En EE.UU. sigue creciendo el déficit público y el stock de deuda pública (véase graficos adjuntos), pero esta "aparente" política fiscal de carácter expansivo se muestra ineficaz para estimular el crecimiento económico.
Como se puede ver en el cuadro adjunto, la economía americana ha crecido en el último trimestre de 2009 en tasa interanual un 5.73%, mostrando signos evidentes de recuperación. Las fuente del crecimiento están en la inversión privada (+3,82 puntos porcentuales de aportación al PIB real)- básicamente por la inversión de las empresas en inventarios- , en las exportaciones de bienes (+1.90 puntos porcentuales de aportación) - por la debilidad del dólar- y, en menor medida, en el consumo privado (+ 1.44 porcentuales de aportación).
En el lado opuesto, se sitúa la aportación nula al crecimiento del PIB real del gasto público (-0.02). Es posible que los efectos ricardianos estén influyendo en los consumidores americanos, y ello este provocando que la actual política fiscal expansiva (reflejados en aumentos considerables del déficit y del stock de deuda pública) se muestre ineficaz.
United States
Contributions to Percent Change in Real Gross Domestic Product
Seasonally adjusted at annual rates
La equivalencia ricardiana, o la proposición de equivalencia de Barro-Ricardo, es una teoría económica que sugiere que el déficit público no afecta a la demanda agregada de la economía. El eje central de la teoría parte de la idea de que el gobierno puede financiar su gasto mediante los impuestos cobrados a los contribuyentes actuales o mediante la emisión de deuda pública. No obstante, si elige la segunda opción, tarde o temprano tendrá que pagar la deuda pública subiendo los impuestos por encima de lo que estos se ubicarían en el futuro si otra fuera la elección. La elección es entre pagar impuestos hoy o pagar impuestos mañana. Bajo la equivalencia ricardiana, si el gobierno decide financiar un gasto adicional a través de déficit, es decir, mediante el cobro de impuestos en el futuro, la reacción de los consumidores "ricardianos" será la de aumentar su ahorro hoy para poder pagar los impuestos futuros. Este mayor ahorro por parte de los consumidores compensaría exactamente el gasto adicional del gobierno, de modo que la demanda agregada permanecería constante en su nivel inicial.
En relación a la equivalencia ricardiana, el economista de la Universidad de Harvard Robert Barro publicó un artículo titulado "Are Government Bonds Net Wealth?" en la revista Journal of Political Economy (1974, Vol. 82, No. 6, pp. 1095-1117). En el modelo propuesto por Barro se supone que las familias actúan como dinastías que viven hasta el infinito, debido al altruismo intergeneracional, que los mercados de capitales son perfectos (en el sentido de que todos pueden prestar y endeudarse a la misma tasa de interés) y que la senda de los gastos del gobierno está dada. En estas condiciones, si el gobierno financia los gastos mediante emisión de bonos de deuda, las familias dejarán donaciones a sus hijos justo lo suficientemente grandes como para compensar los mayores impuestos que se necesitarán para pagar esos títulos de deuda pública.
En síntesis, la teoría de la equivalencia ricardiana sugiere que los intentos del gobierno de influir sobre la demanda agregada mediante la política fiscal pueden estar condenados al fracaso. Esta idea se opone frontalmente a la teoría keynesiana, que afirma que la política fiscal, debido a los efectos del multiplicador de la renta, será efectiva logrando que los incrementos de déficit público logren incrementos mayores en proporción de la demanda agregada y, en última instancia, en incrementos del PIB real.
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