Según los últimos datos publicados por el Banco de España los activos dudosos del sector bancario español siguen creciendo a tasas muy elevadas (+184% en tasa interanual entre junio 2008 y junio de 2009), tal y como puede verse en el gráfico 2.2.A (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande). Además, continúa el repunte de la tasa de morosidad del sector privado residente que se sitúa en un nivel del 4,5% en junio 2009, cifra que no ha hecho más que crecer desde junio de 2007 cuando se situaba en el 0,6% (véase gráfico 2.2.B).
No obstante, destacar también que la ratio de morosidad se sitúa por el momento en niveles inferiores a los niveles récord de 1993 cuando alcanzó un nivel del 8,5% (véase gráfico 2.2.C). Además, es previsible que la ratio de morosidad de las entidades de depósito españolas continúe creciendo a lo largo de 2010, ya que se prevé que los factores que han impulsado su aumento (deterioro de la actividad real y aumento del desempleo) no mejorarán a lo largo de este año.
Destacar que la ratio de morosidad no ha crecido más gracias al nivel extraordinariamente bajo de los tipos de interés oficiales de la zona euro. En este sentido, el ritmo de avance de los activos dudosos y de la ratio de morosidad del sector bancario español podría acelerarse en mayor medida si el cambio de ciclo económico en Francia y Alemania se consolida, y el Banco Central Europeo comienza a subir los tipos de interés oficiales de la zona euro (el tipo mínimo de puja de operaciones principales de financiación; el tipo de interés de la facilidad marginal de crédito; y el tipo de interés de la facilidad de depósito). El problema estaría en que tarde o temprano la subida de tipos oficiales del BCE se trasladaría a los tipos de interés de los créditos concedidos por las entidades de depósito a sus clientes y, en última instancia, provocaría aumentos de las cargas financieras de los préstamos acumulados por las empresas y familias españolas.
La morosidad es mayor en el crédito a los sectores más expuestos al ciclo económico, tal y como se puede observar en el gráfico 2.2.D. Este es el caso del sector de la construcción y de la promoción inmobiliaria que ha alcanzado a finales de junio de 2009 una ratio de morosidad del 8,2%, aunque todavía lejos del nivel récord del 13,5% del 2003 (véase gráfico 2.2.C). El resto de empresas no financieras registran una ratio de morosidad mucho más bajo (3,3% en junio de 2009).
Algunos comentaristas económicos han destacado que las características de los préstamos hipotecarios en España - fundamentalmente la existencia de garantías reales- limitan la pérdida en caso de impago de dicho préstamo. En este sentido, se suele argumentar que la ratio de morosidad no refleja adecuadamente el riesgo real derivado del sector de promoción inmobiliaria. Pero a este comentario hay que contraponer una salvedad.
En el gráfico 2.4.A se puede ver la distribución del riesgo hipotecario español según la relación entre el importe del préstamo concedido y su valor de tasación o "garantía teórica" (LTV o "loan to value", en %). Destacar que el volumen de riesgo se concentra en la economía española en préstamos hipotecarios cuyo LTV es inferior al 80%, tanto en hipotecas concedidas a hogares residentes como a empresas no financieras. No obstante, hay que tener en cuenta que está situación puede cambiar si continúa el descenso de los precios de las viviendas en España. En este caso, la "garantía real" se situaría en valores muchos más bajos que cuando se concedió el préstamo hipotecario. Ello provocaría que el LTV creciera proporcionalmente (por el descenso del denominador) y, en definitiva, el riesgo del préstamo también lo haría.
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