nueva política de expansión monetaria como respuesta a la pandemia y la reciente resistencia a la subida de tipos de interés y a la retirada de esos estímulos monetarios.

Los gobiernos tienen tres estrategias principales para luchar contra la inflación: la política monetaria, la política fiscal y el control de los precios. El endurecimiento de la política monetaria, principalmente mediante el aumento de los tipos de interés, requiere de importantes retardos para que tenga efectos. La política fiscal restrictiva, requiere ajustes presupuestarios a los que los gobiernos se suelen resistir, aunque los efectos pueden verse en el corto plazo. La disciplina fiscal requiere un escenario inverosímil en el que los políticos accedan de repente a apretarse el cinturón. Por ello, no es de extrañar que los controles de precios —límites impuestos por el gobierno a los productores y proveedores sobre el precio de los bienes y servicios— vuelvan a estar de moda.

Pero tales controles de precios tienen costes significativos que aumentan con su duración y amplitud. Los precios asignan recursos escasos. Los controles de precios distorsionan esas señales, lo que conduce a una asignación ineficiente de bienes y servicios. Además, en el medio y largo plazo, estos controles tienen efectos negativos en la oferta, generan inseguridad jurídica en las empresas y pueden ser un catalizador para reducir la inversión en dichos sectores, lo que a la larga generará más problemas.

En un reciente artículo en el periodico Wall Street Journal se plantea de si ahora es el momento de que el gobierno de EE.UU. imponga controles de precios en bienes como alimentos y combustibles. Pero el articulista nos recuerda que la historia muestra que los intentos anteriores de controlar la inflación desenfrenada con tales medidas sólo han funcionado, cuando hay una voluntad nacional de que tengan éxito. De hecho, se señala en el artículo que fueron efectivos en EE.UU. como medidas temporales durante crisis extremas, como la I y II Guerra Mundial (ver campaña gubernamental durante la II Guerra Mundial). Pero los controles rara vez han funcionado en tiempos de paz, probablemente porque se necesita una emergencia nacional como la guerra para reunir suficiente apoyo público, voluntad política y conocimientos administrativos para hacer cumplir los límites de precios.

El último episodio histórico reciente de controles de precios que fracaso estrepitosamente fue el introducido por Richard Nixon el 15 de agosto de 1971, aprovechando el abandono del patrón oro por parte de EE.UU. y la liquidación del Sistema Monetario Internacional de Bretton Woods instaurado después de la II Guerra Mundial. El presidente anunció en forma dramática una congelación de salarios y precios por 90 días, a la que seguirían controles más elaborados y un recargo del 10 por ciento sobre los bienes y servicios importados (esa fue la Primera Etapa de los controles de precios). Y eso que la inflación crecía a un ritmo "inaceptable" de 4,7% en tasa interanual (¡ya les gustaría a Biden y a Powell ahora!).

La Segunda Etapa se centró en un conjunto de regulaciones de precios administrada por una Comisión especial encargada también de autorizar ajustes de salarios a los sindicatos. La Comisión estableció criterios para definir el tamaño de empresas grandes para someterlas bajo control directo y dejó fuera del control de precios a las PYMES. Ello alimento la idead e que las empresas grandes son las culpables de la inflación, lo que generó un enorme apoyo político a los controles de precios por parte de la población norteamericana.

A inicios de 1972 la inflación había bajado al 3,3% en tasa interanual y la administración norteamericana presumía del éxito de los controles.  No obstante, la inflación se redujo no tanto por el efecto de los controles, sino porque la economía registraba una capacidad productiva ociosa enorme, al venir de la un corta recesión de inicios de los setenta. A finales de 1972, la Reserva Federal de EE.UU. presidida por Arthur Burns, malinterpretó la caída artificial en la inflación y el boom en la actividad económica, e inició una política monetaria muy expansiva y sembró la semilla de la etapa de alta inflación de 1974-75.  

En enero de 1973 se introdujo la Tercera Etapa de los controles con precios máximos a ciertos sectores, como la construcción y salud, que también fracaso, porque la expansión monetaria estaba generando un crecimiento de los precios Finalmente, en agosto de 1973 se aprobó la Cuarta Etapa con características similares a la Segunda Etapa. En 1974, ante el evidente fracaso, se abandonó esta política de precios en medio del choque internacional del petróleo, la renuncia de Nixon a su Presidencia y el creciente desprestigio del Burns, Presidente de la Reserva Federal de EE.UU., que a pesar de todos los errores terminó sin más pena que que gloria su periodo hasta 1978. Este periodo de control de precios, salarios y beneficios de las empresas dejo como lección histórica de que los controles no funcionan, empeorando lo que en un principio quisieron compensar.

Desde el punto de vista teórico mostramos en el gráfico siguiente los efectos perversos de los controles de precios y de la fijación de precios máximos, tal y como se estudia en el primer curso de las Facultades de Economía y Empresa.

Los precios altos tienen dos funciones económicas: a) permiten la asignación eficiente de bienes y servicios escasos a los compradores que están más dispuestos y son más capaces de pagar por ellos; b) señalan que se valora un bien o servicios y que los productores pueden beneficiarse aumentando la cantidad ofrecida. En definitiva, los precios de mercado asignan recursos escasos tanto en el lado del consumo como en el de la producción, mientras que los controles de precios distorsionan esas señales.

  

Se trata de un gráfico estándar de oferta y demanda para un mercado competitivo en el que el par precio-cantidad de equilibrio estaría definido por el punto E en el que se cruzan las curvas de oferta y demanda en {P*Q, Q*}.

Sin embargo, en presencia del precio máximo, los consumidores quieren unidades Qd , mientras que los proveedores están dispuestos a ofrecer solo unidades Qs. En este caso, Qd es mucho mayor que Qs y la diferencia es una escasez del producto {Qd-Qs} al precio máximo (racionamiento y colas).

¿Qué costes tiene la política económica de la introducción de precios máximos?

Los controles de precios tienen costes que son más severos cuando más alto es el control y cuál es la amplitud del cambio del precio de libre mercado. En primer lugar, los bienes y servicios se asignan de manera ineficiente, tanto en el consumo como en la producción. En segundo lugar, aumenta el gasto público ya que aumenta la burocracia para hacer cumplir los controles. En tercer lugar, los productores y consumidores intentan evadir los controles mediante el fraude y la proliferación del mercado negro. En cuarto lugar, los productores en ocasiones sustituyen el bien por uno de menor calidad. Por último, la inflación se reduce transitoriamente y vuelve a surgir con fuerza suprimida cuando se relajan los controles de precios.

Si descartamos los controles de precios existen otras formas con las cuáles se puede compensar los efectos negativos de la elevadas tasas de inflación: a) ofrecer a la población de menores ingresos apoyos económicos que les ayuden a mitigar el impacto de los elevados precios de los alimentos, el gas y la electricidad; b) subvencionar de manera directa el precio del diesel a los individuos que utilizan el combustible para su actividad (taxistas, grupos de autónomos, transportistas, agricultores y pescadores, entre otros), financiándolo con un impuesto especial y transitorio a los beneficios de las refinerías y gasistas; c) subvencionar (incentivar) directamente el transporte público con descuentos mayores en los abonos; d) poner a trabajar en serio a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia para reducir las prácticas oligopolistas en los sectores energéticos y en las cadenas nacionales de suministro y de distribución de bienes básicos.

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Como citar esta entrada del Blog:

Vicente Esteve, "¿Por qué la propuesta de control de precios para contrarrestar los repuntes recientes de la inflación no tiene sentido?", Universidad de Valencia, Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 17/6/2022,

http://vicenteesteve.blogspot.com/2022/06/por-que-la-propuesta-de-control-de.html

jueves, 19 de mayo de 2022

¿Qué diferencias hay entre el shock del petróleo de los años 70 y el actual?

 

La invasión de Ucrania y las posteriores sanciones a Rusia han provocado alzas significativas en los precios del gas y del petróleo. No obstante, la subida de los precios del petróleo se han contenido transitoriamente por la combinación de tres factores: i) la capacidad de producción de otros países productores de petróleo; ii) el uso de  las reservas estratégicas almenadas en los países avanzados; iii) y por la ralentización de la economía de China a consecuencia de los nuevos confinamientos extremos derivados del reciente brote del COVID-19.

En el Gráfico 1 se muestra la evolución del precio (nominal) del petróleo Brent de referencia en Europa (dólares por barril) desde el 16 de mayo de 2017 hasta el 16 de mayo de 2022 (hacer click sobre el gráfico para verlos más grande). A principios de 2022 el precio subió hasta los 90 dólares (el máximo de 7 años) y poco después del inicio de la guerra en Ucrania escaló hasta los 128 dólares. Desde entonces se ha ido reduciendo hasta los 115 dólares como consecuencia de los 3 factores antes mencionados.


Algunos analistas económicos y financieros y la prensa especializada internacional han señalado que este reciente aumento de los precios del petróleo guardaría similitudes con el shock del petróleo de la década de 1970, cuando el conflicto israelí también provocaron un aumento considerable de los precios. Ello provocó como en la actualidad un periodo de alta inflación (y recesión económica).

En el Gráfico 2 se muestra la evolución de los precios reales del petróleo desde 1970 hasta el 16 de mayo de 2022 ( índice 1970 = 100). El precio nominal del petróleo es el West Texas Intermediate (WTI) de referencia en EE. UU. ha sido deflactado por el Índice de precios al consumidor (IPC) para todos los consumidores urbanos que recoge todos los artículos en el promedio de ciudades de EE. UU. 

Destacar que los actuales precios reales del petróleo aún no han alcanzado las cotas del shock del petróleo de los 70, y ni siquiera de la antesala de recesión económica derivada de la crisis financiera internacional de 2008 (véase pico en el Gráfico 2).



El FMI ha destacado recientemente que hay un factor diferencial determinante entre la actual escalada de los precios del petróleo y la derivada del shock de 1970. En el Gráfico 3 se muestra la evolución de la intensidad de petróleo medida por el FMI por el número de barriles que se necesitan para producir 1 millón de dólares de PIB en términos reales. Buenas noticias: claramente el mundo es menos dependiente del petróleo en la actualidad que en la década de los 70, aproximadamente 3,5 veces menos.


Gráfico 3. Intensidad enérgetica de petróleo 



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Como citar esta entrada del Blog:

Vicente Esteve, "¿Qué diferencias hay entre el shock del petróleo de los años 70 y el actual?", Universidad de Valencia, Blog Viaje al Fondo de las Finanzas Internacionales, 19/5/2022,
http://vicenteesteve.blogspot.com/2022/05/que-diferencias-hay-entre-el-shock-del.html